Pese a regirse bajo los principios de austeridad republicana, en ambas empresas estatales podrán aplicar remuneraciones equivalentes a las existentes en la industria
Agencia Excélsior
Aunque Pemex y CFE deberán aplicar los principios de la austeridad republicana, podrán contratar o mantener a empleados que ganen incluso más que la Presidenta de la República, pues las nuevas leyes que regirán a ambas empresas estatales ordenan pagarles “de manera equivalente a las existentes en la industria”.
Según datos de PayScale, en Texas, por ejemplo, un ingeniero petrolero gana al mes 13 mil 695 dólares al mes, lo que equivale a 287 mil 595 pesos, en razón de 21 pesos por dólar. Un ingeniero petrolero australiano gana el equivalente a 249 mil 761 pesos, mientras que el salario presidencial mensual es de 239 mil 792 pesos.
La iniciativa de nuevas leyes que aplicarán a Pemex y a la CFE establece que “las remuneraciones para el personal se deben calcular de manera equivalente a las existentes en la industria o actividad de que se trate y que permitan que las empresas cuenten y conserven las personas trabajadoras idóneas”.
Dispone que “la política de recursos humanos puede prever el otorgamiento de incentivos o de percepciones extraordinarias por el cumplimiento de metas sujetas a la evaluación del desempeño.
En el ejercicio del presupuesto de servicios personales, la Comisión Federal de Electricidad se debe sujetar a lo dispuesto en el Capítulo VI del Título Cuarto y demás disposiciones aplicables de esta Ley”, ordena.
También indica que “la política de contratación de personal no sindicalizado debe establecer los mecanismos para que los procesos de contratación permitan realizar la selección idónea de las personas trabajadoras que cumplan con los requisitos establecidos para el desempeño de las funciones y grado de especialización.
La creación de puestos, modificaciones a la estructura organizacional y las plantillas de personas trabajadoras, transferencia de plazas y contratación o nombramiento de las personas trabajadoras de la Comisión Federal de Electricidad y sus empresas filiales sólo atienden a la mejor eficiencia operativa de las empresas y debe considerar los principios y lineamientos de austeridad a que se refiere la presente Ley”, precisa.
Ambas empresas estatales tendrán como parte de sus obligaciones de austeridad “promover el uso eficiente de los recursos públicos y evitar gastos innecesarios; transparentar los procedimientos, gastos y contrataciones e informar a los entes de fiscalización correspondientes; priorizar el beneficio público y el cumplimiento de objetivos sociales estratégicos.
Además, “priorizar el uso racional de los recursos y evitar gastos que no generen beneficios para la población; simplificar procesos que no afecten la continuidad de las operaciones, no vulneren la seguridad de los trabajadores”.
De igual manera, “eficientar la estructura organizacional y ocupacional sin incrementar el presupuesto autorizado, bajo principios de austeridad y racionalidad y evitar duplicidades de funciones; racionalizar la entrega de donativos y donaciones; realizar acciones de eficiencia energética en el uso de las instalaciones de inmuebles y vehículos”.
Entre las disposiciones de ley que propone la Presidenta en ambas leyes está “eficientar el consumo de papelería, de artículos de oficina, de servicios de mensajería, y de telefonía móvil y fija; racionalizar el uso de transportación privada terrestre, marítima y aérea, sin afectar la operación de la empresa y la seguridad de los trabajadores.
Enajenar los bienes muebles e inmuebles, considerados no útiles para la operación de la Comisión Federal de Electricidad; racionalizar la contratación de servicios de asesorías, consultorías, estudios e investigaciones, así como por concepto de comunicación social, publicidad y comunicaciones oficiales.
Privilegiar el uso de tecnologías de la información en los procesos y actividades que lo permitan, utilizar formatos electrónicos y la gestión electrónica de documentos e incentivar la compra consolidada de bienes y servicios, para aprovechar las economías de escala”, añade.