lunes, noviembre 25, 2024

Centenario luctuoso de Pancho Villa, un caudillo que sembró enemigos

Pancho Villa fue asesinado en Parral, Chihuahua, mientras se dirigía a su hacienda de Canutillo, dos meses después del homicidio de Carranza

Agencia Excélsior

El asesinato de José Doroteo Arango Arámbula, mejor conocido como Pancho Villa, ocurrido hoy hace 100 años, fue el resultado de los episodios de violencia de la Revolución Mexicana y de las enemistades que el caudillo cosechó en la zona”, dice a Excélsior el historiador Daniel Librado Luna, autor de Francisco Villa. Semblanza, publicada por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM).

Además de que los ricos de Parral no estaban contentos con tener a Villa a tiro de piedra, ya que era una persona que consideraban peligrosa para sus intereses, a pesar de haber prometido que mantendría la paz; y a esto se sumó la entrevista del periodista Regino Hernández Llergo, en la que (el caudillo) manifestó su simpatía por Adolfo de la Huerta, lo cual se sumó a esta cuestión funesta del 20 de julio”, explica.

¿Cómo transcurrió el caudillo los años posteriores a su rendición, en la Hacienda de Canutillo?, se le pregunta a Librado Luna. “Se señala una rendición, pero hay que recordar que estamos en los últimos días del gobierno de Venustiano Carranza, cuando se firma el Pacto de Sabinas, que realmente se llamó Acta de Unificación al Gobierno, emanado del Plan de Agua Prieta. En aquellos días de julio de 1920, el gobierno de Carranza ya fue derrocado y asesinado en mayo de 1920, así que el gobierno se está reconfigurando”.

Mientras tanto, Villa se hizo de otra hacienda y adquirió un hotel en Parral, así que no tardaron en llegar las acusaciones en contra del Centauro del Norte, a quien calificaban de hacendado porfirista, es decir, lo que él tanto había combatido.

Pero la organización de Canutillo tuvo rasgos comunitarios e, incluso, socialistas y esto es interesante, porque fue una etapa diferente de Villa, donde empujó el trabajo agrícola, la organización de las familias y la formación de oficios para lograr un rancho autosustentable”.

Pero hacia 1922 ocurrió una importante sequía en la región lo que acentuó la pobreza en el lugar, abunda Librado.

Entonces, Villa repartió granos, tal como hizo durante la Revolución, pero esto lo llevó a tener enfrentamientos con la gente adinerada del lugar, es decir, con los propietarios que sobrevivieron a la Revolución y que, incluso, se habían aliado al constitucionalismo, que también eran enemigos de Villa. Y esa atracción que ejerció Villa sobre la gente lo volvió una persona peligrosa, por ejemplo, para el gobernador de Durango, Jesús Agustín Castro, quien no veía con buenos ojos su popularidad entre los pobres”, advierte.

La Hacienda de Canutillo abarcaba 87 mil hectáreas, en donde la vida cotidiana era de trabajo constante, incluso la noche era aprovechada por Villa, apunta el historiador, quien junto con otros integrantes de la comunidad tomaba clases en la escuela Felipe Ángeles, de la comunidad.

Según testimonios de maestros que trabajaron en dicha comunidad, recopilados por investigadores del Instituto Mora, el interés de Villa por la educación era real, incluso mostró cierto interés por las ideas de Marx y la Revolución Rusa de 1917, se asegura que su secretario (Manuel Trillo) le leía el periódico y que tenía acceso a la colección El Tesoro de la Juventud.

Finalmente, Villa fue asesinado el 20 de julio de 1923, a los 45 años. “Ya existen diferentes investigaciones que subrayan a los asesinos materiales, como Melitón Lozoya y Jesús Salas Barraza, quienes estaban organizados y rentaron una bodega en la esquina en donde daría vuelta Villa y sería emboscado. “Además, contaron con apoyo local, ya que la guarnición militar de Parral casualmente fue a hacer ejercicios a muchos kilómetros de distancia de la ciudad y, por tanto, no estuvieron presentes”, asevera.

De inmediato, los villistas señalaron que se había tratado de un crimen político y responsabilizaron a Plutarco Elías Calles y a Álvaro Obregón. “Ellos, al menos, fueron los políticos que dejaron que este complot se desarrollara, porque está claro que ellos tuvieron conocimiento de esto. Incluso hay diferentes testimonios que lo confirman, tanto testimonios de políticos como telegramas”, concluye.

PANCHO VILLA MANEJABA CUANDO LO EMBOSCARON Y ASESINARON

José Doroteo Arango Arámbula, el Centauro del Norte, salió de Hidalgo del Parral, Chihuahua, rumbo a su hacienda en Canutillo, Durango, donde permanecía alejado de las armas desde julio de 1920, luego de haber firmado un acta de rendición con el presidente Adolfo de la Huerta.

Ya retirado de los campos de batalla, Villa se dedicaba a la agricultura y la administración de la hacienda Canutillo. Tenía asignada una escolta de 50 efectivos, así como ciertas garantías por parte del gobierno.

LA EMBOSCADA

Corrían las primeras horas del viernes 20 de julio de 1923. Francisco Villa transitaba las difíciles calles de Parral, Chihuahua, rumbo a Canutillo a bordo de un
Dodge Brothers 1922, acompañado de seis hombres de su cuerpo de guardias.

Al entrar a la calle Juárez, el vehículo se detuvo debido a la gran cantidad de lodo provocadas por las lluvias. Los escoltas que viajaban en los estribos laterales bajaron a empujar el auto.

Al reanudar la marcha y dar vuelta en la calle Gabino Barreda, Villa, que iba al volante, redujo la velocidad por el mal estado del camino, en tanto, un joven que estaba en una de las aceras dio la señal para iniciar la emboscada.

En el lugar ya lo esperaba un grupo de pistoleros encabezado por Jesús Salas Barraza. Los atacantes, armados con municiones de alto poder para tirotear a los villistas, salieron de una casa de pastura. Los gatilleros habían estudiado los movimientos de Villa hasta lograr interceptarlo.

El revolucionario fue acribillado junto con sus acompañantes durante la balacera.

Los tiradores, por su parte, perdieron a un elemento durante el ataque.

Aunque no se esclarecieron los hechos, se realizaron diversas investigaciones sin repercusiones legales contra los responsables del asesinato.

Al día siguiente, Excélsior dio a conocer la noticia, “El Gral. Francisco Villa fue asesinado ayer a las 8:45 de la mañana en la ciudad de Parral”, se puede leer en el encabezado. Además, este diario dio amplia cobertura al tema dentro en sus suplementos.