Jaime López | Ciudad de México
En una transmisión desde Palacio Nacional, realizada a través de las redes sociales, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que su compromiso es que “Acapulco va a volver a estar de pie”.
López Obrador sostuvo que la reconstrucción de Acapulco debe iniciar lo más pronto posible y señaló que se pondrá especial atención en la seguridad para evitar robos en la región afectada por el impacto Otis, uno de los huracanes más fuertes que se hayan registrado en el Pacífico mexicano.
Tras señalar que hay presupuesto suficiente para atender el desastre y apoyar a la población, en ese sentido el ejecutivo federal explicó que él no acudirá a Acapulco a menos que sea necesario, porque no quiere que las labores de emergencia se conviertan en un espectáculo.
Frente a las críticas que ha recibido por este motivo, dijo: “No estoy porque creo que ayudo más coordinando desde aquí todas las acciones, todo lo que se requiera, y si es necesario, voy a ir, pero no quiero hacer de esto un espectáculo, no quiero hacer lo mismo que se hacía antes, lo más importante son los hechos, no palabras”.
“Es importante que ustedes conozcan lo que sucedió y lo que estamos haciendo para enfrentar esta emergencia, porque hay mucha desinformación, mucha politiquería, quieren usar esta desgracia con propósitos electorales nuestros opositores, que son muy viles, los conservadores zopilotean, no les importa el dolor de la gente, lo que quieren es dañarnos, lo que quisieran es que hubiese muchísimos muertos para culparnos y sacar ellos provecho, sacar raja, regresar al gobierno, que es lo que buscan, ya es una campaña, regresar al gobierno para seguir robando, para seguir saqueando a México”, dijo el mandatario.
Al dirigirse a la población afectada, el presidente prometió que “no van a quedarse sin el apoyo, no van a quedarse desamparados, vamos a apoyar a todos los que perdieron sus viviendas, sus enseres domésticos, sus aparatos electrodomésticos” y dijo que se enviarán despensas, que se ampliarán los programas de Bienestar, que ya sostuvo reuniones con miembros de su gabinete económico y con banqueros para que se otorguen créditos baratos a los damnificados, y que conversó con directivos de aseguradoras, que se comprometieron a pagar a los afectados 40 por ciento de las sumas que tengan aseguradas sin ningún trámite y el resto conforme se hagan las revisiones correspondientes.
Agregó que hay mil servidores de la nación, coordinados en el terreno por la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel, que están visitando casa por casa a la población de la región para hacer un censo de daños.
En materia de seguridad instruyó que se instalen retenes para evitar los robos, dijo que se han repartido a la fecha 8 mil 170 despensas y 16 mil 80 litros de agua a las colonias más afectadas por la tormenta y añadió que llegarán 20 mil despensas adicionales, que serán distribuidas por las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional.
El funcionario aseguró que “hay una comunicación hasta cierto punto normal entre la Ciudad de México y la torre de control” del Aeropuerto Internacional de Acapulco, el cual, dijo, “en un 90 por ciento ya está operando normalmente, únicamente en vuelos diurnos, en vuelos nocturnos todavía no, porque no se ha restablecido en un cien por ciento la electricidad en el aeropuerto”.
Sobre el servicio de luz, López Obrador reportó que este ha sido restablecido en 55 por la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“Se cayeron 35 torres de alta tensión y ya se instalaron de nuevo 15 de ellas”, dijo, y agregó que de 550 mil usuarios de la zona afectada, cerca de 280 mil ya tienen servicio eléctrico, según un reporte de la CFE, organismo que dispuso de alrededor de 2 mil trabajadores para estas labores.