Kim Kardashian aboga por la liberación de los hermanos Menéndez tras 28 años de la sentencia de cadena perpetua
Agencia Excélsior
Kim Kardashian ha vuelto a utilizar su plataforma para defender causas de justicia penal, esta vez en apoyo de Erik y Lyle Menéndez, quienes fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en 1996 por el asesinato de sus padres en su casa de Beverly Hills.
El caso de los Menéndez ha sido un tema de interés mediático durante más de tres décadas, pero ahora ha resurgido debido a la intervención de Kardashian y la revisión que está realizando la Fiscalía del Distrito de Los Ángeles.
Kardashian publicó un ensayo personal en NBC News el 28 de septiembre de 2024, donde detalla sus razones para pedir la reconsideración de las sentencias de los hermanos.
En el texto, sostiene que la historia de Erik y Lyle es mucho más compleja de lo que se percibe públicamente, y que los abusos físicos, sexuales y emocionales que sufrieron a manos de sus padres fueron un factor clave en su toma de decisiones. Además, argumenta que ambos no tuvieron un juicio justo y que, de haberse juzgado hoy en día, el resultado habría sido diferente.
Los abusos detrás del crimen
El 20 de agosto de 1989, Erik y Lyle Menéndez, de 18 y 21 años respectivamente, asesinaron a sus padres, José y Kitty Menéndez, en lo que parecía ser un brutal ataque motivado por codicia.
Durante el juicio, los hermanos alegaron que el crimen fue el resultado de años de abusos severos que comenzaron en su infancia. Según Lyle, su padre comenzó a abusar sexualmente de él cuando tenía solo seis años, mientras que Erik afirmó que sufrió abusos físicos y sexuales continuos durante más de una década.
Los hermanos describieron una infancia marcada por el miedo, control y agresión de sus padres. Según ellos, el asesinato fue una «salida desesperada» para poner fin a la pesadilla en la que vivían.
Durante el primer juicio, familiares de los Menéndez testificaron a favor de los hermanos, corroborando los abusos que ambos alegaron haber sufrido.
Kardashian subraya en su ensayo que estos abusos, que fueron el eje de la defensa en el primer juicio, se redujeron considerablemente en el segundo. Los hermanos enfrentaron dos juicios; en el primero, los jurados no lograron llegar a un veredicto unánime, lo que resultó en juicios nulos. Sin embargo, en el segundo juicio, llevado a cabo en un contexto mediático mucho más intenso debido al caso de O.J. Simpson, las reglas cambiaron drásticamente.
Un juicio cuestionado
En el segundo juicio, el juez impuso restricciones significativas, impidiendo que mucha de la evidencia de abuso fuera presentada y no permitiendo que el jurado considerara el homicidio involuntario como una opción.
Además, el juez decidió que ambos hermanos serían juzgados por el mismo jurado, lo cual, según Kardashian, privó a Erik y Lyle de la posibilidad de defenderse adecuadamente.
Kardashian destaca que, al eliminar la mayoría de los testimonios sobre el abuso, la defensa de los Menéndez quedó debilitada. El fiscal, además, ridiculizó la falta de evidencia presentada por la defensa sobre los abusos, a pesar de haber sido excluida previamente. Como resultado, los hermanos fueron condenados por asesinato en primer grado.
Kim Kardashian argumenta que, si los hechos se hubieran presentado en un tribunal actual, donde existe una mayor conciencia sobre el abuso sexual masculino y el impacto del trauma infantil, el resultado del juicio habría sido radicalmente diferente.
Además, señala que los sistemas de apoyo para sobrevivientes de abuso eran casi inexistentes en la década de los 90, especialmente para varones, lo que afectó la percepción pública y judicial del caso.
El cambio de los Menéndez en prisión
En su ensayo, Kardashian también aboga por una reconsideración de las sentencias debido al cambio que ambos hermanos han mostrado durante su tiempo en prisión.
Han pasado casi 35 años desde su encarcelamiento, tiempo durante el cual los Menéndez han obtenido títulos universitarios y trabajado en roles de apoyo dentro del sistema penitenciario, incluidos cuidados paliativos para reclusos ancianos y mentores para programas educativos.
Kardashian compartió que ha visitado a los hermanos en prisión y asegura que no son «monstruos», como los medios los describieron en su momento.
«Han mostrado un compromiso genuino con ayudar a otros y rehabilitarse», afirma. Incluso mencionó que uno de los alcaides de la prisión dijo que se sentiría cómodo viviendo junto a ellos si fueran sus vecinos.
Nuevas pruebas y una posible revisión
El caso de los Menéndez ha vuelto a la palestra mediática, en parte gracias a la reciente revelación de una carta de 1988, en la que Erik describe a su primo los abusos sexuales que sufría a manos de su padre. Esta carta, junto con las solicitudes de más de 24 familiares para que se revisen las sentencias, ha llevado a que la Fiscalía del Distrito de Los Ángeles esté reconsiderando el caso.
Kardashian concluye su ensayo apelando a la compasión y el entendimiento de la complejidad del caso. Aunque no excusa los asesinatos, cree que las décadas de abuso que sufrieron Erik y Lyle deberían haber sido tomadas en cuenta de manera más justa y completa en su juicio.
«Se lo debemos a esos niños que nunca tuvieron la oportunidad de ser escuchados», escribe.
Con este nuevo enfoque en el caso y la revisión pendiente por parte de la fiscalía, el destino de los hermanos Menéndez podría cambiar después de más de tres décadas de encarcelamiento.
