Pierde la Sub 20 ante Guatemala y no va al mundial ni tampoco a los Olímpicos de París
Agencia Excélsior/CIUDAD DE MÉXICO.
Esta tremenda derrota para México llega en dos fascículos: perdió en una sola noche y en un partido el Mundial de Indonesia Sub 20 y los Juegos Olímpicos de París 2024.
Este torneo de Concacaf, benévolo como siempre, otorgaba históricamente cuatro boletos para el Mundial de la especialidad en Indonesia y dos para los Olímpicos. México no alcanzó ninguno.
¿Quién dará una explicación?
Gerardo Torrado, que puso a Luis Pérez en está selección sin mayor argumento que su buena amistad, ahora tiene que derretir una píldora en agua para pasar la amargura.
En cambio, Guatemala, con un mexicano en el banquillo, Rafael Loredo, trabaja desde el 2016 en inferiores y en el 2020 tomó a este grupo de jóvenes que hicieron una gesta heroica para su futbol.
En particular el portero Jorge Moreno, de no más de 170 centímetros de estatura que atajó cuatro penales, uno en tiempo regular y tres en la tanda definitiva.
No le faltaba motivación a este grupo mexicano, pero sí trabajo. Normal, es un complejo que arrastra desde la mayor hasta la última de las generaciones que se ponen la playera nacional.
Guatemala les propuso una fórmula a lo Centroamérica. Mucho arrastre de piernas y fricciones y puro pulmón. Le resultó efectivo ya que ganaba el encuentro con gol de Arquímides Ordóñez.
El Tri Sub 20 no supo retomar el vuelo. Empujó todo el segundo tiempo porque Guatemala le ofreció el campo y la pelota y el empate tras muchos intentos fue hasta circunstancial con un gol de Esteban Lozano, centro delantero que fraguó su mala suerte cuando unos minutos después tuvo la opción del triunfo.
Lozano, ariete del América decidió cobrar el penal a falta de tres minutos para el final y el portero Jorge Moreno se lo adivinó con un lance a su derecha.
Ahí creció el chaparrón de Guatemala que arengó al público, conciente de que su pase al Mundial estaba dentro de sus manos. Nadie como Moreno para elevar a sus compañeros. El portero de Guatemala acabó con una generación de jóvenes mexicanos mal dirigidos, mal gestionados desde los despachos del Tri y ahora lejos de todas las competencias.