Héctor Estrada
El escándalo desatado al interior de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) apunta a convertirse en uno de los más graves que haya atravesado esa institución. Y es que, el actual rector Carlos Faustino Natarén Nandayapa enfrenta hoy una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República (FGR) por los delitos de usurpación de profesiones, uso de documentos e información falsa y fraude, cuyas pruebas documentales lo tienen en una posición bastante comprometedora.
Se trata de la denuncia interpuesta el pasado 23 de diciembre de 2022 por los delitos antes mencionados, y los que resulten. En el expediente se acusa a Carlos Natarén de haber mentido y defraudado a la Junta de Gobierno universitaria para poder acceder al cargo de rector mediante el uso de grados académicos que simplemente no existen en los registros de las instituciones implicadas.
Y es que, de acuerdo a los datos curriculares que Natarén Nandayapa entregó a la institución en 2018, y que pueden verificarse en los portales de transparencia, el actual rector aseguraba contar con una Maestría en Derecho Constitucional acreditada por la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y un Doctorado en Derecho Procesal por la Universidad Complutense de Madrid, España.
Ambas credenciales curriculares fueron presentadas por Carlos Natarén como parte importante de los requisitos para su postulación a la rectoría. Sin embargo, la realidad parece ser muy distinta. Como parte de las evidencias presentadas dentro del proceso penal, se expone un documento emitido y sellado por la misma UNAM en el que niega la existencia de cualquier registro de expedición de grado académico, ni de Maestría ni de Doctorado, a favor del rector de la UNACH.
Algo similar sucedió con el informe expedido la Dirección General de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública, quien señaló que hasta enero pasado no existía ningún registro de grado académico de maestría o doctorado acreditado por Carlos Natarén Nandayapa en las bases de datos oficiales. En los registros sólo consta la Licenciatura en Derecho que cursó en la Facultad de Derecho de la UNACH, con el número de cédula 2656502.
Entonces, ¿tiene validez el supuesto doctorado en la Complutense de Madrid que Natarén Nandayapa presentó como importante credencial académica ante la Junta de Gobierno universitaria? Lo cierto es que dicho grado académico no aparece acreditado en ningún registro oficial de México. Y es que, como documento expedido por una institución extranjera, la ley establece que el grado académico requiere ser legalizado en nuestro país para tener validez nacional y, por lo tanto, contar con un registro oficial.
Es ahí justo donde la situación legal del currículo académico de Natarén Nandayapa se complica. Y es que, ¿bajo qué condiciones pudo cursar un doctorado en Madrid sin cédula profesional de maestría? ¿Qué estatus real tiene los documentos académicos presentados por Carlos Natarén a lo largo de su desempeño como director del Instituto de Investigaciones Jurídicas y ahora rector de la UNACH? ¿Cómo fue posible la Junta de Gobierno decidiera su elección y reelección sin validar los grados académicos expuestos?
El tema y sus consecuencias son mas graves de lo que parecen. En primera instancia porque la Ley Orgánica de la propia UNACH, en su Artículo 17, establece de manera muy clara que para poder ser electo rector se requiere “Tener, preferentemente, grado de maestría o doctorado otorgado por institución de educación superior que tenga reconocimiento por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología”, tal y como se pide hoy (como requisito indispensable) a todo el personal académico que labora en esa institución.
En segunda instancia porque de confirmarse la NO acreditación de los grados académicos señalados, mediante sus respectivas cedulas profesionales, el asunto también significaría graves implicaciones legales en materia penal por haber defraudado a la institución, haber ostentado documentación falsa y haber usurpado grados académicos. Con lo anterior, el actual rector no sólo podría ser inhabilitado de sus funciones, sino también vinculado a proceso penal.
La Junta de Gobierno, responsable de una posible destitución, tampoco podría hacerse de “la vista gorda” respecto al proceso penal, pues de no proceder también sería copartícipe y corresponsable de conductas delictivas… Por eso lo que sucede hoy dentro de la UNACH y su rector es verdaderamente grave. Porque no sólo podría exponer de fondo una profunda cadena de corrupción para la elección y reelección de Carlos Natarén Nandayapa, sino también implicaciones para toda la certidumbre legal bajo su rectoría… así las cosas.