Por primera vez en sus 33 años de vida, la compañía regia interpreta su primera producción propia, Maximiliano y Carlota
Agencia Excélsior/MONTERREY.
Príncipes, palacios, romance; pero también política, locura y tragedia. La vida y la relación del archiduque austriaco Maximiliano de Habsburgo y su esposa, la emperatriz Carlota de Bélgica, tienen todo para hacer un ballet clásico.
Por esta razón, el Ballet de Monterrey, que preside Yolanda Garza Santos de González, decidió convertir la historia del noble, político y militar que fue emperador de México de 1863 a 1867, en su primera producción propia en 33 años de vida, iniciando así una nueva etapa.
Con la idea original y el libreto de Gerardo Páez, la coreografía de Thiago Soares, la música de Caleb Ruiz y la orquesta dirigida por Felipe Tristán, Maximiliano y Carlota se estrenará en el Teatro de la Ciudad de Monterrey hoy, jueves 28 de septiembre, a las 20:00 horas.
Yolanda Garza afirma, en entrevista con Excélsior, que los integrantes de la compañía están felices de poder presentar la pieza que se concibió y han querido montar desde hace 20 años.
“El Ballet de Monterrey tiene ya 33 años desde su fundación. Hemos presentado muchas, muchas, obras clásicas, neoclásicas, contemporáneas… Es la primera vez que se presenta una obra completa de inicio a fin… No sólo el libreto es de un regio, la coreografía de un brasileño; toda la producción, los vestuarios, la composición musical… Estamos superemocionados… Esperamos que el público lo reciba con los brazos abiertos y les guste mucho”.
Gerardo Páez explica, en entrevista por separado, que el ballet, en dos actos, recrea una historia de política, amor y locura; y que empieza con Carlota, ya viuda en Bélgica, recordando desde cuando llegó a México y su vida en el país, hasta el momento en que Maximiliano fue fusilado por el entonces presidente Benito Juárez.
“Aunque no nos metemos mucho en política, vamos a presentar más bien el lado más humano de los emperadores, a través de la investigación que hice en cartas personales y diarios, tanto de Carlota como de sus familiares”, aclara.
El escritor regio detalla que siempre ha estado interesado en el Segundo Imperio mexicano. “Hice una investigación profunda sobre el tema; y, leyendo unas cartas de la emperatriz Carlota, me di cuenta que es una gran historia que no ha sido contada a través del movimiento.
“Entonces, escribí el libreto y se lo presenté en 2003 a la señora Yolanda Santos de Hoyos, la fundadora del Ballet de Monterrey, y le encantó la idea. En 2004, el entonces director Robert Hill montó una escena del ballet; pero, como él salió de la compañía, ya no se pudo hacer la obra completa. Después, pasamos por varias crisis económicas en el país y hasta que llegó Thiago Soares como director artístico lo retomó”, narra.
El promotor cultural destaca la presencia de Juárez en la pieza. “Era el líder de los liberales, el que perseguía a Maximiliano; y, aunque el emperador lo invitó a colaborar con él, Juárez se negó y defendió su gobierno republicano”.
Admite que el matrimonio de Maximiliano y Carlota, como todas las relaciones entre la aristocracia de esa época, fue arreglado. “Pero creo que sí llegaron a enamorarse; y, más que amor profundo, era como un compañerismo, un equipo que tenía un proyecto, que fue el imperio en México”.
El compositor Caleb Ruiz, por su parte, define a la música de la obra como escenográfica y posmoderna. “Me inspiré en los movimientos de los bailarines, ya que soy un pianista especializado en danza. A través de los años, aprendo los acentos musicales de cada bailarín; y, después de verlos, se me ocurre la melodía, un patrón único”.
El pianista detalla que creó una pieza especial para cada protagonista. “Los leitmotiv son pequeñas melodías que psicológicamente representan a los personajes principales. En el caso de Maximiliano, pensé en una más majestuosa para hablar de un emperador; respecto a Carlota, imaginé en una más juguetona; y, para Juárez, propuse algo que recuerda a México”, agrega.
Añade que incluyó la música que le gustaba a Maximiliano y a Carlota. “Hay una canción, La Paloma, de Sebastián Iradier. Ellos la escucharon de la cantante Concha Méndez y se enamoraron de esa pieza. Al parecer, era la favorita de Carlota”.
Confiesa que le gustó componer música para un personaje histórico como Maximiliano, cuya pasión eran las artes, y fundó el Conservatorio Nacional de Música, para cuya dirección quería traer a Franz Liszt. “Usamos también alguna melodía de Liszt, por la relación que tenían ambos”.
Maximiliano y Carlota ofrecerá cuatro funciones más el 29 y 30 de septiembre; y formará parte de futuras temporadas, como una de las piezas estrellas del Ballet de Monterrey.
Los datos
Un esfuerzo en conjunto
Yolanda Santos de Hoyos fundó el Ballet de Monterrey hace 33 años.
El ballet Maximiliano y Carlota ofrecerá cuatro funciones el 29 y 30 de septiembre.
Gerardo Páez generó la idea original y el libreto.
Thiago Soares es el autor de la coreografía.
Un proyecto consolidado
MONTERREY.- “Después de 33 años de fundado, el Ballet de Monterrey llegó a una etapa de madurez bastante considerable”, afirma sin dudar Yolanda Santos de Hoyos, quien fundó la compañía en 1990 y hoy presenciará el estreno de su primera coreografía propia, Maximiliano y Carlota.
Hace año y medio, la emprendedora regia legó la presidencia del patronato de la agrupación a su hija, Yolanda Garza Santos de González. “Para mí, era muy importante saber que la siguiente generación podía seguir promoviendo la cultura de la danza”.
Considera que el mayor legado del Ballet de Monterrey es la creación de público. “Cuando empezamos, había veces que bailábamos con 50 personas, con 100. La gente no conocía lo que era la danza clásica. Empezamos a atraer también a las escuelas, a hacer programas didácticos. Y poco a poco empezó a crecer el público. Ahora ya tenemos un público que nos sigue”.
La gestora cultural destaca que “fundamos la compañía para promover la danza clásica en el norte de México, y lo hemos logrado. Hemos viajado a 20 estados; todos los años recorremos muchos de los estados. También hemos ido a Estados Unidos: a Texas, Washington, Nueva York, y a España, creo que dos veces”.
Yolanda Santos reconoce, respecto de la nueva coreografía, que “es muy difícil hacer una obra de la nada. Gerardo Páez, un señor de Monterrey, hizo el libreto; es un gran conocedor de la historia de Maximiliano y Carlota. Aquí se hizo la música, el director de la compañía hizo la coreografía, los vestuarios son hechos por alguien de Monterrey. Es una aventura. Ojalá que a la gente le guste”, añade.
Admite que cierra un ciclo como timonel de la compañía, pero su amor por la danza permanece. “El ballet es una de mis pasiones. Tengo varias. Primero, mis hijos, por supuesto. Y el ballet y todo lo que es arte me encantan. Eso le da mucho valor a mi vida”, concluye.
Virginia Bautista/ Enviada