La actriz interpreta a la madre de una joven con autismo en Cha Cha Real Smooth, filme que también produce y con el que intenta dejar atrás la sensualidad que mostró en la saga de 50 sombras de Gray
Agencia Excélsior/LOS ÁNGELES.
Con la idea de alejarse del estereotipo erótico que le dejó el éxito de 50 sombras de Gray, la actriz Dakota Johnson ahora interpreta a la madre de una niña autista en Cha Cha Real Smooth, una clásica producción independiente en la que también funje como productora, lo cual la emociona y que le permitió conocer una forma diferente el mundo cinematográfico.
Me entusiasmó la idea de involucrarme en una película y tener otra visión detrás de cámaras. Tengo otra socia productora que había conocido al director, Cooper Raiff y me insistió que lo viera a él en Shithouse. Era la época en que yo todavía estaba en Grecia filmando La hija oscura (The Last Daughter) con la dirección de Maggie Gyllenhaal. Después de verlo, pedí una reunión al día siguiente. Ahí fue que me contaron la idea de Cha Cha Real Smooth.
Y en ese entonces sólo era una semilla, ni siquiera una idea. Y dije que me encantaría producirla para llevar la idea al cine”, recuerda melancólica.
Habíamos quedado en que yo iba a interpretar el personaje de la madre. Y en un primero momento, él no iba a trabajar como actor. Pero yo quise que trabajara conmigo, porque el personaje protagónico es muy parecido a él. Y recién después, empezamos a buscar juntos al resto de los otros actores.
El director Cooper Raiff es el joven actor que acompaña a Dakota Johnson en Cha Cha Real Smooth. Y habiendo escrito el guion, cumplió el sueño de muchos admiradores al ilustrar el amor que tiene por ella, a pesar de la diferencia de edad. La gran diferencia es que en la ficción de la historia, ella está casada con una hija autista, cuando él trata de conquistarla en una fiesta, con la gran excusa de sacar a bailar a la hija y acercarse todavía más cuando logra demostrar que bien podría ser el padrastro.
Comenzar la historia con una fiesta judía, que es donde se conocen los personajes, fue una idea de Cooper aunque él no siquiera es judío, pero contó que eran anécdotas de su época de escuela. Nos pareció muy divertido la idea de un joven de 22 años que ayuda a ser adultos a los adolescentes de 13 años.
Y aunque no sea judío, sabe todo el trabajo que hay detrás y él dice que ahí también tuvo su primer beso. Por eso es que la idea resulta tan dulce como romántica.
Para la filmación, Dakota se enfrentó como productora a ciertas limitantes debido a la pandemia.
Brincamos esas barreras. Por ejemplo no pudimos contratar la cantidad de extras que queríamos, pero logramos sacar las escenas. Durante la pandemia tuvimos que reimaginar todo, como conseguir un shopping abandonado en Pittsburgh, para poder usar diferentes áreas donde podíamos convertirlo en otras fiestas. También filmamos en áreas pequeñas con mucha gente, para ir a otra área donde usábamos el rostro de gente que habíamos filmado, pero dados vuelta del otro lado. No se veían, pero se sentían ante la cámara. Fue como jugar al tetris y por suerte no tuvimos que cerrar la producción en medio de la pandemia. Eso fue maravilloso.
Llena de elogios al director, actor y guionista Cooper Raiff, con quien trabajo en el filme.
Como persona, es único. No conozco a nadie como él. Y la forma en que ve el mundo, tiene una voz muy particular, con gran corazón, por la forma que estudia a la gente. La relación entre mi personaje y él, o la relación entre mi personaje y la hija, es muy especial, algo para nada común en el cine, aunque sea muy común en la vida real.
Por eso es tan importante que se pueda ver esta historia en un filme.”
También platica de la relación que tuvo con Vanessa Burghardt, joven que interpreta a su hija autista.
Fue maravilloso porque Vanessa planteaba las preguntas más puras por ser su primera película. Nunca había estado en un estudio de cine y preguntaba todo tipo de cosas, pero al momento de trabajar, llegaba totalmente preparada. Y fue muy cómodo trabajar con ella.”
Dakota Johnson ha vivido de cerca la fama, por sus padres Melanie Griffith y Don Johnson, además de de haberte criado también con Antonio Banderas como padrastro.
Curiosamente mis padres no querían que yo tuviera nada que ver con el cine.
Mi primera película la hice cuando era muy jovencita, sólo porque mi madre era la protagonista.
Se llamaba Crazy in Alabama, en la que aparecí como la hija. Y mi padrastro (Antonio Banderas) había sido el director. Pero después nunca más volví a trabajar de nuevo como actriz, hasta los 18 años.
Mi mejor amiga es mamá de dos hijos que son mis ahijados. Y si tengo que interpretar a una madre en el cine, me influye haberla visto a ella como mamá. Por haberle preguntado de todo, desde lo que se siente muy adentro o por simplemente verla.
Yo también crecí con muchos hermanos. Pero claro, no soy madre todavía. No tengo mis propias experiencias para revivir, pero habiendo tenido tantos hermanos, crié a muchos de ellos y los sigo criando incluso actualmente, como si fuera una madre”, remató Dakota.