La exposición interactiva exhibe más de 150 fotografías originales, algunas inéditas, así como la réplica del escondite que habitó durante 761 días
Agencia Excélsior
La mirada, la vida y el legado de Ana Frank (1929-1945) podrán visitarse en la exposición interactiva Ana Frank. Notas de esperanza, que abrirá hoy y hasta febrero de 2024 en el Museo Memoria y Tolerancia (MMyT) de la Ciudad de México, en la que se exhiben más de 150 fotografías originales, algunas inéditas, así como una línea del tiempo y la réplica del escondite que habitó durante 761 días.
En esta muestra –inaugurada ayer en el marco del 94 aniversario del nacimiento de Ana Frank– el visitante enfrentará un universo de rostros de Ana, con algunas instantáneas de su primera infancia y de los años posteriores, aunque sabemos que sólo vivió 15 años; además de algunas fotos entrañables de su familia y el único video que se conoce de ella, donde aparece de pequeña en Ámsterdam, durante la boda de una de las personas que después la protegería”, detalla a Excélsior Linda Atach, directora de exposiciones temporales del MMyT.
Además, permite dimensionar algunos de los espacios donde permanecieron ocultos Frank, la familia Van Pels y Fritz Pfeffer, mientras el visitante se acerca a la historia y al contexto de la Segunda Guerra Mundial, así como al tránsito de cómo la familia huye a causa de la intolerancia y de la necesidad de ocultarse para no ser apresados.
Aquí el público accederá a una experiencia inmersiva y podrá caminar por la recreación del comedor, la habitación de Ana Frank, la cocina, el baño y observar el escondite, sin dejar de entender su enorme legado, porque finalmente ella siempre estuvo vinculada a la esperanza y a confiar en la bondad humana”, apuntó Atach.
La museografía se divide en 10 salas e inicia con una presentación autobiográfica sobre Ana Frank y su padre Otto, le siguen dos espacios con los eventos históricos que desencadenan la confección del escondite, la entrada del escondite y un panorama de los personajes que la protegieron.
Continúa con el escondite que habitó Ana Frank, donde se aborda su legado, su desenlace, la confección de su Diario, y cierra con una sala creada para jóvenes y otra reflexiva con una instalación de espejos donde los visitantes pueden cuestionarse a sí mismos.
También mostraremos al visitante lo importante que ha sido el Diario en el panorama de la literatura universal, al punto en que se convirtió en una de las 10 obras literarias más leídas en la historia y ha sido traducido a 70 idiomas, sin dejar de lado que es querido por lectores desde temprana edad”, comentó Atach.
¿Cómo definiría a Ana Frank? “Como un ser muy completo para su corta edad, una observadora de la naturaleza humana, una persona que podía ver más allá de las líneas y una pequeña que no perdió la esperanza, que siempre miró la luz al final del camino y que hasta el último momento creyó en la bondad humana, a pesar de lo que estaba viviendo en el escondite de las penurias y de la incertidumbre.
Al final, su padre fue el único que sobrevivió en esta historia, ya que su hermana y su madre mueren en un campo de concentración (de tifoidea e inanición, respectivamente). Así que su padre fue quien rescató ese legado y lo hizo visible. Además, diría que es una familia especial que representa a miles que perecieron en la Segunda Guerra Mundial, en el genocidio más doloroso que ha tocado la historia de la humanidad. Su legado es infinito”, explica Atach.
Asimismo, abordan los años de relativa tranquilidad para los Frank en
Ámsterdam y su interrupción con el estallido de la Segunda Guerra Mundial y la invasión alemana en 1940, hecho que determinó a Otto tomar la decisión de esconderse, en julio de 1942, pocos días después de que Ana cumpliera 13 años y recibiera como regalo el diario que inmortalizó su historia.
Por otro lado, también está el Diario, de Ana. “Para mí, el Diario es un llamado de atención, porque es la historia de una niña que pereció a causa de la intolerancia y, tristemente, debo decir que las cosas no han cambiado. Aquí el mundo está llamado a atender nuestras infancias”.
Ana Frank. Notas de esperanza fue realizada en colaboración con la Casa de Ana Frank de Ámsterdam y el Centro de Estudios Ana Frank en Argentina para Latinoamérica.