David Martínez | Ciudad de México
Desde las instalaciones del Palacio Federal, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que en el sector salud, uno de los casos más extremos de corrupción, fue el Issste donde se metió hasta la médula.
A pesar de que van 17 meses de reestructuración institucional no se ha podido terminar porque ha costado mucho enfrentar las resistencias al interior de esa institución. Recordó que, en su momento, el expresidente Felipe Calderón le entregó su administración a Elba Esther Gordillo, quien lo apoyó en la campaña, “por eso llegó a Miguel Angel Yunes, aunque luego se distanciaron”.
En ese sentido, el jefe del ejecutivo federal compartió que cuando llegaron, se encontraron con una institución plagada de “corrupción, conflictos de intereses, fraude, involucramiento de autoridades de exservidores públicos que habían sido directivos que ahora son propietarios de empresas que dan servicios al Issste.
Y continuó “ahora están en desacuerdo con políticas públicas implementadas por el actual gobierno porque se han detectado fraudes hasta por 15 mil millones de pesos”.
En este informe, agregó que se redujo a la institución a un cascarón porque “la mayoría de servicios del Issste eran privados, no eran del propio gobierno federal, aunque se pensara que sí”. Hasta la elaboración de un caldo de pollo, proporcionar una ambulancia, el servicio de lavado se fue privatizando hasta convertir al Issste en un cascarón.
“’¿Que es propiedad del Issste? Las instalaciones, el servicio de médicos y enfermeras, aunque hay procedimientos donde “se le contrata a un integrador y se le contrata, pero el personal es del Issste… la meta es superar el nivel de satisfacción de recetas de los pacientes que actualmente es del 86 por ciento, aunque en muchos casos es del 75 por ciento o 50 por ciento de las medicinas que se requieren en esas recetas”, finalizó.