miércoles, noviembre 27, 2024

Daño en zona arqueológica: Cuestionan omisión del INAH en ‘El Calvario’

Habitantes de Milpa Alta señalaron que las autoridades no delimitaron la zona afectada con sellos de clausura

Agencia Excélsior

Habitantes de la alcaldía Milpa Alta cuestionaron la inacción del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ante el daño en los vestigios arqueológicos del sitio arqueológico Atezcatlán, también conocido como El Calvario, y lamentaron que, aunque se detuvieron las obras con maquinaria pesada, que afectaron a un montículo, no se delimitó la zona afectada, no existe sello de clausura del INAH ni se ha aportado información a los habitantes de San Antonio Tecómitl.

¿Por qué en tanto tiempo nunca hicieron nada las autoridades (del INAH)?”, cuestionó uno de los habitantes de la zona que la tarde del domingo se manifestó en contra de la afectación del montículo parcialmente derruido, pese a ser un vestigio único en su tipo, que tuvo una ocupación entre los años 600 y 900 d.C.

Y agregó: “Porque aquí los que le dieron mantenimiento (al sitio) fuimos los habitantes del pueblo, nosotros hicimos una barda (para detener el colapso de los muros prehispánicos) y nos costó. Además, el proyecto (de esta obra) no es de ayer, sino de 2023 y el INAH no estuvo al pendiente de lo histórico”.

El pasado 26 de agosto, Excélsior informó que cronistas de Milpa Alta denunciaron en redes sociales que, a raíz de obras realizadas por autoridades de la demarcación, se destruyó parcialmente un montículo en el sitio conocido como El Calvario, para adaptar una rampa, una escalera y una barda perimetral, pese a estar catalogado como basamento prehispánico por parte del INAH.

Durante la protesta, la arqueóloga Blanca Paredes detalló que desde 2014 se elaboró la cédula de registro oficial del sitio, la cual se encuentra ante la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos del INAH.

Aseguró que la delimitación del sitio dio pie a un plano, el cual reconoce la dimensión del sitio y de la urbanización que se profundizó en 2015. “Y cuando se hizo esta actividad, de mi parte y de mis alumnos, siempre ha sido con el llamado de los vecinos circundantes al sitio, pero también de las autoridades (comunales) competentes”.

E insistió en que ninguna autoridad puede realizar este tipo de obras sin avisar previamente al INAH, dado que, en su momento, se notificó que el espacio forma parte de un monumento prehispánico.

Finalmente, Paredes aseguró que “la autoridad o quien resulte responsable de estos hechos tendrá consecuencias en el sentido que debe responder por qué efectuó esto sin dar conocimiento al INAH, a fin de recibir asesoría y revisar el proyecto que la comunidad había planteado; no negarlo, sino revisarlo para llegar a acuerdos en beneficio de la comunidad y de la protección de este bien prehispánico”.

Daños. El 26 de agosto, Excélsior informó que cronistas de Milpa Alta denunciaron en redes sociales que a raíz de la realización de obras se destruyó un montículo.