viernes, noviembre 22, 2024

Recuperan cuerpos y ofrecen recompensa; identifican a padres jesuitas y a guía de turistas

Los tres asesinados en una iglesia en Cerocahui fueron hallados cerca de Creel; autoridades de Chihuahua darán 5 mdp por información para detener a El Chueco

Agencia Excélsior/CHIHUAHUA, Chih.

Los cuerpos de dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas fueron recuperados a dos días de su asesinato dentro de una iglesia en el poblado de Cerocahui, en la sierra Tarahumara.

Roberto Fierro Duarte, el fiscal estatal, detalló que las víctimas estaban en una zona conocida como Pito Real, entre los poblados de San Rafael, municipio de Urique, y Creel, en Bocoyna.

El funcionario anunció una recompensa de 5 millones de pesos a quien aporte información para capturar a José Noriel Portillo, El Chueco, señalado por el triple homicidio y quien desde 2018 es un objetivo prioritario de las autoridades estatales, al ser responsable de generar violencia en esa región.

Fierro detalló que un juego de beisbol detonó el conflicto que derivó en la muerte de los tres hombres y el secuestro de dos más. El lunes, El Chueco acudió a la casa de Paul B. para reclamarle haber derrotado al equipo que patrocina, luego le disparó, lo secuestró junto con su hermano, Armando B., e incendió la casa de ambos.

En un segundo hecho, Noriel Portillo secuestró en un hotel al guía de turistas Pedro Heliodoro Palma, quien logró escapar y llegar a la iglesia del pueblo, donde los jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora intentaron auxiliarlo, pero fueron asesinados.

Por separado, la gobernadora Maru Campos informó que la identificación de los cuerpos se logró mediante medicina forense, pero la Compañía de Jesús informó que una comitiva viajará al estado para identificar a los religiosos.

Fiscalía ofrece 5 mdp por asesino de jesuitas

Tanto el cuerpo del guía de turistas como los de los dos sacerdotes asesinados dentro de una iglesia fueron encontrados después del mediodía de ayer, de acuerdo con un videomensaje de la gobernadora Maru Campos Galván.

La Fiscalía General del Estado de Chihuahua ofreció una recompensa de cinco millones de pesos a quien aporte información para capturar a José Noriel Portillo Gil alias El Chueco, presunto responsable de la muerte de un guía de turistas y dos sacerdotes jesuitas en una iglesia.

Por su parte, la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, anunció que fueron encontrados los cuerpos de los sacerdotes jesuitas y el guía de turistas que fueron asesinados el pasado lunes en la Tarahumara.

Campos fue informada alrededor de las 13:00 horas del hallazgo y se trasladó vía aérea a la comunidad de Cerocahui, en el municipio de Urique, para constatar los hechos y desde ahí hizo el anuncio en redes sociales.

En un video en Twitter, la gobernadora dijo desde Cerocahui, en el patio de un hotel de la localidad, que “gracias a un esfuerzo extraordinario de la Fiscalía General del Estado y del fiscal Roberto Fierro Duarte, hemos logrado localizar y recuperar, comprobado por medicina forense, los cuerpos de los sacerdotes jesuitas Javier Campos,  Joaquín Mora y del guía de turistas Pedro Palma.”

El fiscal Roberto Fierro Duarte dijo que a El Chueco se le imputan los delitos de homicidio, delincuencia organizada, además de que fue señalado como probable responsable de los hechos ocurridos en Cerocahui, municipio de Urique.

El fiscal informó que los trabajos y las acciones efectuadas en los operativos conjuntos desplegados en la región han permitido obtener datos importantes que abonan a la investigación; sin embargo, añadió que la participación de la ciudadanía es vital para lograr la pronta ubicación del presunto generador de violencia.

Fierro Duarte aseguró que no se va a “claudicar en la lucha contra la impunidad y estamos empleando todos los recursos para esclarecer los hechos que han lastimado a nuestro estado”.

José Noriel Portillo Gil es objetivo prioritario de las autoridades chihuahuenses desde el 2018, ya que es responsable de generar violencia y querer desestabilizar la región occidente de la entidad.

Antes, secuestró a dos hermanos

Noriel Portillo participó en dos hechos de violencia el mismo lunes, señala la Fiscalía.

Tras el hallazgo de los cuerpos de dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas asesinados en Cerocahui, Chihuahua, el fiscal Roberto Fierro, informó que hay dos personas desaparecidas.

En conferencia de prensa, detalló que se trata de dos hechos distintos, pero en ambos el presunto responsable es José Noriel Portillo, alias El Chueco.

En un primer hecho, el lunes El Chueco llegó a un domicilio en Urique en busca de dos personas con quienes tuvo problemas días antes durante un partido de beisbol, el cual perdió.

“José Noriel Portillo Gil arribó a un domicilio de Cerocahui a fin de localizar a Paul B habitante de la comunicad”, explicó.

“Días antes se había llevado a cabo un juego de beisbol en el que participó un equipo patrocinado por El Chueco, y tras haber sido derrotado se generó una disputa con el otro equipo en el que contendían los hermanos Paul y Armando B”.

“Además, detonó un arma de fuego contra Paul B y privo de la libertad a Armando B y prendió fuego a la vivienda.” Una mujer y un menor de edad, familiares de los desaparecidos, huyeron del lugar sanos y salvos.

Luego, El Chueco tuvo un altercado con Pedro Palma, el guía de turistas, al cual golpeó y torturó, precisó.

El guía escapó y llegó al templo, donde fue auxiliado por los jesuitas.

Ahí lo alcanzó El Chueco y lo mató, junto con los sacerdotes, cuyos cuerpos se llevó y fueron hallados ayer en una zona ubicada entre San Rafael y Creel, es conocida como Pito Real.

Jesuitas exigen justicia ante asesinatos

En el marco de la Reunión Anual del Sistema Universitario Jesuita, la comunidad dedicó una ceremonia eucarística a los padres jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar, asesinados en Chihuahua y al análisis de la situación de violencia que continúa padeciendo la sociedad.

Los religiosos y rectores de las sedes de la Universidad Iberoamericana (Ciudad de México, Puebla, Torreón, León, Tijuana) y del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) hicieron una crítica a la impunidad y a la incapacidad de los políticos para enfrentar al crimen organizado y preocuparse únicamente por sus campañas políticas. Refirieron que el asesino de los padres, identificado como José Noriel Portillo Gil El Chueco, actúa con violencia porque se le ha permitido a los delincuentes herir a la sociedad.

“Nuestras autoridades, y en esto han desfilado todos los partidos, tanto siendo oposición como siendo gobernantes elegidos, no saben, no entienden, no tienen la voluntad, no pueden ante el crimen organizado. Hacen lo mínimo con tal de que la prensa deje de hablar de estos casos, ése es el drama que también estamos pasando por nuestro país, aparte del cáncer de la violencia, del narcotráfico, es esta incapacidad de no entender, están más preocupados en campañas políticas, ridículas y frívolas, que en entender y atender estas situaciones”, acusaron.

El rector de la Universidad Iberoamericana de Torreón, Juan Luis Hernández Avendaño, responsabilizó a los partidos de ser omisos en la confrontación al crimen organizado y de permitir incluso el financiamiento de estos grupos en las campañas electorales.

Hizo un exhorto a que los partidos, el gobierno federal y los locales, destinen presupuestos en una verdadera estrategia de seguridad, en lugar de pensar en las campañas del 2024.

“Los exhorto a que se sienten en la mesa todos los partidos políticos y acuerden una estrategia interpartidaria para detener la violencia estructural de México, porque muchos han permitido que sus campañas sean financiadas por el narco, muchos han permitido, cuando son gobierno, voltear a otro lado o hacer negocios con algún cartel regional o nacional. Los partidos políticos son los responsables de lo que ha pasado en México”, acusó.

El rector del ITESO, Alexander Zatyrka Pacheco, expresó que es necesario que desde la sociedad se presione a todas las autoridades para que actúen y combatan la problemática de inseguridad y violencia.

Advirtió que la narrativa de división y polarización que padece el país sólo beneficia a la clase política.

“Es evidente que a futuro estos colectivos políticos no actuarán si no hay suficiente presión de la sociedad civil. No podemos seguir esperando a que los partidos tomen conciencia y se pongan a actuar”, manifestó.