Primera parte
Por Doctorando Julio César Cué Busto
La respuesta es un rotundo no. De poco servirá tener dentro de la Cuarta Transformación servidores públicos de primera si no se modifica de manera integral el universo jurídico establecido por las perversas administraciones anteriores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN). Los avances logrados en el gobierno federal anterior y el actual se considerarán insuficientes si no están acompañados de un nuevo pacto social.
Con enorme pesar, veremos cómo la etapa actual, donde la mayoría de los servidores públicos de las instituciones y dependencias se distinguen por su honestidad y capacidad, llega a su fin y regresemos a la época oscura donde reinaban, de manera contundente, las malas prácticas del círculo vicioso de la corrupción. Por ello, es necesario elaborar una nueva Constitución que garantice la continuidad de la Cuarta Transformación en México.
¿Qué más se requiere para terminar de concebir la vigente Constitución como un verdadero lastre para la Cuarta Transformación?
- Aceptar el fracaso de dicho texto, el cual adolece de fórmulas idóneas para resolver la problemática nacional; como ejemplo, los conflictos entre los Poderes de la Unión por la reforma constitucional para la reorganización del Poder Judicial de la Federación.
- Reconocer que es un documento parchado y contradictorio que ha tenido más de 800 modificaciones.
- Admitir que se ha producido un desbarajuste normativo constitucional sostenido.
- Reconocer que nuestros derechos fundamentales existen sólo en el papel.
- Dar la razón a quienes critican que la norma constitucional no contiene mecanismos efectivos para su defensa.
Podrían enumerarse muchas otras razones para justificar una nueva Constitución, tales como:
- a) Aceptar que se necesita un nuevo equilibrio en la distribución de los recursos económicos nacionales. b) Reconocer la necesidad de una repartición más justa que fortalezca económicamente a las entidades federativas y a los municipios. c) Reducir el centralismo. d) Acrecentar la democracia directa o participativa, entre otras justificaciones.
A México le urge una Constitución que garantice una convivencia pacífica y la superación personal de los individuos que componen nuestra gran nación, así como el respeto al pensamiento ajeno y la concepción de la diversidad como un ideal común de toda la población.
Giovanni Sartori, reconocido politólogo italiano, en su obra Homo Videns – La Sociedad Teledirigida, afirmaba: “El problema es que la democracia representativa ya no nos satisface, y por ello reclamamos más democracia, lo que quiere decir, en concreto, dosis crecientes de directismo, de democracia directa”.
El muy recurrido dicho de los políticos sobre el «Estado de derecho», como si fueran palabras mágicas que resolvieran todos los entuertos nacionales, sería una situación ideal si viviéramos en un verdadero Estado de derecho, entendido éste como una convivencia en la que cada ciudadano respeta las leyes, cumple con los ordenamientos legales y se abstiene de realizar cualquier acto ilegal, ya sea por acción u omisión, prescrito en la legislación mexicana.
El jurista italiano Luigi Ferrajoli, en su obra Derechos y Garantías – La Ley del más débil, detalla: “Hipótesis del totus orbis… la elaboración de un constitucionalismo mundial… que disponga la comunidad internacional, aquellas garantías jurídicas cuya ausencia genera inefectividad… esta ausencia de garantías debe ser reconocida por la cultura política y jurídica como una laguna que debe ser resuelta obligatoriamente por la ONU y, por tanto, por los Estados que a ella se adhieren».
Para mejor prever, se responden los siguientes cuestionamientos:
- ¿Quién llevaría la responsabilidad de elaborar el proyecto para la nueva Constitución?: R= Principalmente la sociedad civil, organizado en un Congreso Constituyente instituido exclusivamente para la creación de un proyecto de Ley Fundamental, apoyado por organismos no gubernamentales, con el acompañamiento de comisiones del Poder Legislativo y Ejecutivo (federal y local), además del respaldo jurídico del Poder Judicial de la Federación.
- ¿Cómo se puede elaborar una nueva Constitución para México?: R= Con la opinión y participación de todos los sectores sociales, principalmente la sociedad civil, así como comisiones de organismos privados y gubernamentales, utilizando estrategias macrodiversificadas de acuerdo con la composición pluricultural y multiétnica del país.