La periodista y activista yemení invita a las mujeres y a los jóvenes a ser parte del cambio social
Agencia Excélsior/QUERÉTARO.
“Los jóvenes y las mujeres serán quienes impulsen la transformación de las sociedades, porque tienen la responsabilidad, la habilidad y la energía para hacerlo, para crear el cambio y ser parte de él”, afirmó ayer la periodista y activista yemení Tawakkol Karman (1979), Premio Nobel de la Paz 2011.
En rueda de prensa, tras su participación la noche del jueves en el Hay Festival Querétaro, la defensora de los derechos humanos respondió preguntas sobre el asesinato de los periodistas en México, la importancia de la libertad de expresión y la urgencia de que la sociedad defienda la democracia y luche por tener un buen gobierno.
Tenemos la libertad de expresión y deberíamos poder ejercerla sin temor a sufrir alguna violación a nuestros derechos humanos o un homicidio. Es un derecho fundamental y de ahí emanan los demás. Como periodistas, debemos defender el derecho a expresarnos y no tener miedo a las consecuencias.
Los asesinatos a periodistas son reprobables en cualquier país. El Estado tiene la obligación de proteger a los periodistas, pero también los ciudadanos tienen esa responsabilidad. Hay que seguir levantando la voz y defendiendo este derecho”, agregó.
Sobre el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, quien fundó en 2005 el grupo Mujeres sin Cadena señaló: “La sociedad no puede dejar de investigar este delito ni cualquier otro. La sociedad y también los medios tienen la gran responsabilidad de descubrir la verdad. No se den por vencidos; si no queda claro quién cometió este crimen, no deben esperar. Deben buscar maneras para que este caso y otros permanezcan vivos. No dejen que se olvide, no permitan que la verdad desaparezca. Esa es su obligación como sociedad”.
Karman, llamada por los yemeníes Mujer de Hierro y Madre de la Revolución, aclaró que la buena gobernanza significa que no debe haber corrupción en las políticas públicas. “Las nuevas generaciones tienen las herramientas y las habilidades para pronunciarse contra actos de corrupción; es un aprendizaje colectivo”.
Concluyó que “la cultura tiene un papel fundamental para lograr la paz y erradicar la violencia. Necesitamos una cultura de paz para ejercer la revolución. Si creemos que podemos hacer un cambio cultural bueno, debemos hacerlo, luchar por nuestros sueños, salir victoriosos y seguir creyendo en una causa”.
Y reprobó el atentado que recibió el escritor Salman Rushdie en Nueva York. “No hubo una causa justificada para este ataque que violentó sus derechos humanos”.