El Vaticano indicó que la mañana del jueves habían remitido algunos de los síntomas de la neumonía que le afecta ambos pulmones
Agencia Excélsior
La oficina de prensa de la Santa Sede informó que el Papa Francisco pasó su séptima noche en el hospital Gemelli «de manera serena». Al despertar desayunó y una vez más pudo sentarse en un sillón.
El Vaticano indicó que la mañana del jueves habían remitido algunos de los síntomas de la neumonía que le afecta ambos pulmones, y según lo que ha indicado, nunca dejó algunas actividades administrativas.
En entrevista con Pascal Beltrán del Río para Imagen Radio, Roberto Blancarte, sociólogo de las religiones, recordó que el sumo pontífice se encuentra en “una situación delicada”.
No se puede saber su situación hasta que realmente salga del hospital si se ha recuperado totalmente, expresó.
Ayer, el reporte médico del Papa destacó que hay mejorías leves en su estado de salud.
De acuerdo con la oficina de prensa de la Santa Sede, Jorge Mario Bergoglio respira por sí solo, no tiene fiebre y su corazón se encuentra estable.
Las condiciones clínicas del Santo Padre presentan una leve mejoría. Se encuentra afebril y sus parámetros hemodinámicos continúan estables. Esta mañana ha recibido la Eucaristía y, posteriormente, se ha dedicado a sus actividades laborales”, se lee en el informe emitido por la instancia vaticana.
El pontífice fue internado el viernes pasado por una infección respiratoria, luego fue diagnosticado con neumonía en ambos pulmones.
Con información de Isabel González.
«LA NOCHE FUE TRANQUILA»
«La noche fue tranquila, el Papa se levantó y desayunó en un sillón», informó el Vaticano en un breve comunicado matutino.
Por lo que he leído y he podido captar, parece que va mucho mejor», aseguró el cardenal español Juan José Omella.
Vamos a ver cómo reacciona a los medicamentos. Pero vamos, creo que hay esperanza», dijo a los periodistas.
El pontífice no ha recibido oficialmente a ningún cardenal en el hospital, pero el miércoles lo visitó la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien aseguró que estaba «alerta y receptivo» y que no había perdido «su famoso sentido del humor».
Todos estamos preocupados por el papa», declaró el cardenal Matteo Maria Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana.
El hecho de que esté comiendo, leyendo los diarios y reuniéndose con gente «significa que vamos por buen camino hacia una recuperación completa, que esperamos que se produzca pronto», agregó.
LLAMADOS A LA ORACIÓN
Frente al hospital Gemelli, multitud de fieles se acercaron para encender velas en señal de apoyo y la Iglesia invitó a todos los católicos del mundo a orar por su salud.
En la plaza de San Pedro del Vaticano, Suzanna Munteanu, una turista rumana, dijo este jueves que está preocupada por Francisco pero que «confía» en que saldrá adelante.
Amo a este Papa. Para mí es muy querido, especialmente porque se preocupa por la gente pobre, y espero que se recupere muy pronto», declaró.
Pese a los reiterados problemas de salud de los últimos años, entre ellos de cadera, dolores en la rodilla que le obligan a ir en silla de ruedas, operaciones o infecciones respiratorias, Jorge Bergoglio ha mantenido una cargada agenda y declaró que no tiene intención de bajar el ritmo.
La hospitalización de Francisco, la cuarta en menos de cuatro años, ha relanzado el debate sobre su salud, especialmente porque su ingreso llega al inicio del año jubilar de la Iglesia católica, car-gado de eventos, muchos de ellos presididos por el Papa.
Antes de su ingreso el viernes, se le vio en varias apariciones públicas debilitado, con el rostro hinchado, la voz entrecortada y había delegado en sus asistentes más de una vez la lectura de sus discursos.