El mexicano Marco Antonio Campos comparte una mirada más contemporánea del poema total del portugués Fernando Pessoa
Agencia Excélsior
El poema del fracaso, de la aceptación resignada de ese fracaso, “con su tristeza cargada de derrota”, es un contenedor de la melancolía portuguesa, del desasosiego. Así define el poeta Marco Antonio Campos (1949) a Tabaquería, del luso Fernando Pessoa (1888-1935), del que entrega una nueva traducción.
El hombre que habita los versos de Tabaquería se conforma y se consuela porque no puede ser otro. Es un hombre que se sabe nada, y más, que no será nunca nada, que sólo halló personas iguales a las otras, que de grandeza sólo tuvo ilusiones y sueños, que se negó a sí mismo como genio, que se vistió con un disfraz equivocado…”, apunta en el prólogo del libro que edita El Tucán de Virginia.
El reino de este mundo es el de la soledad, la incomunicación, la incomprensión, los desencuentros”, agrega el bardo mexicano tras confesar que Tabaquería es la obra de Pessoa, cuya poesía empezó a leer hacia 1969, que más lo emocionó y lo conmocionó.
Escrito por Álvaro Campos, uno de los heterónimos que Pessoa empezó a utilizar a partir de 1914, Tabaquería fue traducido por Octavio Paz hacia 1961, quien además escribió el ensayo El desconocido de sí mismo.
Este texto fue fundamental en el rescate y la difusión de la obra de Pessoa en México; pero no se encuentra hoy, no se consigue, es una rareza bibliográfica. Por eso decidimos incluirlo en esta nueva edición”, comenta Víctor Manuel Mendiola en entrevista con Excélsior.
El editor afirma que “la traducción de Paz es magnífica, todos deben conocerla. Marco traduce con buen rigor y sentido del ritmo de las palabras, su propuesta es más contemporánea, la ha ido afinando durante 25 años. Creo que cada generación debe hacer sus propias traducciones, pues evolucionan el lenguaje y el concepto de traducción”.
Dice que Tabaquería forma parte de una colección que, nacida hace 35 años, reúne los textos fundadores de la poesía moderna y siempre incluye la ilustración de un pintor mexicano.
Es un poema peculiar, muy original, porque dentro de la obra de Pessoa ha adquirido una personalidad tan diferenciada que lo puedes separar. Cuando un poema es bueno, es un universo completo por sí solo, tiene vida propia”, añade.
Para el director de El Tucán de Virginia, Tabaquería posee “una vigencia total” y representa “una mirada muy viva y aguda al hombre moderno”.
Destaca que el poema “incluye una divagación metafísica, filosófica, tiene un cariz filosófico; está en lista nihilista. Avanza en un mundo donde las cosas van perdiendo su valor metafísico y luego lo recuperan en el acto más cotidiano, el saludo. Al final, encuentra un punto de unión del exterior con el interior y recupera la unidad del mundo.
Presenta a un hombre agobiado por la soledad y el anonimato en que nos ha colocado la sociedad de masas, que es enajenante. Hay un estado donde el Yo se reconoce en el no Yo; esto importa porque los hombres nos estamos encontrando con lo que no conocemos y lo tenemos qué enfrentar. Propone un mundo que no está dominado por ver al otro como a un oponente, sino como a un desconocido que debo conocer, pues puedo ser yo mismo”, señala.
El libro, apoyado por el exFONCA, incorpora, además de la traducción de Marco Antonio Campos, textos de los escritores Nuno Júdice, Horácio Costa, José Javier Villarreal, Luis María Marina y Mendiola, que proponen nuevas aproximaciones a la obra de Pessoa y, en particular, a Tabaquería.
El lector encontrará también los cuentos de Pessoa La noche ilegible y La puerta, traducidos por Manuel Moya. Y la ilustración de este volumen es el óleo sobre cartón Retrato de Fernando Pessoa, realizado por Roberto Parodi en 2021.
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Mendiola concluye que “el poema de la cavilación nihilista trueca al poema del universo recuperado y, aunque nos resulte absurdo, la composición de Álvaro de Campos restablece, en dos gestos, el acto de la coincidencia y el entusiasmo…”.