domingo, noviembre 24, 2024
InicioOpiniónENTRELÍNEAS | Recomponiendo el rumbo

ENTRELÍNEAS | Recomponiendo el rumbo

Por Jorge Ceballos 

A pesar de que algunos le apuestan al olvido colectivo por intereses personales, Chiapas atraviesa un proceso de modernización. La mejor prueba de los nuevos tiempos que se viven en la entidad se localiza en el rubro de la edificación de mayor obra pública que ha emprendido el gobierno de Rutilio Escandón Cadenas durante los casi cuatro años de administración.

Mientras que en el sexenio anterior la inversión era nula y solo se anunciaban obras que quedaban en el imaginario de la clase gobernante, actualmente el gobierno estatal le apostó a la transformación de la imagen de la mayoría de los municipios chiapanecos, en los cuales se construyen calles, carreteras, unidades deportivas y otro tipo de edificaciones que otorgan plusvalía a la población.

En Tuxtla Gutiérrez la administración de Escandón Cadenas tuvo el atino de invertir en la modernización y fluidez de dos puntos importantes como el Libramiento Norte y Sur. En el primero están trabajando a un nivel impresionante para entregar en tiempo los pasos a desnivel en los cruces con Juan Crispín y Laguitos.

En el lado sur, los distribuidores viales de la 11 poniente y Serra Rojas son ya una realidad que aminoran el tiempo de traslado entre un punto y otro a quienes vivimos en Tuxtla Gutiérrez.

Durante el gobierno de Manuel Velasco Coello la capital del Estado y los municipios estuvieron abandonados en el rubro de Obra Pública, quienes antecedieron a la actual administración anteponían los negocios, moches y ganancias personales antes de proyectar una nueva imagen para la entidad.

La diferencia entre una y otra administración estriba en que desde el principio Rutilio Escandón Cadenas hizo el compromiso con los chiapanecos de cambiar la forma de gobernar y administrar cada peso que aterrizaba del presupuesto, tanto federal como estatal.

Durante el gobierno de Manuel Velasco Coello, se gobernó para crear un nuevo grupo de millonarios al amparo del poder, gente que actuaba con toda la parafernalia que propicia el poder público. En tanto, actualmente Rutilio Escandón fue claro con sus colaboradores: lo importante es darle resultados a la ciudadanía que los llevó a posicionarse en la gubernatura.

Adiós al despilfarro

Para hacer a un lado el mal recuerdo que significó el gobierno de Velasco Coello, el actual gobernador de Chiapas sumó a su equipo de colaboradores a personajes que los moviera el interés por cambiar la forma de hacer gobierno.

Actualmente en la Secretaría de Obras Públicas, su titular Ángel Torres Culebro entendió la tónica del mandatario de trabajar a favor de la ciudadanía, por ello, desde su llegada a esa dependencia se puso a proyectar y ejecutar acciones que dejen huella entre los ciudadanos.

La modernización en Tuxtla Gutiérrez era esencial como capital del Estado, de allí que la construcción de los distribuidores viales se tuviera que hacer a como diera lugar.

Este tipo de obras dignifican la vida de quienes habitamos en la capital de Chiapas, porque otorga mayor fluidez y además porque la convierte en una ciudad moderna y mejor comunicada.

En el gobierno anterior que encabezó Manuel Velasco Coello, tuvieron la oportunidad de invertir los recursos necesarios para la modernización no solo de Tuxtla Gutiérrez sino de la mayoría de los municipios de la entidad, sin embargo, no lo hicieron porque se dedicaron a la depredación del presupuesto público, quienes acompañaron al exgobernador durante su administración estuvieron ocupados la mayor parte de los años que fungieron en el servicio público en ver como aumentaban su patrimonio personal, en hacerse de propiedades para engrosar la lista de multimillonarios chiapanecos.

Disfrazados

A pesar de que en el saqueo a Chiapas participaron no únicamente el exgobernador, hoy sus huestes andan más que desesperadas por recuperar el control político, económico y administrativo de la entidad. Por ello, muchos de esos hombres que fueron parte del saqueo a la entidad han emprendido una serie de recorridos por la entidad buscando el beneplácito de los ciudadanos para impulsar una candidatura al gobierno del Estado.

En esos periplos participan personajes que desde las alcaldías, diputaciones y posiciones del Poder Ejecutivo dispusieron del presupuesto público como si fuera de su propiedad, lo cual en los tiempos actuales les permite conducirse como grandes potentados y líderes políticos, cuando lo que realmente han sido son saqueadores de los dineros públicos.

En el colmo de la desfachatez esas huestes a las que liderea Manuel Velasco Coello se atreven a publicar en redes sociales todos y cada uno de sus recorridos con liderazgos del Estado, con la única intención de enviar un mensaje de que son un grupo muy fuerte que pueden darle pelea a cualquiera en el 2024. Pero su fortaleza está basada en el uso del dinero que se robaron de las arcas para poder acceder nuevamente al poder.

Es allí donde los ciudadanos deberían de recapacitar y pensar bien a quien se le debe toda la problemática financiera que atraviesa Chiapas. Tan solo deberían recordar las deudas millonarias que la anterior administración dejó con empresarios y proveedores.

Cuando realicen ese análisis se darán cuenta que esos que hoy se visten con un traje de oveja son quienes hace apenas cinco años participaban en el peor saqueo que vivió la entidad.

Los chiapanecos deben poner en el fiel de la balanza ¿si conviene que ese grupo de saqueadores presupuestales regresen con mayor ambición o seguir manteniendo gobiernos que muestren compromiso por la austeridad y la honestidad? Sin duda que lo segundo sería lo mejor.

No se olvida

En ese mismo tenor los chiapanecos no deben olvidar que el actual senador enquistado en Morena, Eduardo Ramírez Aguilar fue participe de toda la podredumbre que prevaleció durante el gobierno anterior, desde su posición como secretario de Gobierno y presidente del Congreso del Estado, todo el tiempo estuvo enterado de la situación que envileció al poder público en Chiapas.