Autoridades culturales publicaron un acuerdo que delimita la poligonal de protección
Agencia Excélsior
Tras determinar que el sitio arqueológico de Cobá fue el asentamiento prehispánico más importante del periodo clásico maya en la Península de Yucatán, la Secretaría de Cultura federal inició el trámite para declararlo Zona de Monumentos Arqueológicos.
El acuerdo fue publicado ayer en el Diario Oficial de la Federación (DOF), luego de que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) integrara el expediente con los antecedentes documentales que justifican el valor arqueológico de la zona.
Además, aportó información técnica del sitio arqueológico, ubicado en Tulum, Quintana Roo, así como el plano con la poligonal de protección.
En dicho documento se explica que la zona arqueológica de Cobá debe ser preservada por su legado ya que, con base en los estudios técnicos realizados por el INAH, mantuvo una ocupación continua desde el año 100 a. C. hasta el 1450 d.C., alcanzando su esplendor entre los años 300 y 900 de nuestra era.
Se sabe que Cobá alcanzó una extensión de 70 kilómetros cuadrados y que se desarrolló cerca de cinco lagos, los cuales fueron un factor clave para su evolución y subsistencia.
Además, la zona se distingue por su arquitectura estilo Petén y la proliferación de estelas que representan conquistas, ascensiones de gobernantes, y enfatiza su red de caminos (sagrados) o sacbeoob, que comunicaban a la ciudad con otros asentamientos.
El documento indica que el proyecto de declaratoria se sustenta en la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos y enlista una serie de monumentos que forman parte del polígono protegido.
Por ejemplo, incluye los grupos Nohoch Mul o A, Cobá o B, Macanxoc o C, el D y el de las Pinturas, así como el Maya, Chumuc Mul, Uitzil Mul y Domingo Falcón.
El pasado 6 de diciembre, el Instituto anunció el cierre de este sitio, luego de que arrancaran los trabajos para mejorar su infraestructura, ampliar su protección e investigación, y determinar la factibilidad de construir un museo comunitario, como parte del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza).
