Por Jorge Ceballos
Los priistas no han entendido que el pasado 2 de junio perdieron la elección. Tampoco comprenden que ese partido se encuentra en vías de extinción, es tal su ceguera que se aferran a creer que están destinados a defender la “democracia”: viven en el reino de al revés.
Con la reelección de Alejandro Moreno Cárdenas, el PRI está destinado a convertirse en un mal recuerdo de la forma de hacer política en nuestro país.
Los asistentes a la 24 Asamblea Nacional del ex hegemónico partido gobernante del siglo anterior dieron muestras de que se sienten a gusto actuando como esquiroles del impresentable “Alito” Moreno, de otra forma no se entiende el porqué lo hayan reelegido y dejar abierta la posibilidad que permanezca en la dirigencia hasta 2032.
Es cierto que desapareciendo el PRI se le haría un gran favor a México, sin embargo, mantener sostener a su actual dirigente es la antítesis de partido demócrata.
Olvidaron rápido
A los priistas que actuaron como “matachines”, se les olvidó que hace apenas un par de meses, durante la campaña presidencial se desgarraban las vestiduras presentándose como un partido democrático que buscaba salvar al país de -según ellos- imposiciones. Actualmente con la reelección de Moreno Cárdenas los priistas de todo el país dan muestras de ser masoquistas, porque solamente siendo amantes del dolor propio pueden sostener a un dirigente que solo ha sabido apoderarse de la voluntad de su escasa militancia.
Tanto Alejandro Moreno Cárdenas como quienes fueron integrantes de la Asamblea Nacional del PRI, emularon a Vargas aquel personaje peliculesco de “La Ley de Herodes” quien en la ficción reformó a su conveniencia la Constitución para permanecer al frente de la presidencia municipal De San Pedro de los Aguados. En la realidad los militantes tricolores adecuaron sus estatutos para eternizar a su líder.
Los militantes del PRI se han acostumbrado desde 2019 que arribó a la dirigencia “Alito” Moreno a sufrir cuanta derrota electoral se presente. Es por ello que con esta decisión dan muestras de sentirse bien con el dolor.
En la conducta de los militantes del tricolor queda a la perfección aquella frase que reza: los perros y los gatos abren los ojos a los 15 días, los priistas no los abrirán.
Ante el actual panorama del tricolor con la eternización en la dirigencia por parte de Alejandro Moreno, es de risa loca que algunos liderazgos priista de Chiapas aseguren que están a favor de la democracia, cuando al interior de ese partido siguen actuando con imposición y viendo a esas siglas como una agencia de colocaciones.
¿Con qué autoridad moral los militantes del PRI de Chiapas pueden hablar de democracia? Seguramente con la misma que hace unos meses aseguraban que “la experanza {sic) había cambiado de manos”. Es decir, seguirán viéndose como simples esquiroles de un personaje político tan folclórico e impresentable como su líder.
Desesperados
A muchos que ansían tener un espacio en el próximo gabinete estatal les está ganando la desesperación. Algunos han llegado al extremo de promocionarse a través de corifeos para ser tomados en cuenta.
¿Tanta es la necesidad de llegar a sangrar las arcas del gobierno de Chiapas?
Los primeros indicios del próximo gabinete se verán luego del 1 de octubre tras la toma de posesión de Claudia Sheinbaum… Hasta la próxima.