Por Jorge Ceballos
A 23 meses de la elección para renovar la gubernatura de Chiapas la oposición se encuentra más que exterminada. Las marcas que compiten en contra del partido gobernante naufragan sin rumbo, pero sobre todo en la orfandad y carencia de un cuadro que los aglutine y puedan dar la batalla en la arena electoral.
PRI, PAN, PRD y MC, han venido actuando como simples espectadores de los acontecimientos políticos locales, su inoperancia es tanta que no cuentan en estos momentos con algún aspirante que pueda darles la certeza que darán pelea al abanderado que vaya a enviar Morena y sus aliados a la contienda para suceder al actual mandatario Rutilio Escandón Cadenas.
En la alianza “Va por México” los escándalos de corrupción del dirigente nacional del PRI van restándole simpatías, de por sí, los ciudadanos estaban desencantados con todo lo que olía a esos partidos, las filtraciones de los audios de Alejandro Morena Cárdenas representan el último clavo al ataúd político de dichos institutos.
Un claro ejemplo de lo desgastado que está la oposición en la entidad es el estira y afloja de los priista en contra de su dirigente Rubén Zuarth Esquinca, quien a pesar de que las bases del tricolor han pedido su salida, él se aferra a la dirigencia por sus puras pistolas.
Antes de 2018 en Chiapas se vislumbraba que el candidato del PRI para la gubernatura sería Roberto Albores Gleason tal como sucedió, eso le permitió recorrer la entidad durante el tiempo que fungió como senador de la República. A diferencia del pasado proceso electoral de aquel no tan lejano año, actualmente en el tricolor carecen de un personaje o proyecto por el cual trabajar e ir convenciendo a la ciudadanía para que brinde los apoyos necesarios.
A cuatro años de aquella elección en la que ganó Rutilio Escandón Cadenas, el PRI se encuentra moribundo y con muy pocas posibilidades de vida, su anterior candidato gubernamental, Roberto Albores Gleason entendió que la marca de ese partido está desgastada y que, lejos de ayudarle a su vida política, presentarse como priista le perjudicaría.
Existen encuestas que dan a conocer que, sin la marca del PRI, Albores Gleason tiene buenos números, pero, cuando lo asocian a ese partido esos números se desploman, por lo que no sería raro o extraño verlo poner fin a una militancia que le resta adeptos.
Quizá otro personaje que pudiera ser tomado en cuenta por el tricolor para encabezar la alianza sea Willy Ochoa, sin embargo, la estrepitosa derrota que sufrió en la búsqueda por la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez lo ponen en desventaja.
Por parte del PAN y PRD, la situación es más caótica, allí no existen personajes de peso que puedan ir a enfrentar a las urnas a quien resulte ser el abanderado de Morena, por lo que no les queda más que hacer cuentas alegres e ilusiones de que pueden ser competitivos en pos de un hipotético triunfo.
La esperanza
Los opositores en Chiapas le apuestan a “cachar” a algún inconforme del proceso interno de Morena que al ver nulificada sus posibilidades en el partido gobernante quiera dar el salto de chapulín con tal de estar en las boletas y apostarle a la compra de conciencias.
En ese tenor el panorama luce más que desolador para el PRI y compañía quienes se tendrían que acostumbrar a ser una oposición fantasmal, a la que nadie ve y mucho menos percibe, esto ante la poca aceptación entre los chiapanecos.
En términos médicos PRI, PAN y PRD están prácticamente desahuciados, esperando el último suspiro para pasar a vivir entre las sombras y de los recuerdos de lo que algún día fueron en la entidad.
Joya de la corona
A diferencia de la candidatura de la oposición en la que el panorama luce desolador, en Morena-PT-PVEM existe un sinnúmero de personajes que sienten que tienen los méritos y derechos para competir, ahí la lista es interminable, solo basta ver las redes sociales para ver todo lo que los suspirantes realizan para llamar la atención.
En esa alianza hasta el más chimuelo masca vidrio, por el lado del PVEM el grupo –pandilla- de Manuel Velasco Coello intenta que uno de los suyos sea el próximo candidato, porque extrañan los tiempos de saqueo que vivieron, sin embargo, llegado el momento no les quedará más que respaldar a quien nombre Morena.
Como primera fuerza política le corresponderá a Morena nombrar al candidato, y se puede apostar doble contra sencillo que al final de cuentas no le permitirán al verde proponer a algún nombre, a este si acaso les corresponderá posiciones en las alcaldías y diputaciones, y con eso, podrían decir que están más que pagados.
Así que por más recorridos por los municipios que vienen realizando los cómplices de Manuel Velasco Coello, no les alcanzará para que sea alguien de su grupo quien sea el candidato, por más que presuman que tienen estructura y recursos para ganar elecciones.
Lo que no se puede perder de vista es que, el dinero que invierten los miembros del PVEM en la operación política es aquel que se robaron de las arcas durante el gobierno de Velasco Coello y que aún le cuesta padecer a los chiapanecos esa rapacidad… Hasta la próxima.