Por Jorge Ceballos
Cuando en 2018 se dio a conocer la candidatura de Roberto Albores Gleason al gobierno de Chiapas por la alianza PRI-PVEM, un iracundo Eduardo Ramírez Aguilar saltó a las calles a arengar que los chiapanecos no podían aceptar la imposición que desde el centro del país pretendían hacer las dirigencias de ambos partidos. Ante la imposibilidad de convertirse en candidato a la gubernatura del Estado, surgió el llamado Movimiento por la Dignidad, el cual terminó con el otorgamiento de una candidatura por Morena al Senado de la República.
Durante los primeros días de aquel año, en las cúpulas nacionales del PRI y del PVEM analizaban quien tenía que ser el candidato del entonces oficialismo al gobierno chiapaneco. La lucha se centraba entre dos comitecos: Roberto Albores Gleason, entonces senador por el PRI y Eduardo Ramírez Aguilar, a quien Manuel Velasco Coello había empoderado durante su mandato y que en ese año se desempeñaba como líder estatal del verde y presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado.
Las dirigencias nacionales optaron por Albores Gleason y decidieron que él sería el candidato a la gubernatura, fue entonces que Eduardo Ramírez Aguilar se amachó y echó mano del poder económico que había adquirido para movilizar a sus seguidores, ante quienes arengó que desde el centro del país no podían decidir el destino de Chiapas, pues, esa era una decisión que tenía que tomarse en la entidad.
La incongruencia
Cinco años más tarde, en el actual 2023 en la actualidad Eduardo Ramírez Aguilar demuestra que en política la congruencia no es algo que lo caracterice. Luego de no contar con el aval de los consejeros estatales de Morena que el pasado 28 de septiembre decidieron que, José Manuel Cruz Castellanos, José Antonio Aguilar Castillejos, Rosa Irene Urbina Castañeda y Sasil de León Villard sean las cuatro propuestas que pasen a la encuesta, él y sus seguidores han lanzado la campaña y el mensaje de ser el candidato del centro del país.
Es decir, todo aquello de lo que se inconformó en 2018 Eduardo Ramírez Aguilar cuando fue vencido por Roberto Albores Gleason en la decisión de las dirigencias nacionales, ahora pretende que se realice en su persona.
Ramírez Aguilar se quejaba en el 2018 que no podía haber intromisión del centro del país en las decisiones que se toman en Chiapas, sin embargo, ahora pretende que la Comisión Nacional de Elecciones de Morena lo nombre aspirante a pesar de no haber pasado el filtro del Concejo Político, lo que da muestra de incongruencia.
Al día siguiente que se llevó a cabo la sesión del Concejo Político de Morena Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar hizo uso del poder que mantiene como presidente de la Junta de Coordinación Política y acudió a entrevistas a señalar que, él “había sido generoso” y les había pedido a los miembros de ese órgano colegiado que no lo incluyeran, porque él estaba seguro de que iba a aparecer en la siguiente fase por un “acuerdo con la dirigencia”.
Sus palabras desnudan de cuerpo entero a Eduardo Ramírez, primero porque miente flagrantemente. Decir que él les pidió a los consejeros estatales que no lo incluyeran es una monumental mentira, en primera porque él y sus seguidores saben perfectamente que no tienen al interior del Concejo los adeptos necesarios para lograr el respaldo mínimo. En segundo término, está dando a entender que todo el proceso interno que ha echado a andar Morena es una falacia porque la dirigencia encabezada por Mario Delgado Carrillo decidió incluirlo sin haber pasado el filtro.
En pocas palabras, Eduardo Ramírez aparecerá en la encuesta gracias a un adendum a la convocatoria original, porque de no haber sido por ello, simplemente ahora estuviera rumiando su coraje por no haber contado con el respaldo del órgano de dirección de un partido en el que simplemente no está identificado.
El hoy presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, está demostrando que simplemente no está permitiendo que las decisiones de Chiapas se tomen en Chiapas, lo que demuestra que es un demócrata a su entera conveniencia.
Al abismo
Pareciera que la mayoría de quienes aspiran a convertirse en el Coordinador Estatal de Defensa de los Comités de la Cuarta Transformación en Chiapas se están olvidando de la esencia y estatutos de Morena. La mayoría de los aspirantes le están apostando al acarreo, al dispendio y a las campañas engañosas, algo que simplemente violan la convocatoria para el proceso interno.
Con eventos masivos, lonas y menciones en medios de comunicación tradicionales y redes sociales, personajes como Sasil de León Villard, Luis Armando Melgar y Eduardo Ramírez Aguilar, pretenden convertirse en candidatos al gobierno de Chiapas pasando por encima de la reglamentación electoral.
Todas estas arbitrariedades son cometidas ante la actitud complaciente de la autoridad electoral, es decir el IEPC, mismos que han actuado con total mutismo, permitiendo que todos hagan lo que se les pega su regalada gana… Hasta la próxima.