La artista mexicana Luz Mari Morales fue seleccionada, por tercer año consecutivo, para participar en la edición del 58 Premio Reina Sofía, en Casa de Vacas-Parque del Retiro, en Madrid, España, con la escultura “Espiral”
Agencia Excélsior
La artista mexicana Luz Mari Morales fue seleccionada, por tercer año consecutivo, para participar en la edición del 58 Premio Reina Sofía, en Casa de Vacas-Parque del Retiro, en Madrid, España, con la escultura “Espiral”, que plasma la representación del infinito y de una mujer que va en ascenso y reconstruye el camino de su vida.
De acuerdo con la justificación de su pieza, ésta representa el camino que elegimos tomar en nuestra vida, donde siempre existen dos opciones: elegir la espiral ascendente que impulsa al ser humano hacia arriba o tomar el camino equivocado y dejarnos arrastrar por una espiral en descenso.
“Para la edición 59 (presenté) la escultura de una espiral, con una mujer que va hacia arriba y lo que simboliza es el camino de la vida. Siempre que tomemos una espiral, basada en valores, basadas en principios que nos lleve hacia arriba, nos libera y nos hace totalmente libres”, comentó en entrevista con Grupo Imagen la creadora que tomó clases de escultura con la artista estadunidense Lorraine Pinto, impulsora del arte cinético en México.
¿Qué representa para usted el haber participado por tercera vez en esta prestigiada selección?, se le preguntó a la creadora que llevó al Premio Reina Sofía 2022 la obra “El árbol de la vida”, y a la edición del año pasado la pieza “Balance”.
“Me siento muy orgullosa, me siento así con el alma desbordada. Es increíble que sí haya valor en tu trabajo, porque los jueces son sumamente estrictos y me llena el alma que las tres veces que he participado, me hayan seleccionado (para ser expuesta) y que tanto valoren mi obra, no sólo los jueces, sino toda la gente que fue a visitar ese museo, porque en total ingresaron cerca 10,000 personas”, destacó.
¿Qué temas le ha interesado llevar al terreno de la escultura? “Empecé con el tema de los animales con curvas muy suaves, porque siempre me ha gustado la naturaleza. Después tomé a la mujer, a la cual retrato en todas mis esculturas porque quiero que la mujer crea mucho en ella y que los hombres también se unan en favor de ella para que juntos logremos muchas cosas. Yo quiero transmitir a todas las mujeres que tenemos un espíritu muy grande y fuerte”.
¿Cuál será su próximo proyecto? “Quiero ganar el primer lugar del Premio Reina Sofía y que mi obra llegue muy lejos, porque creo que, si una escultura puede hablar con el alma, puede mover o conmover a las personas”.
Por último, habló un poco de su estilo: “Inicié como pintora y me encanta la pintura, además empecé siendo realista y, como todos los pintores, vamos teniendo un proceso. Ahorita ya estoy en el terreno de la abstracción. Para mí, en el realismo tengo que poner toda la atención, pero cuando te entregas a la abstracción hay algo que te vas como muy dentro de ti… siento que ahí sí es cuando te dejas llevar y no piensas, sólo sale lo más profundo de ti”.
Luz Mari Morales nació en la Ciudad de México, se graduó en diseño gráfico por la Universidad Anáhuac y desde temprana edad mostró habilidad y gusto por la pintura. A los 10 años comenzó sus estudios de pintura con Emilio Monroy y, posteriormente, tomó clases con creadores como Alejandra Zermeño, Edgardo Basurto, Luz María Solloa, entre otros. Además, estudió en The Art Student League of New York y, hasta el momento ha realizado 13 exposiciones individuales y cerca de 60 colectivas en países como Argentina. Dubai, España, Estados Unidos, Francia e Italia.