David Vargas, alumno de posgrado de la Universidad Autónoma de Chapingo, creó este proyecto con el fin de mejorar la productividad y hacer frente a la escasez de mano de obra
Agencia Excélsior
Con el fin de mejorar la productividad, reducir costos y mitigar el impacto de la escasez de mano de obra en el cultivo de mango en Guerrero, David Vargas Cano, estudiante de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh), plantea el uso de drones en este sector agrícola.
El proyecto consiste en una navegación autónoma para detectar los frutos maduros, su clasificación y recolección y obtener así una eficiencia operativa, detalló el alumno de posgrado en Ingeniería Agrícola y Uso Integral del Agua y responsable del estudio junto al doctor Federico Felix Hanh Shlam, quien falleció el pasado abril.
En Guerrero vimos cómo se realiza la cosecha, todo es manual. Se requiere de mucha mano de obra, que los trabajadores se suban a los árboles, además de que es una actividad peligrosa para ellos, y como muchas veces los frutos no son de calidad porque se cosechan a montones, es decir, como el productor está metiendo mano de obra, lo que quiere es obtener la mayor cantidad de frutos para vender. Entonces muchos frutos no están en su etapa de madurez, no tienen una buena vida de anaquel, no son productos de calidad y cuando se requieren para exportación no cumplen las normas”, explicó en entrevista para Excélsior.
Añadió que el proceso se llevó a cabo con drones comerciales y uno ensamblado en la UACh, equipado con cámaras RGB y sistemas computacionales avanzados.
Usamos algoritmos de detección de objetos que, mediante una cámara, el dron pudiera reconocer el fruto y mediante un proceso de la imagen saber en qué etapa de madurez se encontraba y si es adecuado o no cosecharlo, para después realizar el corte del fruto y posteriormente recolectarlo, ya sea en dos formas, que corte el fruto y se recolecte de forma manual o que el mismo dron lo corte y lo deposite en algún contenedor, lo cual es un poco más tardado por su batería”, indicó.
David Vargas precisó que los drones cortarán el pedicelo del mango con una mezcla de ácido nítrico y con carbón activado para evitar que la sustancia que sale de la fruta la queme y genere esas manchas negras que se ven en la capa externa cuando se consume, además de que no siempre se hará cuando éstas estén al 100% de su madurez.
Va a depender. Digamos que un fruto se va a cosechar en su etapa de madurez fisiológica, que es cuando cumple con ciertos estándares, por ejemplo que tenga un 12% de materia seca, ése podría ser el parámetro para decir este mango está en su etapa óptima de cosecha. Sin embargo dependiendo de las variedades de mango, los parámetros también pueden ir cambiando o si requerimos un mango que tenga más vida de anaquel podemos cosecharlo un poco más verde se podría decir porque todavía va a madurar. Entonces, importa siempre a qué mercado lo vamos a dirigir.
Otra cosa que se plantea es que se equipe el dron con una cámara que detecte el tamaño del fruto, por qué, porque algunas veces en las empacadoras te piden que el mango cumpla con ciertos estándares, en este caso el tamaño, que sea de cierto calibre porque va a cierto mercado”, comentó.
El estudiante de la Universidad Autónoma de Chapingo aclaró que el proyecto se encuentra en su etapa final y éste no plantea sustituir la mano de obra, sino como apoyo a los agricultores.
(La idea) en sí es aportar más al campo, llevar estas tecnologías. A veces el productor está muy abandonado, principalmente cuando son pequeños, y no tiene la economía para contratar a los trabajadores.
Estos pueden cosechar, dependiendo la experiencia que tengan, hasta 30 rejas de mangos, un equipo, un dron, por ejemplo, podría equipararse a eso. El detalle es que el dron podría realizar las actividades, se podría decir que a todas horas, siempre y cuando el clima lo permita, pero al final va a depender de una persona, por eso no reemplazará a la mano de obra, sino es una herramienta que ayude”, finalizó.
