La ceremonia religiosa estuvo a cargo del sacerdote Gilberto Velázquez, director del Centro Minerva Bello.
Agencia Excélsior/TECPAN, Gro.
Al cumplirse 50 años de la muerte del guerrillero Lucio Cabañas Barrientos, familiares, representantes de diferentes organización y exguerrilleros acudieron a la comunidad de El Otatal, en este municipio, para realizarle un homenaje, justamente en el lugar donde el luchador social fue abatido.
En el lugar hay una cruz de madera con su fecha de nacimiento y el día de su muerte, 15 de diciembre de 1937-2 de diciembre de 1974.
En el homenaje participaron varios oradores, la primera en hablar fue su hija, Micaela Cabañas, quien aseguró que su padre dejó “un gran legado y una gran herencia a Guerrero y a México.”
También participo su hermano Pablo Cabañas, quien se encontraba preso cuando Lucio murió, y afirmó que las ideas son una semilla que tienen que germinar, “y yo digo que Lucio creció después de muerto, fue germinando en todos los corazones, en toda la gente que él defendió”.
La ceremonia religiosa estuvo a cargo del sacerdote Gilberto Velázquez, director del Centro Minerva Bello. La mayoría de las personas que participaron en el homenaje nunca había subido hasta este lugar en la parte baja de la sierra.