viernes, enero 31, 2025

Me quieren acusar de secuestro de avión, cuando a mí me violentaron: pasajero

Empresa VivaAerobús generó sobrecupo en vuelo y afectó a varios pasajeros

Christian González | Tuxtla Gutiérrez

José Nuncamendi Portilla, pasajero que el jueves pasado sufrió negligencia por parte de la empresa “VivaAerobús” en el Aeropuerto Internacional “Ángel Albino Corzo”, aseguró que tiene miedo porque, al momento que lo quisieron bajar del avión con destino a Cancún, Quintana Roo, escuchó que él sería demandado por secuestro.

En una entrevista, lamentó que el piloto del avión, de nombre Alejandro, incurriera en una acción de este tipo que atentó contra su integridad física y moral, “y lo peor, sin un argumento claro”.

Como se informó, José, optometrista de profesión, pagó el boleto y recibió el pase de abordar VB2253 a esa ciudad del Caribe mexicano porque pactó una cita con unos clientes, sin embargo, como portaba equipo “delicado” que puede dañarse, erogó un recurso extra a la compañía “VivaAerobús” por el equivalente a los 10 kilogramos que llevaría en la parte de arriba de la aeronave.

Recordó que la “traba” comenzó en la puerta del avión, cuando una empleada les advirtió a varios pasajeros que tenían que poner sus cosas en la parte de abajo, en la zona de equipaje, “y yo ahí les dije que portaba un material médico que era frágil”.

Como insistió en que él había pagado por ese servicio, dijo que quizá eso le molestó al piloto, quien le advirtió que no despegaría hasta que él se bajara. Este evento duró alrededor de cinco horas, es decir que el avión tenía que despegar como a las 8:30 de la mañana de ese día, pero se demoró algunas horas.

 

Elementos de la GN lo querían someter

La situación se tensionó más, dijo, cuando tres elementos de la Guardia Nacional subieron e intentaron sacarlo, “pero me jalaron fuerte (los brazos), ahí están los videos, y aparte uno de ellos tenía aliento alcohólico; por cierto, a éste ya no lo volví a ver, como que lo escondieron”.

En uno de varios videos que circulan en redes sociales y en medios de comunicación locales, el oficial que supuestamente presentó aliento alcohólico está identificado con el apellido de Rodas. En la misma grabación, José le advierte al uniformado sobre esa situación.

Asimismo, se observa cómo los elementos lo intentan bajar, incluso utilizan la fuerza; sin embargo, el afectado se rehúsa, e inclusive recibe el apoyo de los pasajeros. Uno de los GN, en cuya camisa se identifica con el apellido de Hernández, le advierte: “Bajemos, amigo, no haga las cosas difíciles”, mientras lo sigue jalando del brazo derecho.

Por fortuna, reveló, un jurídico de la GN, de apellido Ávila, se acercó a él para aclarar la situación, e incluso se disculpó ante lo ocurrido y le prometió testificar a su favor.

 

Nadie le repara el daño

Además de mantenerse en la incertidumbre por lo que le pueda ocurrir ante una acusación como secuestro de avión, mencionó que las pérdidas para él fueron mayores, “pues ya no recuperaré el pago de reservación que hice en un hotel de Cancún, son más de 4 mil pesos, y mis clientes que, lo más seguro, es que ya no requerirán de mis servicios”.

Reconoció que, si decidió bajar del avión, fue por el buen trato que le dio el gerente del Aeropuerto Internacional “Ángel Albino Corzo”, Antonio Noguera Zurita, quien se comprometió a reponerle su vuelo de ida y vuelta y, además, le daría unos vales por 2 mil pesos, “aunque de todos modos yo pierdo más; y lamentable que la empresa ‘VivaAerobús’ no diera la cara”.

Lo más lamentable, evidenció, es que en el mismo vuelo otros tres pasajeros se quejaron porque les habían vendido el boleto duplicado, y cuando intentaron subir al avión, ya estaban ocupados sus lugares.

Aunque por el momento solo ha acudido ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el agraviado adelantó que, en breve, acudirá ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) para interponer una queja, entre otras acciones para que no se cometa un agravio más en su contra.

José Nucamendi agradeció el apoyo de la mayoría de los pasajeros quienes, a pesar de que también se habían retrasado varias horas para llegar a su destino, lo respaldaron al ver que se cometió una injusticia.

“Lamento que algunos medios informativos tergiversaran la información, pues hasta dijeron que esto se originó porque yo era amante de la esposa del piloto; otros dijeron que no había pagado, y bueno, muchas mentiras”.