Durante los primeros meses de la administración de la presidenta Sheinbaum, se han dado detenciones que encaminan hacia la verdad de la desaparición y asesinato de los 43 normalistas de Ayotzinapa, ocurrido hace 10 años y 7 meses
Agencia Excélsior
Con un promedio de un detenido por mes, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum (que cumple seis meses), ha capturado a seis implicados directos con la desaparición y asesinato de los 43 normalista de Ayotzinapa.
Los capturados son Martín Alejandro Macedo Barrera alias El Kamala, Rey Flores Hernández El Negro, Alejandro El Cholo Benítez Palacios, David Cruz Hernández El Chino, Ariel Núñez Figueroa y César Nava González.
Ello se logró por la sistematización de información que el Gabinete de Seguridad federal ha hecho al retomar y reorganizar datos de las investigaciones originales de la Procuraduría de Guerrero -entonces encabezada por Iñaki Blanco-, la desaparecida Procuraduría General de la República (PGR), así como la recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Los detenidos —involucrados con los hechos del 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero—, en estos primeros meses del actual gobierno federal son cuatro exservidores públicos, tres policías, un agente de protección civil y dos integrantes del cártel Guerreros Unidos.
Con estas detenciones, más las recapturas de otras personas en la recta final del gobierno anterior, la administración de Sheinbaum avanza en el esclarecimiento del caso más emblemático de desaparición forzada de los últimos tiempos.
Las investigaciones reanudadas apuntan para que se retome la hipótesis de la cremación de los cuerpos de los normalistas y su dispersión en el cauce del río San Juan.
NAVA, EL POLICÍA QUE LOS ENTREGÓ
La recaptura que más recientemente se conoció públicamente fue la de César Nava González, el 27 de marzo de 2025.
Al momento de la desaparición de los 43 estudiantes, Nava González era subdirector de la policía municipal de Cocula, municipio donde la PGR y la CNDH ubican como uno de los lugares en el cual habrían cremado a un grupo de entre 17 y 22 estudiantes en un basurero.
El expolicía estuvo preso 10 años. Días después de los hechos en 2014 y hasta julio de 2024, cuando fue liberado por una resolución del Segundo Tribunal Colegiado de Apelación del Segundo Circuito, con sede en Toluca, en ésta se determinó que Nava ya había sido absuelto por otro juzgado por los mismos delitos.
El 13 de septiembre de 2024, dos meses después de su liberación fue detenido por posesión de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército y remitido a la Fiscalía General de la República (FGR). Su reaprehensión no se conoció públicamente, hasta ahora.
El 20 de septiembre de 2024 Nava fue vinculado a proceso por el juez de Distrito Especializado en Sistema Acusatorio en funciones del juez de Control, Gerardo Eduardo García Salgado.
En las investigaciones del caso Ayotzinapa se menciona que Nava fue uno de los policías municipales que operó la detención de los normalistas y que se lo entregó a integrantes del grupo criminal Guerreros Unidos para consumar su desaparición.
Las investigaciones de la PGR, a través de geolocalización, ubicaron el teléfono celular del entonces mando policiaco en la calle de Juan N. Álvarez. La hora de la geolocalización, entre las 22:10 y las 22:59 horas del 26 de septiembre de 20214, corresponde al tiempo en que los estudiantes fueron atacados a balazos por policías municipales.
También, a través de su teléfono se le ubicó en el lugar conocido como Loma de Coyotes, donde habría ocurrido la entrega de los normalistas a la célula de Guerreros Unidos.
NÚÑEZ, PRÓFUGO DURANTE 10 AÑOS
El 10 de marzo de 2025 Ariel Núñez Figueroa, expolicía municipal de Huitzuco, fue deportado desde Estados Unidos a México. Investigaciones de la CNDH lo ubican en el lugar donde los estudiantes fueron interceptados por la policía y de ahí desaparecidos.
Es señalado por las investigaciones oficiales entre los policías que entregaron a un grupo de estudiantes a Guerreros Unidos.
Núñez, quien entró de forma ilegal a Estados Unidos, fue detenido el 9 de septiembre de 2024 por agentes de operaciones de fugitivos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). El ICE, a su vez, fue alertado por la Interpol que Núñez se movía por territorio de Houston.
De acuerdo con las investigaciones de la época, lo que pueda aportar Núñez es de vital importancia para establecer quién es el llamado El Patrón, que, según las indagaciones de la PGR, fue quien ordenó la celada contra los normalistas en Iguala.
El ICE informó que la deportación de Núñez se realizó el 6 de marzo de 2025.
Núñez era buscado por cargos de secuestro y crimen organizado, relacionados con la desaparición y otros crímenes contra los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
El expolicía fue transportado desde el Centro de Procesamiento de Montgomery en Conroe, Texas, Estados Unidos, al puerto de entrada del Puente Juárez-Lincoln en Laredo, Texas, donde fue entregado a las autoridades mexicanas.
El ICE desconoce la fecha y el punto fronterizo por el cual Núñez Figueroa entró ilegalmente a Estados Unidos. Después de su aprehensión en septiembre de 2024, el 22 de enero de 2025, un juez de inmigración de Estados Unidos ordenó la extradición a México del presunto responsable de crímenes en contra de los normalistas.
Núñez Figueroa, que es parte de una familia de policías en Huitzuco, su hermano y padre también trabajaban ahí, y estuvo con estatus de prófugo de la justicia durante diez años.
EL KAMALA YA HABÍA DADO UN PARADERO
Otra de las aprehensiones logradas por el Gabinete de Seguridad de la presidenta Sheinbaum es la de Martín Alejandro Macedo Barrera alias El Kamala. Fue detenido el 28 de febrero de 2025 en la colonia Cerro de la Estrella, en la avenida Tláhuac.
Macedo Barrera, integrante de Guerreros Unidos, fue uno de los personajes que, en cumplimiento a la ejecutoria el Juez Primero de Distrito de Procesos Penales Federales en Matamoros, Tamaulipas, el 11 de junio de 2018, decretó Auto de Libertad por falta de elementos para Procesarlo, con las Reservas de Ley.
En averiguación previa de la PGR, la declaración ministerial de Macedo Barrera refirió que los normalistas desaparecidos fueron enterrados en un rancho que tiene esa organización criminal (no proporcionó su ubicación). Macedo declaró el 4 de octubre de 2014, ante el Ministerio Público del Fuero Común de la Fiscalía General del Estado de Guerrero, que el día 26 de septiembre de 2014 en Iguala, en compañía de Marco Antonio Ríos Berber alias El Amarguras y otros dos sicarios apodados El Mole y El Tíner, aseguraron a 17 normalistas que fueron subidos a sus camionetas y los trasladaron a la casa de seguridad de La Loma, lugar en el que los privaron de la vida ya que no se querían “someter”. Añadió que a algunos normalistas los mataron con un tiro de gracia en la cabeza y a otros a golpes porque estaban muy violentos. También señaló que “…utilizaron la excavadora para enterrarlo (sic) en el mismo rancho que tenemos, a siete de estos muchachos los quemamos por instrucción de El Chocky”.
Ahora, El Kamala es acusado de delitos de delincuencia organizada y desaparición forzada. Según las investigaciones del Caso Iguala, que inició la PGR y que ahora opera la FGR, El Kamala recibió la orden de Eduardo Joaquín Jaimes alias El Chocky, uno de los líderes de sicarios de los Guerreros Unidos, para disparar contra los normalistas.
La información oficial que se conoce desde 2014 es que, por instrucciones de El Choky, El Kamala le disparó a los normalistas en el Centro de Iguala, donde aseguraron a 17 estudiantes, los cuales subieron a sus camionetas y los llevaron a una casa de seguridad donde los mataron inmediatamente. Posteriormente utilizaron una excavadora para enterrarlos en el rancho y a otros siete estudiantes los quemaron. En la aprehensión participaron elementos de las secretarías de Seguridad y Protección Ciudadana, de la Defensa Nacional, de Marina-Armada de México y de la Fiscalía General de la República.
EL NEGRO, UN BÉLICO ESCURRIDIZO
El 25 de marzo de 2025, Rey Flores Hernández El Negro fue detenido por fuerzas federales en Iguala, Guerrero. El expolicía tenía una orden de aprehensión en su contra, acusado de los delitos de delincuencia organizada y desaparición forzada, ésta relacionada con la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.
El Negro, según las investigaciones de la entonces PGR que han recobrado fuerza en este sexenio, era parte del grupo policial conocido como Los Bélicos, de Iguala, y que tenían nexos con el tráfico de drogas que operaban Guerreros Unidos.
Hay registros ministeriales de que Flores Hernández, como parte de sus labores con el crimen organizado privaba de la libertad a personas antagónicas a Guerreros Unidos.
En el momento de la desaparición de los normalistas Flores Hernández era policía municipal. El Negro fue quien a bordo de una patrulla apoyó a la camioneta de redilas de tres toneladas de color blanco en la que iba Gildardo López Astudillo alias El Gil. El Gil fue recapturado el año pasado, luego de incumplir su trato como testigo protegido.
Para la captura de El Negro, efectivos de seguridad desarrollaron un plan de vigilancias fijas, móviles, con suma discreción. Tras varios días de vigilancia localizaron a Flores Hernández, de 50 años, a partir de su media filiación y em la avenida Periférico Sur y la calle Jalisco, lo localizaron y arrestaron.
EL CHOLO Y LA CAMIONETA DE EL GIL
El 24 de noviembre de 2024, Alejandro Benítez Palacios, mejor conocido como El Cholo, fue detenido en el municipio Tlatlaya, estado de México. En el momento de la desaparición de los 43 normalistas, Palacios Benítez era jefe de plaza de Guerreros Unidos, en Huitzuco.
Distintos testimonios ministeriales de sus colegas en el grupo criminal lo han señalado desde las primeras investigaciones de 2014 como uno de los responsables directos en lo sucedido en Iguala el 26 y 27 de septiembre de 2014.
De acuerdo con las investigaciones de la entonces PGR y confirmadas por la CNDH, El Cholo operaba en Huitzuco junto con su compadre Juan Antonio Soroa Rodríguez -presuntamente muerto en abril de 2016- y con un grupo de sicarios, entre los que se encuentra una persona identificada como Pistola Brava.
Fue a través de El Cholo Palacios y su célula criminal, de la policía de Huitzuco y de sus patrullas, de la policía de Iguala y de la policía de Tepecoacuilco de Trujano, que la presencia y participación de El Patrón se hizo patente en el escenario del crucero de Santa Teresa.
Se estableció que en los hechos ejecutados en el crucero de Santa Teresa participaron la célula criminal dirigida por El Cholo Palacios, la policía de Iguala y la policía de Huitzuco con sus patrullas
Palacios Benítez había sido detenido por primera vez en junio de 2015 en un hospital que se ubica en la colonia Roma, en la Ciudad de México, cuando pretendía realizarse una cirugía plástica para no ser identificado, pero no fue acusado en ese entonces por el caso Ayotzinapa, sino por delincuencia organizada y logró que un juez con sede en Iguala, Guerrero, le concediera su libertad meses después, según información de la Fiscalía General de la República.