Alberto García | Tapachula
El fenómeno migratorio se ha vuelto complicado en la frontera sur, ante el ingreso desmedido de miles de personas. Según información de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, entre los meses de enero y agosto, casi un millón de personas en situación migratoria irregular ingresaron a México.
Este flujo representa un aumento de 131 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, siendo por la frontera sur por donde cruza la mayoría de ellos, sobre todo Chiapas y Tabasco.
Es evidente que las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) se ven rebasados en su capacidad de atención y propician las caravanas de extranjeros que se organizan para irse al norte del país.
Por esta razón, la Organización No Gubernamental Médicos sin Fronteras insiste en la necesidad de abordar las consecuencias de la violencia, proporcionar vías seguras de migración y reforzar los servicios básicos disponibles.