Por Jorge Ceballos
Lenin Pérez candidato del PVEM a la gubernatura de Coahuila ha dado una muestra de dignidad y empuje, luego que la dirigencia nacional de ese instituto político anunció que declinaba a favor de Morena y su candidato Armando Guadiana, simplemente dijo que “las decisiones que tomen desde la Ciudad de México no serían acatadas en aquella entidad y que se oponían a la imposición centralista”.
Los analistas consideran que la decisión del PVEM de declinar en participar en la elección del siguiente domingo obedece a la advertencia que lanzó Mario Delgado Carrillo hace una semana en el sentido de que se analizaría la conveniencia de que Morena signara la alianza electoral con el PT y el verde de continuar en la contienda por aquella norteña entidad.
Al sentir que se les podía escapar la posibilidad de continuar formando parte de la alianza electoral con Morena, rápidamente Manuel Velasco Coello quien es quien mueve los hilos y toma decisiones en el PVEM, comenzó a dar a conocer que se analizaba la posibilidad de la declinación, tema que Karen Castrejón líder nacional de esa fuerza política no consideraba.
Al final de cuentas el fin de semana en una conferencia de prensa en la que estuvieron Mario Delgado, Armando Guadiana, Karen Castrejón y Manuel Velasco Coello, se informó de la decisión del PVEM de declinar a la candidatura, llamando a su militancia al voto útil en favor del abanderado morenista.
Cuando creyeron que su sola presencia y decisión era suficiente, se toparon con la actitud echada para delante de Lenin Pérez, quien respondió que en Coahuila no acatarán ninguna decisión centralista, porque quienes conocen y padecen las necesidades de esa entidad, son precisamente sus habitantes y no aquellos que se sienten los grandes tomadores de decisión.
Sin duda esta es una bofetada con guante blanco al poder fáctico que representa Manuel Velasco Coello, quien sería el único beneficiado con la declinación, con esa decisión el exgobernador de Chiapas tendría una moneda de cambio para seguir pegado al movimiento de la Cuarta Transformación, acción que se traduciría en posiciones para él y su grupo político.
Velasco Coello nunca esperó que Lenin Pérez saliera rezongón, creyó que aquel iba a actuar como actúan los políticos chiapanecos a una de sus decisiones: agachando la cabeza y aceptando sin menoscabo, pero se equivocó, en Coahuila encontró a un político al que no le importó su poder de negociación y que prefiere seguir compitiendo para honrar su dignidad, porque el triunfo sabe que es una misión más que imposible.
Sin representación
Quizá desde el principio el equivocado fue Mario Delgado Carrillo quien le otorgó al PVEM una importancia electoral que en Coahuila simplemente no tiene.
Si nos ponemos a ser quisquillosos y a tomar en cuenta los números que tanto adoran los cercanos a Manuel Velasco, a Morena en nada le beneficiaba ir en alianza electoral con un partido que allá en Coahuila únicamente representa una diputación local. En esa entidad el PVEM únicamente tiene un diputado local.
La actitud de Lenin Pérez debería de servir de ejemplo para muchos políticos chiapanecos que tiemblan solo de escuchar el nombre de Manuel Velasco Coello, es más, algunos aún quisieran arrodillársele ante una decisión que tome el exmandatario.
Esa actitud rastrera de los políticos chiapanecos simplemente abunda ante la falta de argumentos y dignidad que los caracteriza. No pueden llevarle la contraria a un personaje al que ven como un mesías. Es más, todavía en la entidad hay quienes aseguran que será decisión de Velasco Coello una posible negociación en torno de quien será el próximo gobernador de nuestra entidad, algo más que insultante para la democracia estatal.
Ciegos
¿Dónde está la Unidad Técnica de Fiscalización tanto del INE como del IEPC? Nadie sabe cuál es la labor que realizan en Chiapas, su inoperancia es tanta que en sus narices políticos de todos los partidos violan las leyes sin que haya cuando menos un llamado a la cordura.
Para que nos demos una idea, el sábado en el municipio de Chilón se llevó a cabo un evento multitudinario de Eduardo Ramírez Aguilar, supuestamente se le iba a tomar protesta a los enlaces legislativos del aún senador de la República.
Pero no es más que un acto anticipado de campaña, y si no lo creen se pueden revisar las redes sociales para darse cuenta de que las huestes de Ramírez Aguilar promocionan dicho evento como el preámbulo de que el senador es la mejor opción para gobernar Chiapas.
No nos puede quedar la menor de las dudas de que estamos ante la inoperancia de autoridades electorales. Somos testigos como Eduardo Ramírez Aguilar y otros que quieren gobernar Chiapas, están violentando la ley.
Quizá el caso de Eduardo Ramírez es más visible porque es presuntuoso en su forma de hacer política. Llena espacios públicos con la finalidad de impresionar a la dirigencia nacional de Morena para que él sea el ungido, es sencillo el senador no está actuando de manera honesta en su intento de convertirse en candidato. Todo esto se presenta porque su naturaleza no es ser pulcro y transparente en lo que hace… Hasta la próxima.