Por Jorge Ceballos
Al final de cuentas Morena tomó quizá la decisión más inexacta en su incipiente historia política en Chiapas. Cuando la madrugada del sábado 11 de noviembre el dirigente nacional de ese partido, Mario Delgado Carrillo anunció la designación de Eduardo Ramírez Aguilar, se estaba pateando la historia de lucha y reclamación que encabezaron durante años miles de personas las cuales creyeron en ese instituto político. Aunque sus seguidores intenten demeritar lo que aquí se sostiene, al ahora Coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, lo perseguirá el pasado que forjó a lado de Manuel Velasco Coello en una administración plagada de corrupción, saqueo, frivolidad y desigualdad.
En las muy escasas horas desde la designación de Ramírez Aguilar como coordinador y futuro precandidato a la gubernatura, muchas personas en la entidad han mostrado su naturaleza ambiciosa, vil y por demás embustera. Ahora se declaran flamantes seguidores y futuros operadores de quien a partir del 8 de diciembre de 2024 despachará en la oficina principal de Palacio de Gobierno.
Para muy pocos -al autor de Entrelíneas, por ejemplo- los ideales y la congruencia está por encima de cualquier cosa. Lo que se piensa se tiene que defender a costa de todo y todos. Por ello, en este espacio no cesaremos en señalar que Eduardo Ramírez Aguilar no es una solución, más bien es parte de un problema que se heredó a la administración que encabeza Rutilio Escandón Cadenas, porque no podemos cerrar los ojos y negar que durante el gobierno de Manuel Velasco Coello se desviaron millonarios recursos para posicionar la imagen del ahora ungido, y de eso los ciudadanos han sido y son mudos testigos.
Al señalar que Morena tomó una decisión equivocada al decidir por Eduardo Ramírez no es aventurado ni locuaz. Solo se tiene que hacer un poco de memoria para coincidir, aunque por intereses personales de poder y recursos muchos tengan que sumarse a ese proyecto y avalarlo, aunque no se sienten cómodos e identificados con quién gobernará la entidad a partir del próximo año.
No podemos olvidar que, en 2015, justo cuando Morena acudía a su primera participación electoral en Chiapas, su hoy flamante Coordinador Estatal de Defensa de la Cuarta Transformación, fue el principal combatiente. En aquel año fue precisamente Eduardo Ramírez -Lalo, para los lambiscones- quien operó una campaña de Estado denunciada por Andrés Manuel López Obrador entonces líder nacional, aquella denuncia del actual presidente de la República, bastó para que el comiteco desde Mapastepec lo tildara de mentiroso.
Pero no conforme con la campaña de Estado, en ese mismo 2015, Eduardo fue nombrado presidente del Congreso posición desde la cual fraguó varias embestidas contra Morena porque él se veía en la boleta en el 2018 encabezando la alianza PRI-PVEM-Nueva Alianza y partidos locales. Entre esas acciones encabezadas para aniquilar al partido que ahora lo llevará como abanderado, está la compra y coacción de algunas diputadas de esa legislatura que llegaron por el partido guinda, de eso hay procesos que iniciaron en la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia partidista que terminó en la expulsión de una que otra exmilitante.
Desplazarán a muchos
La llegada de Eduardo Ramírez Aguilar romperá los planes de muchos personajes enquistados dentro del Concejo Estatal de Morena, quienes desde esa posición anhelaban convertirse en candidatos a algún puesto de elección popular, pensando en seguir pegados a la teta presupuestal, sin embargo, ahora todo cambió.
El aún presidente de la Junta de Coordinación Política arriba a la Coordinación de Defensa de la Cuarta Transformación con su propio listado de aspirantes, a los cuales va a incluir en las próximas candidaturas.
Además de ser contra natura su designación, con Eduardo Ramírez Aguilar, Morena sufrirá una mutación en sus principios e ideales, porque júrelo usted que en las próximas listas de candidatos aparecerán personajes que en el pasado han estado señalados de encabezar administraciones fraudulentas en instancias que les ha tocado dirigir. Esos mismos son los que compartirán el poder en Chiapas sin importar que hayan robado, mentido y traicionado al pueblo.
La realidad que aquellos personajes que actualmente ocupan cargos dentro de la administración estatal, el Poder Legislativo y en la estructura organizacional de Morena no se imaginan la manera en que serán desplazados por un grupo que no tuvo manejo presupuestal durante seis años y que llegan con mucha más ambición que antes… Hasta la próxima.