lunes, noviembre 25, 2024

MdMar danza contemporánea: hacia una identidad colectiva

Con 30 años de trayectoria, la compañía que dirige Myrna de la Garza apuesta por “bailarines-creadores”

Agencia Excélsior

Trabajar cada vez más con “intérpretes-creadores”, con bailarines que no se limiten a recibir instrucciones de los coreógrafos, sino que enriquezcan con sus ideas y propuestas una obra y contribuyan así a crear un “estilo de todos”.

Ésta es la apuesta de la compañía de danza contemporánea MdMar al llegar a sus 30 años de vida, afirma la coreógrafa Myrna de la Garza, directora fundadora de la agrupación.

Hace mucho que dejé de ser la coreógrafa que llega y les dice a los bailarines ‘ahora tres pasos a la derecha y cuatro a la izquierda’. Yo doy la idea general y les pido que busquen movimientos que materialicen esa idea. Los dejo en absoluta libertad, porque creo que entre todos se enriquece el trabajo. Cuando todos aportamos, todos ganamos”, explica en entrevista con Excélsior.

La autora de más de 30 coreografías destaca que la obra Micelio, cuyas funciones de hoy y mañana en el Centro Nacional de las Artes cierran el año de festejos por su trayectoria, es un ejemplo de la nueva forma de trabajar de MdMar y de construir una identidad colectiva.

Hay muchos momentos que son propuestas y creaciones de los bailarines. Les indicaba, por ejemplo, que todo debía suceder en el centro, que no se debía perder la tensión; y ellos buscaban las soluciones. Los solos son creaciones suyas, son cinco mujeres y un hombre. Y una de ellas, Giselle Morgado, también canta y creó todas las voces de la música”.

Micelio alude a esa parte vegetativa de los hongos, que es capaz de formar redes que se interconectan. “Es el organismo vivo más grande. Detecta dónde faltan nutrientes y los lleva, contiene a todos. Vive para conectar, cada parte tiene que hacer su mejor trabajo en aras de la comunidad”, indica.

Me interesaba ver de qué manera se relacionaba la falta de vínculos entre los seres humanos con el deterioro del planeta. Hay un impacto directo entre la falta de cordialidad entre los hombres y el deterioro del planeta, lo que se puede ver en el nivel de violencia. Creo que debemos aprender lo que sí hay en la naturaleza, a pesar de la crisis que enfrenta”, señala.

Añade que en Micelio “hay muchos gestos, movimientos pequeños, como voltear la cabeza hacia el piso; que no se ve como un salto mortal o 45 piruetas, no es algo sensacionalista, pero para nosotros tiene un gran significado.

Es una invitación para que la gente voltee hacia abajo, que vea la vida que hay en el suelo y se dé cuenta que si los suelos están sanos, lo demás funciona. La idea es hacer reflexionar a partir del movimiento del cuerpo”.

La también bailarina confiesa que esta pieza es una de las más complejas que han puesto en escena. “Hay cuatro músicos en vivo que están interviniendo la pieza que compuso Rafael González. No quiero producir y producir, sino permitir que los ciclos sucedan, que las obras crezcan, que evolucionen, que podamos profundizar”.

Dice que la característica de las obras que ha creado de diez años a la fecha es que se pueden adaptar a los espacios, por lo que buscará que Micelio se presente en diversas entidades del país, “pues es una propuesta que todos deben ver, por el tema vigente y urgente que aborda”.

De la Garza admite que, tras sobrevivir a diversas crisis económicas y a la pandemia, apenas se están encarrilando. “Nos ha costado mucho trabajo, pues no hay presupuesto para el arte, para la danza menos, y para la danza contemporánea mil veces menos. Difícilmente nos pagan las funciones, todas son a taquilla. Ojalá cambie el panorama en cuanto a políticas culturales, porque de verdad está tristísimo”.

Anuncia que remontarán la obra El cine de allá, la primera de su repertorio que tuvo música original, estrenada en 1992. “Es interesante verla con una mirada actual, es espeluznante. Son tres personajes femeninos vestidos con una especie de uniforme de colegialas, que están en el cine; y hay un personaje con gabardina que las sigue constantemente.

En aquella época estaba normalizado y no se hablaba de acoso. Ahora resulta más impactante. La música es increíble y queremos rescatarla completa. Es para acudir a la memoria y analizar los pasos andados”, concluye.