El libro ‘Trazo, textura, color’ integra más de 230 piezas pobladas de fantasía del artista oaxaqueño Pantaleón Ruiz
Agencia Excélsior
El mundo fantástico y utópico del artista oaxaqueño Pantaleón Ruiz (Teotitlán del Valle, 1974) es compilado por primera vez en libro Trazo, textura, color, que integra más de 230 piezas entre dibujos, esculturas, collages y textiles en los cuales ejercita su fascinación por el abstraccionismo y el figurativismo, dando continuidad a algunas de las ideas del trabajo artístico de pintores como Rufino Tamayo y Francisco Toledo.
En entrevista con Excélsior, el artista que se inspira en mitos, leyendas y la vida cotidiana, asegura que imitaba las obras de Picasso, Miró y Matisse en textiles, aunque a los 14 años emigró a Estados Unidos, donde estudió arte y logró combinar el arte popular con el trazo contemporáneo, para amalgamar un estilo que pone el acento en sus raíces y en su trabajo artesanal.
¿Qué temas son los que más le atraen al iniciar sus piezas?, se le pregunta al artista que, en 2006 recibió el premio en escultura, cerámica y diseño gráfico del Clackamas Fine Art Center y el galardón Mentor Council for Hispanic Advancement en Oregón, Estados Unidos. “Mi interesa lo cotidiano. Por ejemplo, toda la gama del juego de pelota (beisbol, futbol y golf), pero también la vida del pueblo, el campo, los caballos, los gallos y el juego de los niños”.
¿Le interesa el mundo mítico y arqueológico? “Sí, también, porque en esta parte de Oaxaca estamos rodeados del México antiguo con Monte Albán y el corredor Lambityeco-Yagul. Todo el tiempo respiramos el mundo prehispánico y, consciente o inconscientemente sale esa parte en el trazo”.
¿Existe alguna relación entre la obra de Tamayo, Toledo y la suya? “Son dos artistas extraordinarios que admiro y, seguramente tiene que ver mucho mi obra, así como también aparece la mirada del arte contemporáneo, conceptual y con lo que ocurre en el mundo.
Este libro, en especial, es sobre la textura, el color y el pigmento, no del óleo, del acrílico ni la acuarela, que me permite explorar la cocina de la pintura, esa que se ha usado desde tiempos prehispánicos; también me interesa el papel hecho a mano, la fibra y los pigmentos para reinventar mi pintura y llevarla a través de una pintura híbrida”, puntualiza.
¿Existe alguna función social en su trabajo artístico? “Los artistas jugamos un papel importante en la sociedad. Imagino que toda la gente que escribe, esculpe y pinta en el mundo tiene una aportación. Llevar el arte es parte de la grandeza de nuestro México. Ser de Oaxaca es renombrar lo que es Tamayo, Toledo y todos sus grandes artistas, pero también personajes como José Vasconcelos y Benito Juárez”.
Pantaleón Ruiz también habla sobre algunas de sus piezas. Por ejemplo Juegos de la memoria I y Juegos de la memoria II.
Esa serie nace de la sinopsis de la memoria y del cerebro humano, pero cuando la empecé me preguntaba qué sucede con la memoria después de que uno vive, dónde queda el sentimiento, el saber y el conocimiento. También pensaba en esas mentes maravillosas y caóticas que seguramente están en una revolución constante”.
Algunas otras obras sobre las que conversa son los telares Memoria de un ciego, Árbol de la vida y Niño jugando, así como los grafitos Avispa; y pinturas como Girasoles de mi Oaxaca, y Noche estrellada.
En uno de los textos introductorios del volumen, publicado por la editorial Turner, Juan Villoro, destaca el trabajo de Pantaleón como escultor, dibujante y como maestro tejedor que remite al telar materno, quien explora, de manera acuciosa, el movimiento en sus obras. Además, lo define como un artesano de la fábula que encuentra la ligereza en la consistencia mineral de sus piezas.
Mientras que Enrique Juncosa traza los paralelismos entre la vida y la obra de Toledo, Tamayo y Ruiz, además de que destaca el origen de su imaginario, que tiene lugar en su infancia. “En cuanto a su temática, Ruiz mezcla de una forma atractiva y singular aspectos de su vida cotidiana con otros ligeramente fantásticos u oníricos”, que los transforma en asuntos celebratorios de belleza misteriosa”.
Pantaleón Ruiz prepara dos exposiciones, una en Oaxaca y otra en la Casa de las Américas, en La Habana; y su libro Trazo, textura, color será presentado en el Complejo Cultural Los Pinos.