martes, noviembre 26, 2024

Complejo, el México de la reunión de seguridad

Para ingresar como visitante a esa reunión no se permite el acceso con teléfono celular, computadora e incluso reloj. No hay acceso a fotógrafos ni cámaras de televisión. Solo libreta y bolígrafo.

Agencia Excélsior

Severa, seria, grave, se desarrolla cada mañana la reunión de gabinete de seguridad en Palacio Nacional.

La rueda de prensa matutina en el Salón Tesorería es un carnaval comparada con la sesión previa, donde los personajes más poderosos del Estado mexicano se reúnen para conocer el reporte diario y duro de lo que aconteció el día previo en materia de seguridad en el país.

Para ingresar como visitante a esa reunión no se permite el acceso con teléfono celular, computadora e incluso reloj. No hay acceso a fotógrafos ni cámaras de televisión. Solo se puede ingresar con libreta y bolígrafo.

A las 06:03 del jueves, el presidente ingresa al salón en el ala sur del primer piso de Palacio Nacional. La enorme mesa ovalada tiene más de veinte sillas y once pantallas de apoyo. Al presidente se le sirve una taza de café. A su lado tiene una pequeña estatua del águila republicana.

Ya le aguardan los secretarios de seguridad ciudadana, defensa nacional, marina, la consejera jurídica, el vocero presidencial, altos mandos de la Guardia Nacional, los subsecretarios de gobernación y de seguridad, el jefe de asesores, el titular del Cisen. Todos se levantan cuando López Obrador baja desde su departamento e ingresa al salón.

También acuden asesores o titulares del estado mayor de cada dependencia y corporación. El secretario de Gobernación es el último en arribar, cuando la reunión ya había comenzado.

Rosa Isela Rodríguez lleva la mano en la reunión. Brinda el primer reporte del día. Enumera los asesinatos ocurridos las últimas 24 horas, las detenciones, bloqueos de carreteras, manifestaciones, sentencias relevantes de jueces, cadáveres hallados con huellas de tortura, migrantes detenidos, armas decomisadas, etcétera.

Le sigue el secretario de la Defensa quien da cuenta de decomisos de drogas. La madrugada del jueves informó de un cargamento de fentanilo en estado líquido y en pastillas, además de metanfetaminas que suman una pérdida de 4 mil 128 millones de pesos.

También hay reportes de la Guardia Nacional, del subsecretario de seguridad ciudadana y finalmente Laura Velázquez, coordinadora nacional de protección civil, quien inicia su alocución vía teleconferencia con una sentida reiteración de que se ha trabajado sin descanso para localizar a los 10 mineros atrapados en la mina Pinabete, en Coahuila.

“Le aseguro que en ningún momento se han detenido los trabajos, de verdad, no hemos parado, no se ha interrumpido en ningún momento el rescate, como dijo un medio de comunicación”, dijo Velázquez, y reconoció que “cada día es más complicado” llegar hasta los mineros atrapados.

Durante la reunión, la consejera jurídica aseguró que ya se tenía trazada la estrategia legal para evitar nuevos bloqueos a las obras, y el secretario de gobernación, Adán Augusto López, confirmó que pese a que ya se tiene el fallo que permiten seguir con las obras “hay cuatro o cinco personas que llegaron para pararse frente a la maquinaria para que no puedan trabajar. La empresa va a tapiar o a hacer algo para evitar que pueda haber un accidente”.

También se habla someramente de la visita del presidente a Nuevo León el domingo para revisar el plan de abasto de agua potable que alivie la aguda sequía; se da cuenta de los avances en los programas de tianguis del bienestar, y de la regularización de los autos importados ilegalmente.

La reunión de gabinete del jueves duró 48 minutos, secos, duros, donde se vierten datos que no necesariamente se repiten en la rueda de prensa matutina. A la salida del presidente hacia el Jardín de la Emperatriz, la guardia del Ejército hace retumbar el edificio con su saludo al jefe Supremo de las Fuerzas Armadas.

La mañanera es otra cosa.

En la reunión de gabinete se conoce una cara más cruda y descarnada de la inseguridad del país y de los esfuerzos del Estado para contenerla.