Casi la mitad de los candidatos que buscan un escaño nacieron entre 1964 y 1983; de 445, sólo 350 informaron su último nivel de estudios
Agencia Excélsior
El 48.9% de los candidatos al Senado pertenecen a la llamada Generación X, que vivió el México de las crisis económicas y el proceso de transición democrática que permitió la alternancia en la Presidencia de la República, con la primera derrota electoral del PRI del siglo pasado; además, el 97.14% cuenta con estudios de licenciatura a posgrado.
De acuerdo con los datos públicos que los propios candidatos al Senado entregaron para su registro oficial, los mayores de 60 años, que nacieron antes de 1965, representan el 19.8 por ciento.
Hace seis años, cuando por primera vez el entonces INE solicitó a todos los candidatos al Senado que proporcionaran los datos mínimos de edad y grado de escolaridad, la mayoría no lo entregó, por lo que no es posible hacer la comparación en torno a candidatos, mientras que, en diversos casos, los actuales senadores tienen grados académicos que no tenían cuando iniciaron sus funciones hace un sexenio.
En esta ocasión, de acuerdo con la revisión realizada por Excélsior, las coaliciones Fuerza y Corazón por México, Sigamos Haciendo Historia y el partido Movimiento Ciudadano, así como Morena, PAN, PRI, PRD, PT y PVEM en entidades que compiten por separado, registraron un total de 445 candidatos al Senado por mayoría relativa y por Lista Nacional o plurinominales.
Pero, de ese universo, sólo 414 entregaron los datos básicos para que los ciudadanos puedan conocerlos y únicamente se refiere a su edad; de ellos, sólo 350 informaron cuál es su grado último de estudios; es decir, 64 sí informaron de sus propuestas y de su edad, pero no de su nivel de estudios.
Destaca también que, en el caso de la senadora que compite por la reelección, Citlalli Hernández Mora, fue estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM y en 2018 no había concluido la carrera; en su semblanza curricular del Senado sólo especifica que tiene “estudios de comunicación”, pero en los datos que tiene el INE aparece como titulada en nivel licenciatura. Excélsior hizo una búsqueda en el Registro Nacional de Profesionistas de la SEP, así como en el sitio de consulta Búho Legal y no encontró información sobre su titulación.
Hay casos, como el de David Saúl Guakil, candidato de Movimiento Ciudadano en Baja California, que informó estudios de licenciatura no concluidos.
Con la información disponible se observa que los candidatos al Senado tienen grados de estudio de al menos licenciatura, pues 206 tienen ese nivel de escolaridad, lo que representa el 58.8% de los 350 que proporcionaron esa información.
El segundo grado académico es la maestría, pues 99 candidatos, equivalente a 28.28% del total, declaró tener estudios concluidos y titulación en ese nivel y el tercer grado con el mayor número de candidatos es el doctorado, al sumar 27; mientras que hay ocho con especialidad; es decir, 340 de los 350 candidatos, que representan el 97.14%, tienen grado escolar posobligatorios.
Mientras que dos tienen el grado de secundaria; cuatro tienen nivel técnico y cuatro más llegaron al bachillerato, con lo cual se perfila una composición del Senado con uno de los más altos niveles académicos.
Y respecto a las edades, la consulta de los datos proporcionados por el INE permite observar que el 68.7% de los candidatos tienen entre 41 y más de 60 años de edad; es decir, que nacieron entre 1942, como es el caso del priista Carlos Aceves del Olmo, que tiene 83 años y 1983, pero 48.9% se ubica entre los 41 años y 60 años de edad, lo que implica que nacieron entre 1964 y 1983, que corresponden a la llamada Generación X.
Con el antecedente del antiguo Parlamento de Inglaterra, en 1215, que después incluyó a los parlamentos escocés e irlandés, y que desde 1800, México decidió contar con un sistema bicamaral que incluyera una Cámara de Diputados, en similitud a la Cámara de los Comunes, y una Cámara de Senadores, como la Cámara de los Lores, de acuerdo con diversos historiadores mexicanos, y en 1824 comenzó a funcionar, después fue eliminado y restaurado hace 175 años.
Y en este año que celebra sus 200 años, el Senado transita hacia una generación de legisladores que en un 48.9% vivió el México que superó crisis económicas, niveles de inflación anual de 128.89% en 1987 y de 125.43% en 1988, de acuerdo con el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas; un terremoto que destruyó diversas zonas de la capital y unas elecciones presidenciales, en 1988, que por primera vez puso en peligro el triunfo priista en la Presidencia de la República y que derivó en la intensificación de acuerdos para lograr la alternancia política.