Erika Buenfil está promocionando la película Mamá reinventada y le preguntamos sobre su popularidad entre los más jóvenes.
Agencia Excélsior
La llaman ‘la reina del TikTok’. A Érika Buenfil no le desagrada el mote, pero no deja de ser extraño que una celebridad que saltó a la fama en los años 80 del siglo XX por su participación en telenovelas hoy sea tan reconocida en una plataforma digital donde predominan los jóvenes y adolescentes.
Conversamos con Érika Buenfil sobre este fenómeno de ser una celebridad transgeneracional y cómo ha manejado las distintas facetas de su carrera, ahora que se encuentra promocionando su más reciente proyecto, la película Mamá reinventada. La actriz nos revela cómo ha logrado mantenerse vigente, conectar con nuevas audiencias y enfrentarse a los retos del mundo digital.
Del público de TV al público de redes sociales
“Cuando haces televisión, el público se queda con la imagen de que tú eres el personaje de la telenovela: sofisticada, rica, seria, formal. Y una como actriz adopta también un poco esta personalidad, más solemne, más clásica, más cuidada, más conservadora. En un evento, la gente no se acerca tanto, no se atreve porque hay una distancia, hay un filtro, que no existe, pero es un filtro. Vaya, como que llegó la inalcanzable, ¿sabes?”, comenta Buenfil al recordar sus años dorados como protagonista de telenovelas.
Pero el impacto de las redes sociales ha cambiado completamente ese panorama. Ahora, la conexión es más inmediata y cercana: “El contacto es directo y la gente que te reconoce en un restaurante, en la calle, te ve de diferente manera. Ya se quieren tomar una foto, ya te ven como parte de su familia, ya te preguntan ‘oye, ayer subiste un video, ¿dónde compraste tal vestido?’. O ‘¿dónde te compraste esas cremas con las que te estás desmaquillando?’, ‘¿quién te arregla el pelo?’… o sea, ya son parte de tu día a día porque están viendo tu día a día. Te siguen de diferente manera”, señala.
Este cambio en la dinámica no solo ha permitido a Érika ganar nuevas audiencias, sino también recuperar el cariño de quienes la conocieron en televisión y hoy la redescubren en TikTok y otras plataformas. “Es como reencontrarse con la gente, pero de otra manera. Antes te veían lejana, ahora sienten que te conocen de toda la vida”, dice con una sonrisa.
De la ficción a la autenticidad: el personaje digital
Sin embargo, esta cercanía también tiene su lado oscuro. En el ecosistema digital, los ‘haters’ son inevitables, y Érika lo sabe bien: “Yo no me involucro mucho en ciertas cosas y no caigo en ningún tipo de provocación. Aparte, mi mensaje en redes sociales es sano, muy familiar, muy de mamá. Yo no uso mis redes para tirar hate, para burlarme de la gente. Provoco que la gente sea amable conmigo. Les gusta mi proceder. Y cuando es incómodo, me doy la media vuelta”, comenta.
Su estrategia ha sido clara: mantenerse auténtica y coherente con su esencia. Un consejo que también ha transmitido a su hijo, Nicolás, quien ha crecido bajo los reflectores y la constante atención mediática. “Yo le comento mucho a Nicolás, ‘tú debes tener mucho cuidado porque no solamente eres un jovencito normal, sino eres hijo de una persona famosa (aludiendo a su padre, Ernesto Zedillo jr.), tienes demasiados ojos encima de ti’”, advierte Buenfil.
La clave para conectar con nuevas generaciones
El éxito de Buenfil en TikTok no es casualidad. Además de su simpatía natural, la actriz ha sabido entender qué tipo de contenido atrae a los más jóvenes sin perder su esencia. “No espantarse. Saber con qué estás de acuerdo, con qué no, y abrirse a los cambios, que es lo que me ha pasado a mí. Tengo que abrirme a los cambios y a la mentalidad de la gente joven”, confiesa.
Y esos cambios han sido significativos. Si bien antes interpretaba papeles de mujeres sofisticadas y aspiracionales, ahora se muestra en su cotidianidad, bailando, riendo y compartiendo anécdotas con su hijo. Un giro que le ha permitido seguir vigente y, al mismo tiempo, conquistar a las nuevas generaciones.
A medida que su carrera evoluciona, Érika Buenfil sigue demostrando que las plataformas digitales son un nuevo escenario, donde la autenticidad es el guion más efectivo.