Por Jorge Ceballos
¡Impetuoso, pero no peligroso! De esa forma podría calificarse actualmente al priismo en nuestro país. Sus líderes siguen confiando en que todavía se amarran a los perros con longaniza y al día siguiente amanecen ambos. No aceptan que tras cuatro años de una estrepitosa derrota electoral los mexicanos poco a poco los van colocando en un lugar despreciable dentro de la historia política nacional.
El priismo en México intenta demostrar una bravuconería de cantina. Ver y escuchar las arengas de Alejandro Moreno Cárdenas su aún dirigente, es ver la desesperación de alguien que sabe perfectamente que está por enterrar la historia del PRI.
Aunque priistas, panistas y perredistas se sientan como habitantes del norte del país: “echados pa´lante” no asumen el futuro que les espera en 2024, no quieren asumir la realidad de que Morena les ha ganado prácticamente todas las elecciones en las que han participado en los últimos años, lo que los ha borrado del mapa electoral.
La culpa de lo que está ocurriéndoles al PRI y sus aliados no es culpa de nadie más que de sus mismos dirigentes y cuadros históricos. Alejandro Moreno Cárdenas aprendió a la perfección el accionar de los dinosaurios del tricolor y ello lo mantiene prácticamente a punto de ser desaforado y posteriormente encarcelado.
Los martes representan desde hace algunos meses para Alejandro Moreno Cárdenas, el peor día de la semana, pues, justamente son los días en que a los mexicanos se nos muestra la actitud pueril del actual dirigente nacional priista, esto, a través de los audios que ha revelado la gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román y que desnudan la manera de ser de quien también gobernó aquella entidad.
Estocada mortal
Dicen que para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo, y en el caso de Alejandro Moreno Cárdenas se está cumpliendo esa máxima. Su verdugo –además de Layda Sansores San Román- está siendo Renato Sales Heredia actual fiscal de Campeche, pero que fue el el último jefe de la Comisión Nacional de Seguridad entre el 27 de agosto de 2015 y el 30 de noviembre de 2018 del presidente Enrique Peña Nieto, es decir alguien que conoció como funcionaban las cosas en el anterior gobierno.
Fue el mismo Renato Sales Heredia quien presentó la solicitud de desafuero en contra de Alejandro Moreno Cárdenas este martes ante el Congreso de la Unión. Fue el fiscal campechano quien dio a conocer los delitos por los que está siendo investigado y por los que quieren sentarlo en el banquillo de los acusados.
El desafuero de Moreno Cárdenas es bola cantada, la mayoría con la que cuenta Morena en el Congreso de la Unión jugará en su contra, y es previsible que le retirarán el fuero constitucional para enfrentar la justicia en el Estado que gobernó.
Pero, mientras eso ocurre, el aún dirigente priista quiere enviar el mensaje de víctima. Busca vender el mensaje de mártir de la democracia, sin detenerse en aceptar que sus errores lo tienen al borde del precipicio.
Mal presagio
Frente al panorama desolador que enfrenta Alejandro Moreno Cárdenas, los únicos que no se dan cuenta lo perjudicial que representa seguir entablando relaciones con él son los dirigentes del PAN y PRD, Marko Cortés y Jesús Zambrano, personajes que sienten que de aquí al 2024 lograrán recuperar la confianza ciudadana para ganar la presidencia de la República y las gubernaturas en juego.
En su testarudez y bravuconería de cantina, los líderes del PRI, PAN y PRD no se quieren percatar que a quien están beneficiando con el respaldo a Alejandro Moreno Cárdenas es al partido gobernante, el cual camina en caballo de hacienda para repetir la victoria en la presidencia de México y refrendar el poder en aquellas entidades que hoy son primera fuerza, esto porque los mexicanos históricamente exigían castigo para quienes vivían en el reino de la corrupción y que ahora se desnuda y castiga.
Tozudez
Y mientras el PRI se desquebraja a pedazos con un liderazgo que simplemente es cuestión de tiempo y término judicial para que caiga, Alejandro Moreno Cárdenas nombró al chiapaneco Williams Oswaldo Ochoa Gallegos como secretario de Planeación y Estrategia del CEN de ese partido.
Algunos ven al excandidato perdedor de la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez como posible abanderado de la alianza a la gubernatura de Chiapas, sin embargo, está demostrado que Ochoa Gallegos no alcanzó más que para conseguir para su partido una regiduría, la cual por cierto detenta la esposa del actual dirigente del PRI en la entidad.
En ese sentido, las estrategias y planeación de Ochoa Gallegos no alcanzarán para que en menos de dos años el tricolor pueda ser una fuerza electoral confiable, no habrá la capacidad de ir creando una figura que aglutine y respalde una candidatura ganadora, la prueba de fuego serán las elecciones del próximo año en Estado de México y Coahuila, últimos reductos del bastión priista en México.
El nombramiento de Williams Ochoa Gallegos se asemeja más a las bocanadas de oxígenos que lanza un moribundo antes del último aliento de vida, porque simplemente en la entidad los tres partidos juntos simplemente están borrados de la vida pública y política.
El dedo en la llaga
Quien de plano ha puesto el dedo en la llaga en torno a lo que ocurre en el PVEM en Chiapas, es el presidente de ese partido en Tuxtla Gutiérrez, Jorge Martínez, el constructor ha sido crítico a la actitud actual de la dirigencia de Valeria Santiago Barrientos y de otros personajes que lejos de abonar al trabajo partidista andan en busca de ver que les depara el destino en 2024.
Su manera directa de decir las cosas ha generado que algunos cuadros del PVEM chiapaneco intenten desacreditar su nombramiento, sin embargo, hasta el momento sigue operando como el responsable de ese partido en la capital del Estado.
En ese tenor es claro al señalar que mientras no le notifiquen él seguirá señalando las cosas que considera que no son las adecuadas en el PVEM… Hasta la próxima.
