Por Jorge Ceballos
La gira que realizó el presidente Andrés Manuel López Obrador por Chiapas fue una muestra de la confianza que el tabasqueño mantiene en el trabajo que se realiza en la entidad por parte del gobernador Rutilio Escandón Cadenas, quien ha demostrado que lo más importante es generar las condiciones para que el Estado transite por la vía del desarrollo.
El presidente de la República constató de viva voz que en Chiapas se gobierna con responsabilidad, dejando de un lado el futurismo que caracterizó al gobierno de Manuel Velasco Coello, quien jugaba a ser alquimista y gran elector. Rutilio Escandón Cadenas por su parte, tiene muy presente que su labor tiene que ser la de llevar a la entidad por la vía de la gobernabilidad, esa que hasta antes de su llegada al poder se había perdido, porque lo generaban los mismos que gobernaban y saqueaban las arcas.
Ante ese panorama de responsabilidad administrativa y gubernamental, Andrés Manuel López Obrador arribó una vez más a Chiapas, llevando a cabo la puesta en marcha de obras que proyectó su gobierno, sin embargo, fiel a su costumbre permanece en contacto con la ciudadanía la cual respalda con su actitud al gobernador chiapaneco.
El tabasqueño sabe perfectamente que al gobernador de Chiapas hay un grupo político que quisiera verlo fallar, para de ahí valerse y saltar como los grandes redentores y salvadores del Estado, sin embargo, López Obrador tiene muy en cuenta que la ciudadanía respalda el trabajo de Rutilio Escandón quien dicho sea de paso es un gobernador que se ha dedicado a su labor gubernamental y no a la de dinamitar acciones con tintes electoreros.
Atrás han quedado aquellos tiempos en que le gobernador era el gran elector del partido gobernante. En el olvido han ido quedando aquellas insultantes acciones en que quien gobernaba actuaba como señor de horca y cuchillo y quien decidía de acuerdo al estado de ánimo en que se levantaba de la cama.
Rutilio Escandón Cadenas tiene muy presente que Chiapas está ante un momento histórico, en el que hay que aprovechar que quien despacha en Palacio Nacional guarda amor por esta tierra y que hará todo lo humano y correcto para que la entidad y sus habitantes cuenten con mejores acciones gubernamentales.
El gobierno estatal y federal están mimetizados, actúan con decoro y transparencia para ir sentando las bases del cambio que se requiere, para que, con ello, las futuras generaciones tengan una mejor calidad de vida y sobre todo que, las obras que se construyan no sean faraónicas ni elefantes blancos, mucho menos culto a la personalidad del gobernante.
Para que entiendan
Mientras muchos personajes del anterior gobierno se encuentran inmersos en una alocada y adelantada campaña para posicionar a uno de sus integrantes –pandilla- con miras a la gubernatura, inventando guerras intestinas y discordancia entre el gobierno federal y estatal, el presidente Andrés Manuel López Obrador vino a Chiapas a inaugurar más obras que beneficiarán a su población.
En esa gira se vio con mucha comunicación entre el presidente, el gobernador y el delegado de los programas sociales del gobierno federal, José Antonio Aguilar Castillejos, a este último lo han querido dinamitar esos que en el pasado perjudicaron a la entidad, esos mismos que no entienden que con guerras mediáticas no lograrán doblegar a ninguno de los personajes en comento.
Desde el 8 de diciembre de 2018, la comunicación entre José Antonio Aguilar Castillejos y Rutilio Escandón Cadenas ha sido de primera, hay mucha coordinación porque de esa forma se logrará la transformación que requiere la entidad.
A José Antonio lo han querido dinamitar en su labor, pensando que con ello lograrán en primera que exista un alejamiento con el gobernador Rutilio Escandón Cadenas, y en segundo lugar, quizá el más deseado, es que, el presidente lo remueva del encargo que desempeña para ver a quien puedan promover para que use la delegación de Bienestar con tintes partidistas y botín político tal cual era la costumbre del pasado.
Pero para coraje de esos que todo dinamitan pensando que sus guerras prosperarán algún día, lo único que se vio en la última gira presidencial es el entendimiento, coordinación y confianza entre Andrés Manuel López Obrador, Rutilio Escandón Cadenas y José Antonio Aguilar Castillejos… Hasta la próxima.