Meta Platforms presentó sus lentes de realidad virtual y mixta Quest Pro; saldrán a la venta el 25 de octubre.
Agencia Excélsior
Meta Platforms presentó el martes sus lentes de realidad virtual y mixta Quest Pro, que marcan un hito en la entrada del presidente de la compañía, Mark Zuckerberg, en el mercado de dispositivos informáticos de realidad ampliada de gama alta.
El nuevo casco, presentado en la conferencia anual Connect de Meta, saldrá a la venta el 25 de octubre a un precio de 1,500 dólares y ofrecerá a los consumidores una forma de interactuar con creaciones virtuales superpuestas a una vista a todo color del mundo físico que les rodea.
El lanzamiento es un paso importante para Zuckerberg, que el año pasado anunció sus planes para el dispositivo -entonces llamado Proyecto Cambria- al mismo tiempo que cambiaba el nombre de su empresa de Facebook a Meta para señalar su intención de reorientar el gigante de las redes sociales hacia una empresa que gestione una experiencia informática inmersiva compartida conocida como metaverso.
Desde entonces, Zuckerberg ha invertido miles de millones de dólares en esa visión. Reality Labs, la unidad de Meta responsable de dar vida al metaverso, perdió 10.200 millones de dólares en 2021 y ha perdido casi 6.000 millones en lo que va de año.
El Quest Pro presenta varias mejoras con respecto al actual casco Quest 2 de Meta, que domina abrumadoramente el mercado de la realidad virtual de consumo.
Lo más llamativo es que cuenta con cámaras orientadas hacia el exterior que capturan una especie de transmisión en directo en 3D del entorno físico que rodea al usuario, lo que permite novedades de realidad mixta como la posibilidad de colgar un cuadro virtual en una pared del mundo real o hacer que una pelota virtual rebote en una mesa real.
La Quest 2, en cambio, ofrece una versión más rudimentaria de esta tecnología en escala de grises, denominada passthrough. El Quest Pro es más ligero y delgado que sus predecesores, con unas finas lentes tipo pancake y una batería reubicada en la parte posterior del casco, lo que distribuye su peso de forma más uniforme y reduce el volumen total.
Para lograr una realidad virtual totalmente inmersiva, Meta añadió sensores de seguimiento al Quest Pro que pueden replicar los movimientos oculares y las expresiones faciales de los usuarios, creando la sensación de que los avatares están haciendo contacto visual.