Más de 85% de las especies se encuentran en peligro de extinción o en alguna categoría de riesgo, según directivos
Agencia Excélsior/GUADALAJARA
Enclavado en la zona urbana de la capital del estado de Jalisco, el zoológico Guadalajara es considerado el mejor de América Latina, con instalaciones que superan los estándares internacionales en cuidado y bienestar animal.
Luis Soto Rendón, director general del Zoológico Guadalajara, aseguró que este recinto con 36 años de historia es hoy una Arca de Noé, ya que más de 85% de las especies que habitan en sus 50 hectáreas de terreno se encuentran en peligro de extinción o en alguna categoría de riesgo.
Tal es el caso de animales emblemáticos como el lobo mexicano, el manatí y la tortuga casquito o ejemplares únicos en Latinoamérica como el rinoceronte de la India, el pingüino de la Antártida y el orangután de Borneo.
David Espinosa Avilés, director técnico del Zoológico Guadalajara, explicó que si no fuera por los zoológicos y un programa binacional México – Estados Unidos, el lobo mexicano ya no existiría, luego de ser declarado como extinto del medio natural en los años 70.
Con la importante labor de conservación de los zoológicos, que rescataron a los que quedaban, el lobo mexicano logró dar el brinco en 2019, al pasar de la categoría de extinto a ‘en peligro de extinción’, gracias a liberaciones y el nacimiento de camadas en vida libre”, detalló.
Por su parte, Ricardo Dávalos Saénz, encargado del Herpetario, señaló que la tortuga casquito, endémica de Puerto Vallarta, encontró un hogar en el zoológico Guadalajara, donde se emprendieron acciones para que algún día pueda regresar a su hábitat.
La tortuga casquito de Vallarta es una especie que se acaba de descubrir hace apenas cinco años y ya está considerada en peligro de extinción, por la destrucción de su entorno, debido al avance de la mancha urbana y la construcción de complejos turísticos”, lamentó.
En tanto, Ana María Pellat, médica veterinaria zootecnista, indicó que actualmente los rinocerontes de la India, se encuentran en un estado vulnerable, con aproximadamente tres mil 500 o cuatro mil ejemplares habitando reservas protegidas.
Hace algunos años, su población llegó a descender a 100 ejemplares, y estaba en peligro de extinción, pero gracias a los proyectos de conservación aumentó la población del rinoceronte de la India”, manifestó.
Métodos modernos
En el Zoológico Guadalajara se hace un manejo de los ejemplares de vida silvestre, para no anestesiarlos si se requiere brindarles atención médica, toma de muestras o realizar estudios preventivos.
Se trata de un entrenamiento voluntario, que se practica a diario con los animales para que cooperen colocándose en diferentes posiciones, subiendo a una báscula o enseñando los dientes, llamado condicionamiento operante con refuerzo positivo, que logra su cometido con premios.
Carlos Gómez Medina, jefe de Manejo Conductual, hizo una demostración a Excélsior, con la elefanta africana Kenya, quien saca su enorme oreja por uno de los barrotes del cuarto de noche, para que se le pueda tomar sangre o su pesada pata para que le hagan una limpieza y revisión exhaustiva.
Uno de los ejercicios que fomentamos con ella, es precisamente que nos enseñe patas y manos, porque puede haber problemas podales, de tipo estructural, funcional o infeccioso”, comentó.
Además, en el acuario del Zoológico Guadalajara conocimos a los manatíes Claudia y Lorencillo, que trabajan en el agua con el biólogo marino Miguel Ángel Navejas, quien logra que los ejemplares giren completamente su cuerpo y queden boca arriba.
Es el manejo más complejo que tenemos con ellos, porque ahí es donde tomamos la muestra de sangre de su aleta”, reveló.