sábado, octubre 5, 2024

Medios tradicionales quedaron rebasados

Especialistas concluyeron, tras el monitoreo del proceso 2023-2024, que el impacto de radio y televisión se redujo significativamente frente a espacios digitales

Agencia Excélsior

Aun cuando celebraron el nivel de equidad que los candidatos alcanzaron en la cobertura mediática de 2024, gracias a los cambios que IFE e INE han impulsado, especialistas alertaron que el actual modelo de monitoreo se agotó.

La advertencia fue lanzada por académicos que ayer participaron en el foro de debate Contribuciones del monitoreo noticioso en el proceso electoral 2023-2024 y retos a futuro, organizado por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).

Rubén Flores González, del Centro de Estudios de Opinión y Análisis de la Universidad Veracruzana, y Juan Larrosa Fuentes, director del Departamento de Estudios Socioculturales del ITESO, coincidieron en que el impacto de la radio y la televisión se ha reducido significativamente frente a los espacios digitales.

En tanto, Carlos Muñiz Muriel, al frente del monitoreo del proceso electoral 2023-2024 en la UANL, y Alma Iglesias González, investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, sostuvieron que la influencia de la radio y la televisión siguen siendo clave en la difusión de la información política, particularmente en el caso de las zonas no urbanas.

A convocatoria del INE y de la UANL, sus resultados son actualmente materia de análisis por parte de estudiosos de ciencia política, de comunicación y elecciones.

AVANZA LA EQUIDAD, BAJA INTERéS

Jorge Moreno Troncoso, director de Administración de Tiempos del Estado en Radio y Televisión, señaló que en esta precampaña los medios dedicaron 50% más del tiempo que en procesos como el de 2012 y 1.6 más que en el de 2018.

Precisó que, en el caso de la cobertura tanto a las candidaturas presidenciales como a diputados federales y senadores, “lo verdaderamente interesante es apuntar que las campañas de este año han tenido una notable disminución en la cobertura de medios: con casi 4,400 horas de tiempo dedicado a las campañas de 2024 tuvieron una difusión 47 por ciento menor que las del 2012 y 48 por ciento menor que las de 2018”.

Alertó que este cambio no es menor porque estudios como la Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales del 2023 señalan que el 75 por ciento de los encuestados sintonizan canales de televisión abierta y 35 por ciento sintonizan canales de radio, frente al 54 por ciento que consumen contenidos audiovisuales por internet.

FIN DE LA PERSUACIÓN

Tenemos ahora el monitoreo perfecto para una era que ya pasó”, comentó Rubén Flores González, integrante del Comité Coordinador de la Red de Observatorios de Medios, al señalar que la ciudadanía está eligiendo contenidos de entretenimiento por encima de los políticos y que los consumidores de éstos optan ahora por plataformas y contenidos afines a sus ideas preconcebidas por sus vínculos sociales y familiares.

De tal manera que la capacidad persuasiva de los medios tradicionales y particularmente de la radiodifusión se ha reducido muchísimo. Yo diría que casi, casi no existe”, planteó el académico de la Universidad Veracruzana.

Dijo Flores González que el equilibrio en los medios se alcanzó una vez que, gracias a la ley vigente, se redujeron las ganancias para los medios respecto a la promoción de los políticos.  “Y por esta razón, los sesgos se han trasladado a otros lados, a otras plataformas que no están siendo objeto de la atención institucional”.

En el mismo sentido, Juan Larrosa Fuentes describió al actual sistema de medios como híbrido y con “una fuerte fragmentación en la esfera digital, dando lugar a un entorno donde los múltiples actores y plataformas compiten por la atención de las audiencias”.

El coautor del libro Manual para la observación de medios comentó que la pregunta ahora es “¿cómo hacer un diseño metodológico para el entorno comunicacional y que nos rodea y que es fundamentalmente distinto a lo que ocurría hace 30 años?”.

Porque, alegó Larrosa Fuentes, si se pretende monitorear la cobertura de las campañas, habría que reconocer que ahora “la mayor parte del trabajo no ocurre en la radio y la televisión”.

Ambos académicos del SNI consideraron necesario modificar el esquema de monitoreo para incluir estas nuevas realidades.

 

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