La tasa en este 2022 estará cercana al 3.0%, y la generación de empleo se ha mostrado sólida, de acuerdo con el Inegi; actividades industriales son las de mayor auge
Agencia Excélsior
En el marco del cuarto año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la economía mexicana llega con fortaleza y con un desempeño mejor al que se había esperado durante la mayor parte del año, con una generación de empleo bastante sólida.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) explicaron que, al tercer trimestre del año, el Producto Interno Bruto (PIB) acumulaba un crecimiento de 2.9%, superior a lo que los analistas esperaban para el año, que era inferior al 2.4 por ciento.
Las actividades industriales son las que más han crecido en el año, con una tasa de 3.3%, en tanto que las actividades comerciales y de servicios lo han hecho en 2.5 por ciento.
Con este desempeño, diversos organismos internaciones y analistas financieros han estado elevando recientemente sus pronósticos de crecimiento para este año y el siguiente, en el cual ubican a la economía mexicana cerrando el año en el orden del 3.0%, y para el próximo con una tasa que oscila entre 1.5 y 2.0 por ciento.
Con esto, se anticipa que el país navegaría de forma adecuada las aguas turbulentas que se presentarían en 2023, en el cual ya se vislumbra una recesión en Estados Unidos y la economía global.
Mejora el empleo
La fortaleza de la economía mexicana al cumplirse cuatro años del actual sexenio se ve reflejada en la generación de empleo, pues el mismo Inegi reportó que en octubre se generaron más de 925 mil plazas laborales, la segunda mejor marca en el año, en la cual 57% fueron empleos formales.
Con ello, la población ocupada en el país se ubicó en 58.4 millones de personas, cifra que constituye un récord.
Además, las personas que necesitan un empleo alcanzaron ya niveles prepandemia y se ubicaron en 17.7% de la fuerza laboral.
Este indicador de necesidades de empleo es una medida más amplia que el desempleo tradicional, e incluye a tres grupos de personas: a los desocupados, que son aquellos que no tienen un empleo, pero buscan uno; a los disponibles para trabajar, que no trabajan ni buscan un empleo, pero están dispuestos a aceptar uno si se les ofrece, y a los subocupados, que son personas que trabajan, pero necesitan laborar más horas.
Por su parte, la tasa de informalidad laboral se ubicó en 55.4% de la población ocupada en la última medición de octubre, cifra que se ha mantenido estable a lo largo del año.
Inflación, el reto
El principal reto que ha afrontado el país en materia económica en este cuarto año de gobierno ha sido la inflación, que a lo largo del año se ha mantenido en niveles altos, el doble del rango superior de la meta del Banco de México.
Sin embargo, la medición más reciente del Inegi, correspondiente a la primera quincena de noviembre, arrojó una tasa anual de 8.14%, lo que constituyó cinco quincenas consecutivas de desaceleración.
En este sentido, la buena noticia la dio el componente de alimentos, que ha venido moderando sus incrementos y aliviando con ello el bolsillo de los hogares mexicanos.
Este resultado se ha debido, en parte, a la implementación del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic), cuyo índice de precios ya registrado caídas en las últimas tres quincenas.
Pese a estos alivios de la inflación, el Banco de México aún no canta victoria, pues el componente subyacente, que es aquel que incluye a los bienes y servicios cuyos precios son menos volátiles, todavía continúa en ascenso, razón por la cual considera que será necesario continuar con el incremento en las tasas de interés para anclar las expectativas de inflación.