La ficción documental Jauría, del dramaturgo español Jordi Casanovas, recupera el proceso judicial tras la violación masiva a una joven en España
Agencia Excélsior
Cinco hombres que forman parte de un grupo conocido como La Manada violentan sexualmente a una joven universitaria de 18 años que debe enfrentar un largo proceso para obtener justicia. De eso trata la ficción documental Jauría, del dramaturgo español Jordi Casanovas, que llega a México por primera vez, construida a partir del proceso judicial y de los diálogos reales.
El montaje recupera la violación, ocurrida la madrugada del 7 de julio de 2016, en Pamplona, España, en el marco de la fiesta de San Fermín, para que el público pueda escuchar la voz de la denunciante y de los acusados, quienes después son llevados a un juicio que revictimizan a la protagonista, pues se verá obligada a dar detalles de su intimidad personal.
La pieza es dirigida en México por Angélica Rogel y se presentará a partir del lunes 5 de septiembre, a las 20:30 horas, en el Foro Lucerna de La Teatrería en la Ciudad de México.
“Jauría, que ya se presentó en España (2019) y Argentina (2020), surge del caso de La Manada, sobre el que Jordi Casanovas recupera todos los acontecimientos ocurridos entre 2016 y 2018, donde se muestra que no sólo se trata de un caso de violación, sino también de revictimización ante los defensores de La Manada”, dice a Excélsior Angélica Rogel.
Y agrega: “Aquí debemos decir que el primer resultado del juicio es que sólo les dieron nueve años (de prisión) a los integrantes de “La Manada”, quienes únicamente fueron acusados de abuso, pero el caso despertó numerosas manifestaciones y derivó en un cambio en el código penal que propició una sentencia mayor”, destaca la directora escénica.
“Algo muy interesante de este documento escénico es que Jordi Casanovas escribió el argumento con textos, frases y diálogos que se expresaron durante el juicio, es decir, no hay nada que él agregara y por eso se inscribe en la idea del teatro documental, porque todo el diálogo de la pieza se dijo durante los juicios a La Manada”, aclara Angélica Rogel.
La estructura de la pieza tiene tres momentos. En el primero utiliza los diálogos que ayudan a recrear los hechos.
En el segundo momento los acusados se convierten en los defensores legales que muestran el proceso de revictimización de la protagonista; y al final la protagonista asume el rol de la fiscal, mientras se escucha la incidencia de las protestas sociales.
Rogel explica que esta ficción documental podría lograr que la audiencia de México se refleje en el relato y analice la prevaleciente cultura de la violación y cómo la pornografía ha propiciado e incrementado la agresión sexual.
“La obra nos plantea en qué cabeza cabe la idea de que una chava de 18 años, que quizá inicia su vida sexual, quiere tener una relación sexual con cinco hombres y que eso le pueda parecer atractivo”.
Y añade: “Me interesa aportar ideas a esa reconstrucción de nuestras mentes, para sacar esa cultura de la pornografía y del pensar que si, una mujer te dicen que no, significa que sí. Es empezar a procurar una cultura más empática y equitativa, en la que entiendas que la otra persona tiene derecho a sentir placer y que si no la está pasando bien… es probable que la estés agrediendo”.
Rogel critica que los abogados defensores del caso insistieran en hacer notar que la joven no respondió ni reaccionó a la violencia sexual y que todo el tiempo argumentaran que ella cerró los ojos, sin entender que ella estaba en un estado de shock, así que la pieza es una radiografía de todos los tipos de violencia.
¿Por qué se nombró La Manada a ese grupo de hombres?, se le pregunta a Rogel.
“Porque ellos tenían un chat con ese nombre, en el cual se descubrió que, un par de meses antes, le dieron un aventón a una chica y, al parecer, luego de sedarla, la agredieron sexualmente e intercambiaron diversos videos del hecho”.
La directora escénica explica que la pieza mantiene el lenguaje original del argumento, aunque se modificaron algunos modismos que podrían resultar ininteligibles para el español de México.
Finalmente, señaló que obras de teatro como éstas lo que permiten es “mostrar el problema de la violencia sexual desde otra lupa y desde otros lugares para propiciar una reflexión desde el mundo de lo artístico y no desde la nota fría de un periódico”.
Para verla
La temporada de Jauría inicia el 5 de septiembre a las 20:30 horas en el Foro Lucerna de La Teatrería.
La puesta en escena, basada en un hecho real, ocurrió en Pamplona en 2016.
Los agresores sólo purgarán 9 años de prisión.
Esta ficción documental muestra cómo fue revictimiza- da la agredida.
La pieza ya se presentó en España (2019) y en Argentina (2020).