miércoles, noviembre 27, 2024

«El Ejército no debería jugar rol de seguridad», dice Tatiana Clouthier

Apostar por la popularidad no es muy sano, dice la titular de Economía, quien considera “un adorno innecesario” ser mencionada entre las ‘corcholatas’

Agencia Excélsior

En medio de la polémica por la iniciativa que el PRI presentó en la Cámara de Diputados para extender el periodo de las Fuerzas Armadas en las calles, y tras la publicación de la reforma para que la Guardia Nacional forme parte de la Secretaría de la Defensa Nacional, la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, reiteró su posición de no involucrar a militares en labores policiacas.

—¿Mantienes la misma postura sobre el tema de los militares  y la seguridad?

—Totalmente, dijo en entrevista con Excélsior, tras la Segunda Reunión Anual del Diálogo Económico de Alto Nivel México-Estados Unidos (DEAN).

Aunque es un tema en el cual difiere del punto de vista presidencial, aseguró que nunca ha sido increpada por mantener una postura contraria a la del jefe del Ejecutivo, como tampoco recibió llamado de atención alguno por asistir a la plenaria de Morena en el Senado.

Clouthier también consideró que los funcionarios públicos no deben apostar a la popularidad  que da el proselitismo, ya que “no es muy sano”.

Respecto a su mención como una de las posibles aspirantes presidenciales de Morena, las llamadas corcholatas, destacó que le basta saber que apoyó a Andrés Manuel López Obrador para llegar a la Presidencia.

En el tema económico, subrayó que, aunque existen desacuerdos entre EU y México, hay avances concretos, como la integración de nuestro país al programa de semiconductores y de desarrollo de la fuerza laboral.

“BUSCO HACER LO QUE ME TOCA, NO LA POPULARIDAD”

La secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, aseguró que los funcionarios están obligados a rendir cuentas. En entrevista con Excélsior, posterior a la Segunda Reunión Anual del Diálogo Económico de Alto Nivel México-Estados Unidos (DEAN), destacó que el año pasado estuvo en el Congreso, mientras que a finales de agosto se presentó en el Senado pese a que algunos funcionarios desairaron la invitación.

Habló del respeto que tiene el Presidente de la República a las voces y posiciones políticas que pueden parecer contrarias a las suyas y de que mantiene su posición personal sobre el papel del Ejército en funciones policiacas.

Considera que hacer labores de proselitismo político “no es sano” porque afecta el desempeño de los funcionarios públicos y que su proyecto es contribuir a que México haga el viraje que necesita.

—¿Qué te pareció lo que sucedió en la plenaria de hace unos días?

—Yo fui porque he sido legisladora, entiendo perfectamente la división de poderes y entiendo la rendición de cuentas que nos debemos; entiendo al Legislativo y cómo estamos obligados a rendir cuentas en ese espacio. Si toda la vida he hablado de rendir cuentas y toda la vida he hablado de la división de poderes, mi chamba es ir a hacer eso. Fue muy rico. Empiezas a ver cuáles son  las inquietudes; puedes hacer aclaraciones; por ejemplo en el tema de las consultas, qué significan, cómo son, cuántas ha habido, etcétera. Incluso puedes realizar alianzas  para que te apoyen en temas como cuando Estados Unidos se pone bravo con México; los legisladores juegan un papel preponderante para decir y apoyar.

—¿Hubo en algún momento alguien que te dijera mejor no vayas porque el senador Ricardo Monreal tiene posturas contrarias al Presidente?

—Si algo tengo, de haber entrado a trabajar muy cercana con el Presidente en diferentes vertientes desde la campaña, es que jamás, jamás, he tenido una llamada de él, ni en aquellos entonces cuando era candidato ni ahora. Ni cuando en campaña llegué yo y le dije, ‘oye, qué vamos a hacer con esto de Napo, me va a costar mucho defender esto’, y me dijo no lo defiendas, di lo que piensas. Ha sido extremadamente respetuoso. Inclusive cuando fui legisladora y voté diferenciado con el grupo parlamentario, jamás recibí una observación; por ejemplo, en el tema de militares me tocó hacer un grupo con Seguridad sin Guerra en donde expusimos los motivos de por qué creemos que no debía ser el Ejército el que jugara un rol de cierta naturaleza y jamás recibí una llamada de atención para reconsiderar.

—¿Mantienes la misma postura sobre el tema de los militares  y la seguridad?

—Totalmente.

—¿Se te hace complicado que algunos miembros del gobierno y personajes cercanos del Presidente estén haciendo labor de proselitismo?

—Nunca se me olvida que un día estuve en una reunión con un expresidente de un país muy importante y dijo que el gobernante debe hacer lo que le toca hacer sin importar el resultado de la popularidad que eso le dará. Si lo que busco es mi popularidad porque mi objetivo es ser elegida en un proceso siguiente, no necesariamente hago lo que debo hacer, sino lo que creo que me va a sumar. Ahí hay un problema… Sí merma, no es muy sano.

Reconoció que uno de los problemas que ha enfrentado es saber distinguir el horario de su trabajo.

Es una de las críticas que me hacen muy seguido porque de repente salgo a correr en un short que a lo mejor no es tan apropiado, o a lo mejor llegué y no había problema, pero me fui al súper así”.

—Tú fuiste mencionada entre las que ahora llaman corcholatas,  ¿esto no movió ningún interés en ti para buscar una candidatura?

—Cuando el Presidente era candidato, faltaban dos semanas para la elección, me invitó a trabajar, pero yo le dije que se esperara porque aún no había ganado. Pero  me dijo, pero por si sí, qué hacemos. Para mí el sólo hecho de decir que apoyé el proyecto para que Andrés Manuel llegara a la Presidencia, yo ya con eso estaba bien servida. Todos tenemos proyectos en la vida y para mí uno de ellos es que México diera un viraje y convencida de que el Presidente traía un proyecto que lo permitiría, ya con eso me sentía cumplida. Todo lo demás son adornos innecesarios.