miércoles, enero 22, 2025

Gabinete de seguridad israelí aprueba el acuerdo de tregua en Gaza

Se espera que los primeros rehenes israelíes sean liberados este domingo; el acuerdo aún falta negociarse en sus siguientes fases.

Agencia Excélsior

El gabinete de seguridad israelí aprobó este viernes el acuerdo de alto el fuego en Gaza, que debe entrar en vigor el domingo entre Israel y Hamás, aunque siguen los bombardeos en el territorio palestino. Los ataques israelíes en la Franja de Gaza causaron más de un centenar de muertos, según los equipos de emergencia, desde el anuncio el miércoles del acuerdo. El ejército indicó el jueves que había atacado unos «50 objetivos» en 24 horas.

El acuerdo anunciado por Qatar y Estados Unidos tras 15 meses de guerra prevé, en una primera fase de seis semanas, liberar a 33 rehenes en Gaza, a cambio de cientos de prisioneros palestinos retenidos en Israel.

«A la espera de la aprobación por parte del gabinete [de seguridad] y del gobierno, y el cumplimiento del acuerdo, la liberación de rehenes podrá producirse de acuerdo con el plan previsto a partir del domingo», indicó el viernes la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu horas antes de su aprobación.

Las familias de los rehenes también fueron informadas y se estaban llevando a cabo los preparativos para recibirlos, según la misma fuente. Sin sorpresas, Netanyahu obtuvo la mayoría para aprobar el acuerdo, pese al rechazo de algunos ministros de extrema derecha.

Uno de ellos, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, declaró que dimitiría si el gobierno adoptaba el acuerdo, que tachó de «irresponsable», aunque matizó que su partido, Poder Judío, no abandonaría la coalición con Netanyahu.

Israel acusó el jueves a Hamás de haber «incumplido partes del acuerdo (…) en un intento por obtener concesiones de último minuto». Pero un alto dirigente del movimiento islamista palestino, Sami Abu Zuhri, replicó que las acusaciones no tenían «ningún fundamento».

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, señaló no obstante que «confía» en que el pacto se implemente según lo previsto a partir del domingo. Antes del inicio de la tregua, desplazados palestinos se preparaban para volver a casa.

«Espero el domingo por la mañana, cuando anuncien el alto el fuego», dice Nasr al Gharabli, que huyó de Ciudad de Gaza, en el norte, hacia un campo de refugiados más al sur. «Voy a besar mi tierra. Lamento haberla dejado. Si hubiera muerto en mi tierra, habría sido mejor que ser un desplazado aquí», asegura.

La guerra, que ha dejado en Gaza un nivel de destrucción «sin precedentes en la historia reciente», según la ONU, estalló el 7 de octubre de 2023 tras el sangriento ataque de Hamás en suelo israelí. Los comandos islamistas mataron a mil 210 personas, en su mayoría civiles, según un recuento a partir de datos oficiales. También secuestraron a 251 personas, de las que 94 permanecen en Gaza. Al menos 34 de ellas habrían fallecido, según el ejército israelí.

Israel emprendió una campaña de represalia que ha matado a al menos 46.788 personas en la Franja de Gaza, sobre todo civiles, según datos del Ministerio de Salud del gobierno de Hamás, que la ONU considera fiables.

El pacto prevé una primera fase de seis semanas a partir del domingo en la que se implementará un alto el fuego, se liberarán 33 rehenes y las tropas israelíes se retirarán de las zonas densamente pobladas. Israel excarcelará a cientos de prisioneros palestinos.

La segunda fase, todavía en negociación, contempla la liberación del resto de rehenes y la retirada de las tropas israelíes. La tercera y última fase se centrará en la reconstrucción del territorio palestino y en la devolución de los cadáveres de los rehenes muertos.

El alto el fuego no resuelve el escollo sobre el futuro político de la Franja de Gaza, de 2.4 millones de habitantes, gobernada desde 2007 por un Hamás ahora muy débil. Israel se opone a que a partir de ahora lo administre Hamás o la Autoridad Palestina, que gobierna Cisjordania con competencias limitadas, y los palestinos rechazan cualquier injerencia extranjera.