lunes, noviembre 25, 2024

Palabras que confrontan en la Feria Internacional del Libro de Monterrey

El encuentro editorial más importante del norte del país abre con un homenaje a Gabriel Zaid y una exposición de sus primeras ediciones

Agencia Excélsior/MONTERREY.­

“A una feria del libro nos convoca la palabra; no sólo la que nos es afín, sino, con mayor razón aún, necesitamos escuchar aquellas que nos son distantes”, comentó ayer Carmen Junco de la Vega, presidenta de la Feria Internacional del Libro de Monterrey.

“Las palabras de las otras lenguas, de las otras culturas, las de formas de pensamiento diversas a la nuestra, la que nos confronta y, por ello, nos enriquece”, afirmó durante la inauguración de la edición 31 del encuentro editorial más importante del norte del país.

“Año con año nos reunimos en este recinto ferial más de 275 mil lectores, editores y autores para dialogar, pensarnos, leernos, leer al otro; ese otro que, a través de la palabra, nos enfrenta a las diferentes maneras de habitar el mundo”, añadió ante un presídium integrado por 13 académicos y promotores culturales.

“Este proyecto de la feria es el perfecto ejemplo del espíritu de Nuevo León, en el que academia, gobierno y sociedad civil… nos reunimos a dialogar sobre los futuros posibles, los futuros deseables y ese futuro que sólo juntos podemos diseñar”, agregó Junco de la Vega.

En uno de los auditorios restaurados de Cintermex, Santos Guzmán López, rector de la Universidad Autónoma de Nuevo León, invitada de honor que festeja 90 años de vida, señaló que “somos una sociedad ávida de la lectura y del saber. Por esto, manifestamos que la cultura y la literatura son valores fundamentales en la educación de nuestro país”.

Así arrancó la FIL de Monterrey, que dirige el promotor Henoc de Santiago, que convoca en la capital regia desde hoy y hasta el 15 de octubre a 190 expositores y 450 autores en torno a 600 actividades.

En su discurso inaugural, José Javier Villarreal destacó la capital regia donde sucede este encuentro librero. “Es una ciudad industrial y comercial; es la ciudad de infraestructura urbana más importante y última del orbe de la lengua española; está rodeada por bellísimas montañas que nos ofrecen a cada instante una visión inusitada del paisaje.

Con una expectativa de 300 mil visitantes, entre ellos 90 mil niños en el Pabellón de la Infancia, que celebra su segunda edición, la feria exhibe la exposición Gabriel Zaid no está aquí, curada por Arturo Saucedo, que reúne 105 libros del poeta, ensayista y crítico regio, a quien se le rinde un homenaje por sus 90 años de vida, que cumplirá el próximo 24 de enero.

La muestra da cuenta de primeras ediciones de títulos de Zaid, publicados de 1963 a la fecha, revistas y periódicos con
artículos y notas dedicados a su obra; además de videos de entrevistas hechas a especialistas en su vida y pensamiento.

“Lo complicado del homenaje es que Zaid no estará presente, porque no da entrevistas y no le gusta aparecer en público. No vamos a encontrar al personaje; pero descubriremos al pensador, al poeta, al crítico de la cultura; lo importante para el público es estar frente a su obra”, narró Saucedo en entrevista.

El gestor cultural, coleccionista de la obra de Zaid, destacó que las pasiones de este intelectual son contradictorias. “Por un lado, en Los demasiados libros se hace una crítica a los que acumulamos los volúmenes y el saber de los libros; y él propone una manera en que puedes ir leyendo y liberándote de los libros.

“Y, por otro lado, por las fotos que tenemos y de lo que hemos conocido, sabemos que tiene una biblioteca muy nutrida, que es verdadero tesoro. Su idea de la cultura, su crítica a la cultura, y la crítica al sistema político mexicano son también sus obsesiones”, indica.

Explica que esta exposición está dirigida tanto a un público que se encontrará por primera vez con la obra de Zaid, como a especialistas que se sorprenderán al ver sus ediciones raras.

Sobre los temas que aborda Gabriel Zaid en su obra, Arturo Saucedo detalla que “comienza con poesía indígena prehispánica, pasa por la poesía colonial, la poesía de la independencia, los cantos de la Independencia, los cantos de la Revolución, los cantos populares, los boleros, la canción urbana, las rimas infantiles. Hace un registro único del fenómeno poético”, concluye.

Un ágora para Zaid

MONTERREY.- “Un sociólogo de la vida mexicana y latinoamericana; un sociólogo de la cultura, de la universidad, de la política, del poder, de la guerrilla, de las empresas; un sociólogo de la riqueza”.

Así definió el historiador Enrique Krauze “un aspecto de Gabriel Zaid que no creo que haya sido debidamente descubierto”, durante su intervención en la mesa Gabriel Zaid y la ciudad política, que se llevó a cabo anoche como parte del homenaje al poeta regio, que cumplirá 90 años en enero próximo.

“Pensé, leyendo recientemente a Max Weber, nada menos que el padre de la sociología moderna, que lo que hizo Weber para la economía y la sociedad, en prácticamente todas las civilizaciones, es algo muy similar a lo que Zaid ha hecho para México, para aspectos importantes de México y de América Latina”, destacó.

El director de la revista Letras Libres evocó que fue en Monterrey donde se dio “el milagro” de que nacieran Alfonso Reyes y Zaid, y que aquí Octavio Paz conociera a don Gabriel.

“Se dio ese milagro que en la ciudad de Reyes naciera y se formara Zaid, y que aquí se encontraran Zaid y Paz, que aquí Octavio descubriera a Gabriel. Tres escritores, que no son tres escritores, sino tres literaturas”, agregó.

Krauze dijo que “ni siquiera se ha rozado en esta primera sesión la dimensión de la obra de este hombre, del cual no encontrarán una entrevista, una declaración personal, una fotografía. Él es su obra. Es un hombre que ha publicado una obra que va mucho más allá del medio siglo y que sigue activo en plena creatividad”.

Y sugirió que Monterrey, su ciudad natal, celebre a Gabriel Zaid con la construcción de un ágora.

“Cuando le hablamos de una serie de conferencias o un aula para festejarlo ponía cara de no convencido; pero cuando apareció la palabra ágora, que en la gran tradición griega, que él admira y sobre la que también ha escrito, evoca la verdad y la cultura en una conversación, se alegró”.

Virginia Bautista, enviada