domingo, noviembre 24, 2024

‘Las redes sociales operan como el río de Heráclito’: Diego Fonseca

El escritor argentino Diego Fonseca, presenta su libro ‘Esto es un ensayo’, en el que aborda temas como el lenguaje y la paternidad

Agencia Excélsior

Las redes sociales operan como el río de Heráclito, donde el hombre y el río (de las redes) nunca vuelven a repetirse”, dice a Excélsior el escritor argentino Diego Fonseca (1970), quien presenta Esto es un ensayo, su más reciente libro, con un conjunto de textos reflexivos o ‘ensayos pop’ en los que aborda temas como el lenguaje, la paternidad, los errores humanos, el llanto y el sueño, desde una perspectiva humorística e irónica, alejado del ensayo academicista.

Así que uno debe pararse fuera de ese río y, si así lo quiere, tomar los textos de la red y leerlos en otro momento, por fuera, ya que el acto de la lectura aún demanda la relación íntima entre el lector y el texto”, asevera Fonseca, creador de ensayos que se inspiran en la personalidad del actor y poeta irreverente Spike Milligan, que le permite entender al ensayista como “parte de un ejercicio egoísta que culmina cuando se convierte en un producto social”.

Ensayar, apunta Fonseca, implica romper ciertas convenciones, es decir, poner en la voz propia algo que no todos acepten, empujar algún límite, razonar con espíritu milliganiano y ejerciendo la libertad de pensar. Así que “todo autor debiera asumir que el punto de vista no es sino eso: una partícula en un universo de interpretación infinita”, dice.

¿El ensayista debe trascender la barrera de lo académico? “Parte de la tarea del intelectual es, en alguna medida, tratar de democratizar la conversación pública y para mí, no tiene ningún sentido ensayar en términos académicos y embrollarme en un ejercicio escolástico sobre el sentido de la vida si esto no se traduce en la posibilidad de generar una conversación con el lector”.

Así que estos ensayos, reconoce, se construyen de temas paradójicamente mundanos en la superficie, pero que sólo son la excusa para discutir temas universales que nos tocan a todos.

¿Es el humor un factor que puede revitalizar el género del ensayo? “Yo no podría encararlo de otro modo. Así que intento jugar con el humor, porque creo que el poder reírse de uno mismo y de lo que nos rodea es una sobrada muestra de inteligencia.

Tomarnos la vida demasiado en serio puede llevarnos a cometer errores severos. No tengo nada en contra del ensayo academicista, que no es lo mismo que el académico, aunque prefiero el segundo, pero creo que es más inteligente bajar una conversación a nivel del público que sólo hacerlo para que me lean cinco o diez pares”, explica.

En este sentido, plantear el ensayo como una disciplina para unos pocos “termina por abundar en la idea de que cierta intelectualidad trabaja para sí misma, más que para plantearse una conversación con todos”.

Publicada por Dharma Books, esta compilación, que abarca 10 años de ensayos recargados con ironía y sarcasmo incluyen la introducción Why so serious?, en referencia a la desacralización del ensayo y al conocido personaje del Guasón o The Joker.

Del Joker puedo decir que, en realidad, me parece una mirada nihilista de la existencia, porque estamos entregados a la vida –nadie sale vivo de aquí– y lo mejor que puede hacerse es tratar de entender ese mundo que nos toca, haciendo las preguntas adecuadas, para las cuales no sé si tengo alguna respuesta correcta”.

Porque, de inicio, Fonseca se apega a la idea de que el ensayo es una ruta hacia el fracaso continuo. “Toda la vida es un ensayo en el que vas a cometer errores”.

Y aborda la relación entre el ensayo y los foros virtuales. “Las redes sociales tienen funciones específicas. Es complejo plantearse un debate en Twitter debido a sus condiciones de operación y la imposibilidad de articular un discurso completo.

Así que el texto, si uno lo lleva a la red, se convierte en un algo cerrado que genera intervenciones, aunque las preguntas no ocurren de forma en simultánea, es decir, no se dan cara a cara ni facilitan la riqueza de la conversación. No hay una interacción real ni un debate, sino el intercambio cerrado del tuit vs. tuit. Pese a todo, las redes son fenómenos de circulación que me generan interés a partir de que alguien coloque un enlace a un texto y descubrimos que ese interés no se resuelve en la red misma”, concluye.