El artista visual belga presenta en el MUAC 27 videos de niños de diversos países practicando actividades lúdicas
Agencia Excélsior
Los adultos hablan para procesar sus emociones, y los niños juegan”, afirma el artista visual belga Francis Alÿs (1959), quien admite que los juegos de niños lo han inspirado desde el inicio de su carrera, antes de que los registrara en video, y que su mecánica ha sido un referente importante en su proceso creativo.
Siguiendo el tema durante sus viajes por Europa, África y Asia, se propuso construir una colección de diferentes prácticas de juegos de niños, una especie de archivo antropológico de esta experiencia compartida.
De esta manera, Alÿs reúne 27 piezas audiovisuales y dos pinturas en la exposición Juegos de niñxs, 1999-2022, que se inaugurará este sábado 11 de febrero en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), como la primera actividad con la que el recinto festejará sus 15 años de vida.
Como un ejercicio de rescate y preservación de la memoria, los juegos han sido filmados en países donde las crisis económicas, la fuerza de la tradición y las comunidades sociales han hecho subsistir la vida colectiva de la infancia en el espacio público.
Una de las reflexiones que destaca el creador que vive en México, señaló ayer en rueda de prensa, es que los niños se abstraen de los conflictos bélicos y de la pobreza y que para ellos no hay diferencia de géneros ni fronteras cuando juegan.
Los juegos de niños son quizás el primer momento de separación de género, la primera señal, pero esto lo ponen los adultos, no ellos. Los niños están en su universo, pero el espacio de juego es el mismo”, agregó.
Los videos muestran cómo los niños disfrutan volar papalotes, lanzar bolas de nieve, patear piedras, saltar animales como obstáculo, brincar la cuerda, jugar a la matatena o rodar un aro. Pero también lanzarse dentro de una llanta desde una montaña de arena, organizar carreras de caracoles o de saltamontes mutilados y hasta matar mosquitos con su canto, jugar al futbol con una pelota imaginaria o perseguirse con pistolas de madera.
La selección de los juegos fue espontánea. Lo primero es registrarlos de manera sencilla y directa, no hay un método. El futbol es un juego esencial en la cultura contemporánea. La ausencia de la pelota en Mosul es un acto de resistencia heroica, se inventan un juego con una pelota imaginaria para evadir la prohibición”, explicó.
Rosa Beltrán, coordinadora de Difusión Cultural UNAM, destacó que, “de todas las actividades humanas hay dos que sobresalen y parecen ser eternas: el arte y el juego. Porque, junto con la religión, componen un registro antiguo, quizás el más antiguo de nuestra experiencia colectiva”.
La escritora agregó que “una exhibición como esta es una contradeclaración a la banalidad y a la violencia que estamos viviendo. Porque el juego implica conciliación, dentro de ciertas reglas, y también improvisación, creatividad, imaginación.
Volver a los juegos de niños es una enseñanza. Y veo esta muestra como una metáfora, una invitación a repensarlos. Sí es un ejercicio de la memoria, pero es sobre todo imaginación. Es una gran lección moral y estética”, indicó.
Por su parte, el curador Cuauhtémoc Medina añadió que en las tres salas del MUAC se exhibirá una muestra de los videos que Alÿs ha documentado.
Incluye obras filmadas en los últimos meses. No es un archivo cerrado, seguirá creciendo en los siguientes años. La tradición de los juegos infantiles es una de las más antiguas del mundo. Caen los imperios, desaparecen las geografías, pero los juegos de niños siguen practicándose”.
Indicó que el artista “filmó juegos que no requieran aparatos complicados, que tengan un nivel tecnológico bajo, que no estén definidos por los juegos de computadora; registran una sociabilidad y una organización muy notable. Es un archivo que empezó a tomar dimensión de profundidad. Necesita hacerse con urgencia en este momento, porque muchos juegos están desapareciendo, por los cambios de la vida, la tecnología y la destrucción de la vida callejera”.
La exposición estará en el MUAC hasta mediados de septiembre y, en el invierno, viajará al Museo de Arte de Zapopan, Jalisco.