Por Jorge Ceballos
“Las redes sociales son la guarida de una legión de idiotas -perdón por la descripción- que se sienten dueños de la verdad absoluta”, así lo mencionó en su momento el desaparecido filósofo italiano Umberto Eco -sin H-. Quizá, le asista la razón o, tal vez su apreciación tenga algunas excepciones.
Comienzo esta entrega de Entrelíneas con lo apreciación de tan destacado filósofo porque durante los últimos días de la semana anterior, precisamente en el “excelso” tribunal en el que se dirimen -ahora- los asuntos públicos -redes sociales- comenzaron a surgir afirmaciones en torno a la salida de Zoé Robledo Aburto de la dirección general del IMSS.
La carroña informativa, en la que han caído muchos de los que se dicen “periodistas” pasó de un tema público a la intromisión a la vida privada del funcionario federal y de la actual presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde Luján.
Todo el golpeteo mediático se derivó de un trascendido de un espacio de un diario de circulación nacional, sin embargo, en Chiapas existen infinidad de personas que a todo le ponen pies y cabeza y más si hay alguien que pague para golpear a quien consideran adversarios.
Es decir, la prostitución informativa alcanza niveles reprochables e indecentes.
Esta guerra sucia sirve para darnos cuenta del nivel de periodismo que algunos -no todos- ejercen en Chiapas. Llama la atención que muchos de los que el fin de semana atacaron la vida privada y familiar de Zoé Robledo, apenas hasta antes de agosto de 2023 eran los que se desvivían en campañas aplaudidoras en el momento en que buscaba la candidatura de Morena al gobierno de Chiapas y que ahora lo defenestran al no haber llegado a ese objetivo.
Los voceros de esa guerra intestina contra Robledo Aburto son los mismos que denigran a esta noble labor del periodismo. Se comportan sin el menor escrúpulo y menos ética periodística, todo ello porque muchos aprovecharon el boom de las redes sociales para ceñirse a una actividad de la que simplemente no conocen sus principios básicos.
Esos voceros de guerras de lodo jamás se han enterado que para brindar una información se tiene que hacer con los elementos y las pruebas. Pero, además, jamás entenderán que la cosa pública no se debe concatenar con la vida privada de ningún actor político por más monedas que les lancen para que bailen alegremente.
Desmiente renuncia
Luego del linchamiento que vivió en redes sociales, fue el propio Zoé Robledo Aburto quien salió a desmentir su renuncia al IMSS.
A esa información esos falsos comunicadores no le dieron el tratamiento que debieron, ellos se fueron por el chisme que se inventó y no por la parte del desmentido del funcionario, y esto era obvio porque fueron contratados para desacreditar a alguien a quien simplemente ven con crecimiento exponencial en la vida pública nacional… Hasta la próxima.