El delantero de las Águilas del América, Esteban Lozano es una de las promesas de la cantera azulcrema que hay que seguir; es campeón de goleo Sub 20 y debutó en primera división el sábado pasado en duelo contra Santos.
Agencia Excélsior
Promesas van y vienen. Pero el americanismo está ilusionado con Esteban Lozano. Con un título de goleo Sub 20 y 1.85 metros de estatura evoca al último delantero exitoso que surgió de ahí: Raúl Jiménez.
Aunque es muy pronto para las comparaciones, el juvenil mira al mexicano del Wolverhampton como su inspiración.
Veo el rol que hacía y su carrera es algo que, como delantero en América, uno busca. No se trata de copiar, pero sí aspira uno a eso, es referente”, señala Lozano en entrevista con Excélsior.
Desde la partida de Jiménez a Europa, en agosto de 2013, las Águilas no han tenido un 9 cien por ciento americanista que se consagre.
Lozano podría recuperar ese relevo suelto gracias a su descubridor en el 2018, Alfredo Tena, en ese entonces jefe de las Fuerzas Básicas y jugador icónico del club.
Yo vivía en Puebla y jugaba en una academia. Representaba a Lobos BUAP en Sub 14. Jugamos contra América en Coapa”, destellan sus ojos con el recuerdo. “Ganamos 2-1, pude anotar, entonces me habló Alfredo Tena para invitarme”.
Fue algo padrísimo, como niño uno quiere ser futbolista, pero que un equipo como América se fije fue algo que me alegró y que dio ilusión. Se trata del club más grande”.
Posteriormente, llegó el acercamiento con el primer equipo, mérito por sus destellos en las inferiores.
Siempre trato de aprender y competir, quiero ganarme una oportunidad. No es que un técnico sea más que otro. Me tocó Miguel Herrera la primera vez, era algo nuevo, pero las experiencias con diferentes técnicos han sido padrísimas”, atiza con la promesa de llenarle el ojo al timonel en turno, Fernando Ortiz.
Los compañeros también se acercan a dar un consejo y cómo aguantar la pelota. Tengo buena relación con todos, pero Federico Viñas es el que más me ha ayudado”.
Con 19 años, Esteban logró su primer objetivo, el debut. Ingresó de cambio a los 75’ por Diego Valdés, en la reciente visita a Santos (2-2).
Salirte de tu casa siempre cuesta, yo a los 15 años tuve que dejar una vida cómoda. El tiempo de calidad con la familia es lo que más me costó en su momento sacrificar”.
Futbolista de día y estudiante universitario de Administración en Negocios por la noche, no se limita en soñar como un niño a lo grande: “Es difícil llegar, pero más el mantenerte. Quiero consolidarme, después jugar un Mundial y ganarlo”.