La Novena Sinfonía, también conocida como ‘Sinfonía Coral’, es célebre por su complejidad técnica y profundidad emocional, características que se manifiestan culminantemente en el ‘Himno a la Alegría’
Agencia Excélsior
Este 7 de mayo se conmemoran dos siglos desde que Ludwig van Beethoven, uno de los compositores más emblemáticos y revolucionarios de la historia de la música clásica, presentara su Novena Sinfonía. El estreno, ocurrido en 1824 en el Theater am Kärntnertor de Viena, marcó un hito en la carrera del compositor alemán, y también redefinió el futuro de la música sinfónica.
La Novena Sinfonía, también conocida como «Sinfonía Coral», es célebre por su complejidad técnica y profundidad emocional, características que se manifiestan culminantemente en el «Himno a la Alegría», el movimiento final que incorpora voces en una sinfonía, algo inédito hasta entonces. Este movimiento utiliza un poema de Friedrich Schiller, añadiendo una dimensión lírica y filosófica a la obra.
El estreno de la obra fue un evento trascendental, no solo por la música en sí, sino también por las circunstancias personales de Beethoven. Para ese entonces, el compositor estaba completamente sordo, lo que le impedía escuchar su propia obra maestra. A pesar de su discapacidad, dirigió la orquesta y el coro. Al final de la sinfonía, una de las solistas tuvo que girarlo para que pudiera ver la ovación del público, una de las más emotivas de su carrera.
La Novena Sinfonía ha trascendido el ámbito musical y se ha convertido en un símbolo de fraternidad y unidad. Fue adoptada por la Unión Europea como el himno oficial, reiterando su mensaje universal de alegría y hermandad entre los pueblos.
El bicentenario de esta monumental obra se celebra en todo el mundo con una serie de conciertos y eventos especiales, destacando la eterna relevancia de Beethoven y su legado. La Novena Sinfonía no sólo continúa inspirando a músicos y compositores, sino que sigue resonando en el corazón de la humanidad, recordándonos el poder del arte para conectar y enaltecer el espíritu humano.
