La joven mexicana que fue secuestrada por Hamás relató el horror de vivir en Gaza, los abusos que sufrió y la culpa que la aqueja.
Agencia Excélsior
La mexicana Ilana Gritzewsky Camhi pasó 55 días secuestrada bajo el horror de Hamás. Hoy, se convirtió en la voz de la exigencia por el regreso de todos los rehenes, tanto los vivos como los muertos.
Mi gobierno tiene que hacer todo lo posible para regresarlo. Sí estoy a favor de un acuerdo que incluya terminar la guerra a cambio de que nos regresen a todos. Es la solución que va a regresar a todos a casa, pero solamente en el momento en que ellos (Hamás) digan que regresan a todos los secuestrados a cambio de terminar la guerra”, aseguró durante una conferencia de prensa con medios internacionales a la que Excélsior tuvo acceso.
También lanzó un llamado a la comunidad internacional, incluyendo a México, para que siga demandando el fin de la guerra en Gaza.
El 7 de octubre de 2023, terroristas de Hamás sacaron a Ilana de su casa, junto a su novio Matan.
Hace 17 meses ella pasó por una experiencia que aún le cuesta imaginar: “Fui secuestrada en mi propia casa, abusada y abandonada en aislamiento y sin ayuda. Uno de ellos decidió meterme mano debajo de la playera y tocarme las piernas, en ese momento me desmayé”.
Ella volvió en la primera ronda de negociaciones, pero él se quedó en algún sitio dentro de la Franja de Gaza.
Desde entonces, el miedo e incluso la culpa rondan la mente de la joven, cada día, al grado de robarle paz e impedirle que inicie un proceso de sanación.
Hace 15 meses regresé del cautiverio en Gaza, pero todavía no soy libre, mi cuerpo está aquí pero mi mente está aún en Gaza, con mis amigos, con mi novio Matan”, compartió.
La pareja vivía en el kibutz Nir Oz, uno de los epicentros de la masacre en la que mil 200 personas fueron asesinadas y por la que al día de hoy hay 59 personas retenidas.
No he tenido un día o noche de descanso, hay una pregunta que me persigue: ¿Por qué estoy aquí y ellos no?, ¿Por qué fui tan afortunada de salir, pero Matan está ahí? No tengo una respuesta pero sé una cosa: si estoy aquí es porque tengo una misión”, relató.
Y es que hasta el gesto más cotidiano la transporta a esos días de oscuridad, abrir el refrigerador la hace pensar en que los secuestrados no tienen un plato de comida o incluso ir al baño. O incluso el abrazo de su mamá.
En los túneles no hay aire. Hay lugares en los que tienes que agacharte, es estrecho, con piedras, cables. No hay cómo caminar, huele a humedad, hay tierra, sucio, hay cuartos que son muy chiquitos, no hay luz, no hay higiene”, describió Ilana, quien estuvo bajo custodia de un maestro y un abogado, es decir, civiles que trabajan para Hamás.
En el territorio, a menos de dos kilómetros de su casa, una red de túneles forma parte de la infraestructura de la organización palestina.
LOS HORRES QUE VIVIÓ DURANTE SU SECUESTRO
Una cueva en medio de un bosque, imagínensela larga, pero abajo de la tierra que no te llega la luz ni el aire, y esperas que en cualquier momento se venga el techo encima”, describió la joven, quien es aficionada a la repostería y la cocina.
Mientras ella estaba en cautiverio, Israel suspendió el ingreso de toda ayuda humanitaria.
Si había, a mí no me llegaba”, afirmó la joven, quien relató que padece colitis y diabetes.
Todo eso la tenía sin fuerza, al borde del desmayo constantemente, bajó 11 kilogramos en los 55 días que estuvo en Gaza.
En la conversación virtual de ayer, comentó que en tres ocasiones le prometieron que la liberarían hasta que el 30 de noviembre de 2023 en un cese al fuego fue entregada a elementos de la Cruz Roja Internacional.
Ilana de 32 años también lamentó que haya organismos internacionales que no hablen sobre la tragedia que enfrentan las familias israelíes a las que les fueron arrebatados sus hijos, hijas, esposas y esposos.
Me duele que muchas organizaciones mundiales y protectoras de derechos de mujeres no alcen su voz. Estoy aquí hablando y contando mi historia y aún se sigue escuchando que son cosas que no pasaron y que no se reconoce los abusos sexuales que enfrentaron las mujeres por el hecho de ser judías.
Mientras no alcen la voz todos están a favor de los terroristas, el no alzar la voz y quedarse callados es parte de la colaboración para los terroristas”, advirtió.
Gritzewsky Camhi recuerda que la última señal con vida de su novio Matan fue un video del 7 de diciembre del año pasado.
Que los padres tengan a sus muertos y puedan llorar, cerrar el círculo”, dijo.
Y yo quiero rehacer mi vida, regresar a la repostería, sentarme con mi novio, prepararle de comer y fumarme un cigarro”, son sus deseos.
La joven mexicana anticipó que seguirá contando lo que pase, para que después el mundo no diga “no escuchamos, no vimos nada”.